LA NECESIDAD DE RECUPERAR EL TIEMPO

El museo Chillida-Leku dejará de funcionar, a partir del próximo 1 de enero. La razón que han dado los familiares del escultor, que lo gestionan, desde su apertura, hace diez años, es el déficit que padece, es decir, la falta de dinero para mantenerlo.

Bernardo Atxaga publicó ayer, en el diario El País, un artículo en el que lamentaba el cierre del museo, que él relaciona con la desaparición del tiempo “para ver pasar a la gente por la calle o para escuchar el canto de un pájaro…” o para pasear tranquilamente por el Chillida-Leku “contemplando el paisaje y las esculturas y hablando de lo que sea…”.

Frente a la falta de tiempo para vivir, se impone hoy día la lógica del dinero y los mercados, que marcan las pautas a seguir por los gobiernos. No hay más que fijarse en el nuestro y en cómo trata de reducir el déficit público, bajando el sueldo de los funcionarios y privatizando empresas del estado, aunque los principales causantes de la crisis hayan sido los bancos, con sus operaciones de alto riesgo.

A veces, en clase, cuando hemos leído un texto poético de cierta dificultad, hemos comentado la necesidad de volver una y otra vez sobre él, hasta entenderlo, porque la poesía necesita tiempo, como la lectura, en general. Tiempo para comprender y disfrutar, identificando un sentimiento que también nosotros hemos experimentado o para sumergirnos en una historia, que reconocemos como propia. Y sobre todo tiempo para recrearnos en la forma, porque cada vez que leemos un pasaje literario bien escrito o un poema de bella factura nos evoca cosas distintas; o cada vez que contemplamos una escultura de Chillida, el contraste entre la materia y el vacío, es como si tuviera vida y conversara con nosotros.

6 pensamientos en “LA NECESIDAD DE RECUPERAR EL TIEMPO

  1. El Tiempo, ¿qué es el tiempo?
    La R.A.E. lo define como:
    – Duración de las cosas sujetas a mudanza, o magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro.
    Yo creo que el tiempo no se puede medir, ni cuantificar, el tiempo es un don de la naturaleza, que los humanos intentamos dominar y controlar. Creemos ilusamente poder limitarlo en segundos, días, años, siglos… pero el tiempo no es una cantidad, es una experiencia.
    Estoy seguro de que a todos nos ocurre, que cuando lo pasamos bien, el tiempo se hace efímero, como una suave brisa, mientras que, cuando estamos en una situación incómoda o aburrida de la que deseamos escapar, el aire se vuelve denso, y lo segundos se convierten en horas. Es innegable a todos nos ocurre. Es por ello que digo que el tiempo es inmedible, pues a veces se muestra esquivo o variable en función del momento y de las personas.
    Con respecto al museo, Matías, no tengo mucho que decir, pues por suerte o por desgracia no lo he visto. Pero sí es cierto que el tiempo es usado a veces para el bien y otras es manipulado por algunos medios y empresas que nos dan una idea errónea de cómo invertirlo o de cómo disfrutarlo, y en el fondo es eso lo que mantiene a la sociedad en un caos.
    Para concluir, solo me queda decir, que el Tiempo es un bien muy preciado, y que debemos aprovecharlo al máximo, pues “el tiempo perdido es tiempo que no se puede recuperar”.

  2. Desde luego, el tiempo es un bien muy preciado y necesario para todo y sin el cual no podríamos hacer nada. El artículo nos hace reflexionar sobre la importancia y la necesidad de pararnos de vez en cuando a hacer cosas que vamos perdiendo poco a poco, el leer un libro tranquilamente en un parque, el ver pasar a la gente, conversar relajadamente con los amigos…, porque continuamente andamos con prisas, pendientes de conseguir cada vez más, y nos olvidamos de lo más importante: vivir.

    Podríamos comparar la vida de un hombre de campo, lejos del bullicio de la ciudad, y la vida de un hombre de una gran ciudad, no digo que una sea mejor que otra, pero se puede apreciar la distinta forma de emplear el tiempo, lo largo y tranquilo de un día de campo frente a lo estresante y rápido de un día de gran ciudad.
    Lo que sí veo claro es que en cada momento de nuestra vida hacemos unas determinadas cosas, por ejemplo, en la infancia, la etapa de estudiante… y lo que me gustaría es utilizar bien mi tiempo, para que cuando tenga más, saber que no necesito recuperar ese tiempo.

  3. Estoy totalmente de acuerdo con Paquito, el tiempo es oro, como dice el dicho. El tiempo pasado es motivo de nostalgia de recuerdos bonitos o de deseo de olvidar momentos desagradables, depende de las situaciones vividas, pero, sea cual sea nuestro pasado, ahí está, en nuestros recuerdos, ya que mientras sigamos recordándolos seguirán vivos.

    El tiempo presente es el que tenemos que vivir intensamente, saber aprovechar lo bueno que nos ofrece la vida y dejar de lado aquello que nos puede hace mal.

    Con las tecnologías que tenemos a nuestro alcance, video cámaras, ordenadores, móviles, etc podemos “capturar” el tiempo en que vivimos, para que en el futuro podamos recordar estos momentos pasados. Lo que vivamos ahora, como es el caso de ir a visitar un museo, leer un libro, conocer gente, lugares nuevos, además de enriquecer nuestro presente va a formar parte de nuestro tiempo pasado, el cual recordaremos en nuestro futuro.

    En definitiva, pasado, presente y futuro serán las piezas de un puzle, que formaran el conjunto total de toda nuestra vida.

  4. Estoy totalmente de acuerdo con las opiniones del blog , a veces, no sabemos cómo utilizamos el tiempo o, mejor dicho , no sabemos apreciarlo. Muchas veces el ajetreo de la ciudad , las obligaciones , las compras , la prisa , hacen que vivamos con estrés , pues no sabemos distribuir el tiempo , y añoramos si tuviéramos más tiempo .

    La vida retirada es un ejemplo de existencia de tiempo, de presencia de este , sin embargo, hoy día el tiempo es frenético , no porque lo sea , sino porque lo hacemos nosotros. Es cierto que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo haciendo cosas que quizás no hemos elegido , sino que la sociedad no las impone: estudiar , trabajar… y siempre se añora más tiempo para hacer lo que verdaderamente te gusta , aquello que te divierte , con lo que aprecias más la vida. Para finalizar, quiero indicar o hacer mención de la canción mítica de Estopa en la que se dice que «el tiempo es lo que nos falta , lo que no sobra nunca…»

    ——————-FERNANDO GÓMEZ AGUILAR——————–

  5. La vida, se define como un periodo de tiempo al cual le aguarda un final. Pero, ¿realmente lo aprovechamos? Parte de los humanos, se caracterizan por hacer cosas gloriosas, como escribir libros, construir edificios, o incluso ser un gran jugador en el ámbito del deporte. Desde mi punto de vista, este tipo de hazañas por las que estas personas han sido reconocidas a nivel mundial, no significan aprovechar todo el tiempo que poseen.
    Para mí, realmente, utilizar este tiempo de una forma correcta, sería con la familia, con los amigos…, momentos que jamás podremos olvidar. No sirve de mucho pasar una vida entera intentando ser reconocido por las personas, porque ¿qué queda de eso al final? Nada.
    Yo misma, me he planteado varias veces, que quiero aprovechar este tiempo que me han dado, al máximo, y que unos 80 años, no son suficientes para todo lo que he pensado hacer. Pero, por otro lado, una persona mayor, que haya vivido este periodo de tiempo, tendrá un punto de vista totalmente diferente. Esta pensará que los años, que ha vivido, le han sido suficientes para haberlos aprovechado.
    Por otro lado, los humanos nos caracterizamos por querer recuperar momentos ya vividos. Cualquier persona, en un instante de nuestra vida, hemos querido volver a atrás para vivir de nuevo una situación que nos encantó, para disfrutarla mejor e incluso para rectificar errores. Pero, desgraciadamente, esto es algo que no se encuentra a nuestro alcance, en cambio, sí aprovechar al máximo el tiempo que tenemos.
    En mi opinión, el tiempo es algo muy relativo, ya que, según las etapas de nuestra vida, queremos disfrutarlo de forma diferente. Aun así, en cualquier momento, debemos sacarle todo el provecho posible, puesto que, algún día, nos podemos arrepentir de lo que no hemos hecho.

    Mª Carmen Encinas.

  6. En mi opinión, el tiempo es algo imposible de recuperar. Disponemos de él en el momento, lo gastamos como creemos más oportuno, muchas veces malgastado, y una vez que se nos fue queremos recuperarlo. Hacemos esfuerzos por volver a vivir esos momentos que se nos escaparon: la infancia, la hora de la comida en mi casa con mi abuela, la ilusión con la que esperaba la llegada de los Reyes Magos…, pero ni soy ya una niña, ni en mi casa vive mi abuela, ni sigo creyendo en los Reyes Magos.
    El tiempo es algo inmaterial, que se puede medir, que ha llegado a ser medido por el hombre, y que pese a que no podemos tocarlo es muy preciado y valioso. Su valor depende de lo que perdemos con su paso.
    Un hombre de ciudad, inversor de bolsa, utilizará un tiempo valiosísimo, pues de este tiempo depende que gane o pierda en una jornada algunos cientos de miles de euros. Distinto es el tiempo del que dispone un agricultor, quien puede perder o ganar varios cientos de euros una jornada. Como distinto es el tiempo del que dispone un “ocupa”, al que le sobra media jornada y la otra media la pasa predicando paz y amor.
    Distintos tiempos en tres ejemplos distintos, pero todos ellos irrecuperables. Llegarán días que me permitan hacer lo que ayer no pude, pero estaré dejando de hacer lo que quizás necesite recuperar mañana.
    Según lo entiendo, el tiempo solo puede ser pasado o futuro. Creo que el presente no existe, ya que lo que voy a vivir dentro de 1 centésima de segundo aún es futuro, y sin embargo después de una centésima de segundo ya es pasado. El mismo razonamiento valdría para una milésima de segundo, una millonésima de segundo, y así hasta el infinito. Y puesto que el presente no existe, preparémonos para vivir el futuro intensamente, y así dejar escrito un buen pasado. Sabremos que lo hemos hecho correctamente cuando en el momento pasado de nuestro nacimiento nos recibieron con risas, y en el momento futuro de nuestra partida nos despidan con lágrimas. Y no al contrario.

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