Si las Tesmoforias eran fiestas griegas del siglo V a. c. en las que las mujeres se sentían libres tomando las riendas de sus propias vidas, habría que proclamar: Tesmoforias para siempre; porque la libertad, que no es un don sino una conquista, que ha durado muchos años, ya la ejercen las mujeres, al menos en países democráticos, como el nuestro.
Ayer tuvimos la oportunidad de ver representada en nuestro centro esta obra de Aristófanes, en un montaje ágil e ingenioso, donde destacaron las escenas corales, a veces, iniciadas fuera del escenario. Arrebatadora la danza encabezada por el criado de Agatón, llena de ritmo y plasticidad, y con movimientos insinuantes, ejecutados con gracia y precisión por los actores. No menos graciosos los comentarios gestuales de éstos al diálogo entre Mnesíloco y Eurípides –por cierto, una agradable sorpresa la interpretación convincente de nuestro amigo José Antonio Mora, muy metido siempre en su papel-. Conmovedor el coro de mujeres, cuando actuaba como tal coro, con las actrices diciendo los textos al unísono y desplazándose por el escenario, como si fueran una sola. Desigual, en cambio, el nivel de interpretación, pues junto a personajes muy logrados, como el Mnesíloco de Juan Carlos Villanueva o el Eco de Toni Aguilar, encontramos a otros, particularmente entre las Tesmoforias, más artificiosos, menos creíbles, quizá por la dificultad de construir un personaje con tan solo dos o tres frases.
Otro acierto fue la escenografía –aunque algo lento el cambio de decoración entre los actos- y el diseño de vestuario, muy en consonancia con el enfoque alegre y dinámico del montaje de Daniel Sergio Pardo.
Felicitamos al grupo “Entrecajas” por habernos ofrecido una representación, que en ningún momento nos aburrió y nos quedó el mensaje tan actual de la valentía de unas mujeres que no se resignaron a desempeñar un papel secundario en la sociedad ni a permanecer indiferentes ante las injurias por razones de sexo. Lo dicho: Termoforias para siempre.
Qué puedo decir sobre una obra de tan grande calibre, su interpretación por este grupito teatral fue grandiosa, pensé por un instante que sería una de esas obras tan aburridas, pero en cambio me intrigó esta obra y esa forma de lenguaje tan poética y en consonancia con el entorno, un aplauso por todo ese esfuerzo que tuvieron que hacer toda representarlo ante todo mi instituto y sus profesores, otro aplauso por el vestuario y un ´ltimo por la escenografía y esa manera en la que el escenario deja de serlo para fundirse con las gradas.
Yo volvería a verla.
bueno yo quiero decir q la obra me gusto mucho cuando al vi y que estos chicos y chicas se lo han currado mucho al igual que su monitor amigo compañero dani entre todos han hecho una obra q ha gustado mucho felicidades chicos/as.