Me estremece contemplar la imagen publicada ayer en los periódicos de 3 niños fallecidos –titulaba El País-, durante un ataque de las Fuerzas Armadas Israelíes, en la franja de Gaza. Y me indigna la actitud de la comunidad internacional: el apoyo incondicional de la administración americana a Israel; las dudas incomprensibles de los países de la Unión Europea; la parsimonia de la ONU; la división en el mundo árabe.

Mientras tanto, la operación de exterminio continúa; ya van 600 palestinos muertos, buena parte de ellos civiles, frente a 5 israelíes. 

El gobierno de Israel ha prohibido el acceso a la zona de más de 500 periodistas. Es, por tanto, además de injusta, una guerra censurada, para que no se deteriore aún más la imagen del ejército israelí, para que no se conozcan las barbaridades que está llevando a cabo, para que los periodistas vivan la guerra desde el lado israelí, donde, en efecto, impactan a diario los cohetes caseros lanzados por las milicias palestinas, aunque sin causar apenas víctimas. 

Esta censura explica que la prensa occidental, en su mayoría, denomine eufemísticamente “conflicto de Oriente próximo” a lo que en realidad es un exterminio sistemático de personas; pero fotografías como la de los 3 niños asesinados nos muestran la realidad tal cual es. 

Rafael, desde su blog “Rincón solidario, nos pide que firmemos la carta que Amnistía Internacional va a enviar al Ministro de Defensa de Israel, pidiéndole que ponga fin a los ataques desproporcionados e ilegítimos sobre la franja de Gaza y que permita el acceso de ayuda humanitaria, así como de testigos imparciales en la zona.   

¡ACTUEMOS, YA!

7 pensamientos en “

  1. Este es un claro ejemplo más de la desigualdad en el mundo y de la importancia que tienen hoy las alianzas con determinados países: para empezar, esta masacre es absurda, porque lo que ellos piensan que es defender su territorio, realmente es invadirlo. ¿Qué les costará a ellos compartir el terreno, el país? No tienen nada que perder; al contrario, ganarían dinero trabajando juntos, ahorrando en lugar de consumir la poca economía que algunos tienen (me refiero a los palestinos, puesto que los israelíes cuentan con un nivel económico superior) en bombas y material explosivo para causar daños, y además ahorrarían en algo más importante: en vidas humanas. Y por ello, como Israel cuenta con apoyo extranjero tiene una mayor cantidad de recursos que los palestinos, y como siempre rige la ley del más fuerte. ¿No es hora de que esto acabe ya?
    Nosotros nos podemos mostrar consternados por esta lucha, por esta masacre, pero el no hacer nada no ayuda. Debemos tomar partido, colaborando, por ejemplo, con ONGs (como Amnistía Internacional) y hacer lo posible.
    Por otro lado, todo esto no es culpa sólo de EE.UU. Es cierto que es el país con más culpa, por prestar tal apoyo a Israel; pero, ¿qué queremos? Este país está gobernado por personas, y como bien sabemos todos el poder corrompe y, cuando saciamos una necesidad, siempre queremos más. Es por ello que Estados Unidos se comporta así y por eso mismo debemos evitarlo entre todos. Debido a esto, es nuestra la mayor culpa, ya que con el â??miedoâ? que le tenemos a Estados Unidos no nos atrevemos a movernos, sólo criticamos desde los salones frente a los televisores.
    Pues bien, yo al menos lo he decidido: yo voy a colaborar en lo que me sea posible, y por ello el primer paso que he dado ha sido firmar en la carta de Amnistía Internacional. Espero que todos hagamos lo mismo. No podemos dejar que siga muriendo gente.

    ¡Saludos!

  2. Estoy totalmente de acuerdo con el comentario de mi compañera, y me uno a ella firmando en la carta de Amnistía Internacional.

    Y en cuanto a esta noticia, yo nunca he sido partidaria de las guerras, nunca he entendido ni entenderé los planes que llevan a cabo los sistemas de gobierno, no me entra en la cabeza que para un fin, como es obtener dinero o poder, tengan que morir personas inocentes.

    Pero muchas personas ven este problema como algo lejano, algo que solo pueden solucionar los altos cargos de poder, pero ¡no! La culpa la tenemos nosotros, por no decir ¡basta!, por tener miedo, ¿y miedo a qué?, ¿qué hay peor que esto? , ¿qué hay peor a que nos matemos los unos a los otros sin importarnos lo más mínimo nada? No entiendo cómo nos atrevemos a llamarnos animales racionales. ¿Esto es razonar?, no, definitivamente, no.

    Pero no sirve de nada hablar o pensar todo esto que intento dar a entender. Si no actuamos, si no nos unimos en contra de estas barbaridades, no sirve de nada. La solución está en nuestras manos, más cerca de lo que creemos, y podemos, podemos llegar a acatar problemas tan graves como éste, pero para eso debemos concienciarnos y unirnos, así que como dice el titulo de este post: ¡actuemos ya!

  3. Este conflicto del que llevo toda mi vida escuchando hablar ,tanto en casa como en los medios de comunicación , todavía me resulta de lo más enigmático, puesto que escuchas diferentes versiones del problema, con lo cual es muy difícil saber exactamente lo que está pasando.
    Para poder dar una opinión lo más objetiva posible me he documentado, y así he podido saber que las raíces del conflicto palestino-israelí se hunden en la historia, pero el conflicto contemporáneo es un recorrido por los avatares del siglo XX. Por el escenario han desfilado desde hace dos mil años judíos, romanos, árabes, otomanos, británicos, franceses y las dos superpotencias de la guerra fría, Estados Unidos y la Unión Soviética, que apadrinaron a Israel y árabes radicales, respectivamente. Pero el conflicto es entre judíos, que en 1948 fundaron su Estado, tras la emoción suscitada por el holocausto, y palestinos, que no tienen Estado. Una vez acabada la guerra fría, y después de cinco conflictos armados, parecía que había llegado el momento del entendimiento. El proceso iniciado en 1993, con el demócrata Bill Clinton en la Casa Blanca, rozó la paz. Pero fue un espejismo. Bajo el fuego cruzado de los radicales de ambos bandos, la negociación abierta por el líder palestino, Yasser Arafat, y el primer ministro israelí Yitzhak Rabin, asesinado en 1995 por un extremista judío, se ha estancado.
    Según he podido leer en uno de los periódicos que he consultado,el final de la guerra fría, con la desaparición de la URSS, significó para los regímenes árabes radicales la pérdida de su principal aliado. Los dirigentes laboristas israelíes Yitzhak Rabin y Shimon Peres consideraron, con los árabes debilitados, intercambiar los territorios ocupados en 1967 por la paz. Este plan fue aceptado e impulsado por Estados Unidos, el gran aliado de Israel. Para los laboristas y el resto de los partidos laicos israelíes, el objetivo último de un acuerdo de paz era separar a israelíes y palestinos. Todo lo contrario de lo defendido por la derecha israelí, para quien la guerra de 1967, con sus conquistas territoriales, fue entendida como la señal que estaba esperando sobre la «era de la redención» y la llegada del Mesías, que supone se acelerará cuando controle todos los territorios del Israel bíblico. ¿Y por qué es tan importante la separación de israelíes y palestinos? Porque si Cisjordania, con sus dos millones de palestinos (y unos 200.000 colonos judíos), no fuera devuelta, al menos parcialmente, como ya ha sucedido con Gaza (1,1 millones de palestinos y 6.500 colonos judíos), serían posibles dos escenarios preocupantes: o habría que dar derechos políticos a los palestinos en el Estado de Israel o habría que negárselos. Si sucediera lo primero, Israel, entonces con hasta un 40 por ciento de árabes, ya no sería el Israel actual, sino otro Ulster, un país con dos comunidades enfrentadas. Pero si fuera lo segundo, que es lo que lograrían los nacionalistas con su deseo de retener los territorios, el resultado ya no sería el sueño sionista, sino la Sudáfrica del apartheid.
    Es cierto que los más perjudicados son los ciudadanos palestinos, sobre todo los de Gaza y Cisjordania.Se están produciendo y llevan muchos años produciéndose muertes gratuitamente. Niños, mujeres, ancianos, personas enfermas, continuamente están sufriendo el asedio del gobierno israelí, y están «viviendo» en la más absoluta de las miserias.
    Pero estas no son las únicas muertes, hay otras muchas que son las que el grupo Hamas está produciendo en Israel. Es cierto que el número de víctimas es muy inferior en este país, pero también hay niños y gente inocente que mueren.
    La comunidad internacional está intentando intervenir en el asunto , pero no se le está dejando actuar por ninguna de las dos partes.
    Lo único que se me ocurre para concluir es la frase «Give peace a chance» la famosa canción de John Lenon.

  4. En este país, siempre están en constante violencia y masacres, que no entiendo como ellos mismos no reflexionan y dejan todas estas violencias que están perjudicando a familias que no tienen nada que ver, pues su muerte no va a solucionar nada, como la imagen de estos tres niños muertos que sólo van a derrumbar a la familia.

    También es una desigualdad del mundo, porque si este país tuviera recursos suficientes y mantuviera buenas relaciones con los demás países, no se habría llegado a este gran conflicto.

    La comunidad internacional va ayudar a este país dándole una parte de nuestro dinero.

  5. Sólo me ha bastado echar una ojeada a la foto, para convencerme de que el ser humano es el ser más ruin, despiadado y aniquilador que existe en el Planeta Tierra. Ni los animales que no razonan se compartan de la misma forma que nosotros.

    Es desgraciadamente una realidad y, por ello, me siento realmente avergonzada de pertenecer a una especie tan egoísta y asesina, como esta. Por supuesto, y afortunadamente todos no somos así, pero no dejo de asombrarme de la gran cantidad de personas que van por el mal camino. Y todo siempre por el poder. El maldito poder que destruye la racionalidad de los individuos convirtiéndolos en los autores de esta realidad terrible que nos muestra la foto.

    No puedo dejar de apartar la mirada de ella, aunque en realidad me aterroriza observar las consecuencias de una acción tan miserable. Esto hay que pararlo como sea, pero de una vez por todas. No puede ser que nosotros estemos aquí tan tranquilos, en el calor de nuestro hogar, cuando personas como nosotros están muriendo. Y lo peor de todo es que incluso a niños, ¿es que no hay compasión?. Solo de imaginarme el dolor de esos familiares me dan ganas de llorar. Aún más cuando pienso que ellos quizás tampoco estén con vida ya.

    Sé que nosotros no podemos hacer mucho desde nuestra situación, y una solución no sería ni mucho menos coger una metralleta e irnos a la guerra, así que comparto con mis compañeras que lo mínimo que podemos hacer es firmar la carta de Amnistía Internacional y divulgarlo para que intentemos parar esta masacre. Así como colaborar en las ONGs para que, cuando puedan entrar en la zona afectada, tengan material suficiente para ayudar en lo que haga falta.

    En realidad, no sé cual es el motivo de la guerra y, en verdad, ni me interesa. Porque cualquier explicación de la causa me parecerá absurda, pero, sea lo que sea, que paren ya. Esto no puede seguir así.

    Saludos

  6. Esto es uno de los tantos casos que da pena de ver, de ver como el mundo lo estamos destruyendo nosotros mismos. y de ver hasta dónde llega la violencia, hasta un punto que para mí es poco imaginable, pero visto lo visto es posible. Es una pena que estos países estén en continuas guerras y que esto haga que no puedan ser felices, que no se puedan desarrollar de forma civilizada y sobre todo que los índices de mortalidad sean altísimos debido a las muchísimas vidas que se pierden en estas guerras.
    Y una cosa interesante de destacar son los motivos que dan para las guerras, que son absurdos, que, por culpa de unos motivos que no son ni fiables ni nada, se pierdan tantas vidas.

    También hay que tener en cuenta, que este país, por ejemplo, no tiene muy buenas relaciones con otros países y con esto sacas de conclusión que es muy importante tener buena relación con los países grandes que son los que en caso de malestar, guerras, etc. te pueden ayudar de una forma o de otra, y la importancia de esas alianzas que se hacen entre países que hacen que un país se sienta más seguro al ser apoyado por otros países.

  7. No se como pueden seguir produciéndose tantas y tantas injusticias en el mundo, después de tantas masacres, tantas vidas perdidas en vano, países destrozados, etc, sin embargo no parece que aprendamos de nuestros errores anteriores, al contrario, cada día las formas de matar se vuelven más sutiles, pero aún más devastadoras, se sustituyen las luchas cuerpo a cuerpo con una simple bomba que puede arrasar en tan solo unos segundos multitud de vidas de personas, personas como nosotros, únicas en el mundo cada una de ellas, con problemas, ilusiones, proyectos de futuro, con una vida única e irrepetible y en unos segundos se arrebata su derecho a vivir. Sin embargo nosotros, â??los del primer mundoâ? parecemos no darnos cuenta del problema real al que se enfrenta el mundo, la lucha por el poder. Y mientras la gente se muere de hambre, es asesinada o reprimida, nuestras voces no se oyen, las voces de los supuestamente educados, demócratas, civilizados, ¿Dónde están la libertad y los derechos de estas personas?
    Solucionamos las injusticias mirando para otro lado, echándole la culpa a los que dominan el mundo, cuando en realidad nosotros somos los que los elegimos, los que debemos exigir un mundo más justo.

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