â??Como agua para chocolateâ? nos cuenta una historia de amor enterrado, a través de un recetario de cocina. Sobre esta novela de Laura Esquivel ha girado el segundo debate del Club de Lectura de nuestro centro. Entre los participantes, apreciamos nuevas caras, sobre todo por parte de los alumnos; lástima que la hora y el dÃa hayan impedido una presencia más numerosa del sector de los padres y madres.
El libro se estructura en 12 capÃtulos, que resumen los encuentros y desencuentros amorosos de Tita y Pedro, contados de un modo sencillo, como las propias recetas de cocina.
De nuevo, el intercambio de opiniones sobre lo leÃdo nos enriqueció a todos: a quienes habÃan aceptado el reto de que lo irreal aparezca como algo cotidiano y a quienes no se habÃan dejado arrastrar por esta mezcla de realidad y fantasÃa; a los que consideraban a Tita un personaje rebelde y a los que la veÃan más bien cobarde; a quienes habÃan ejercido el derecho a saltarse páginas, cuando llegaban a las recetas de cocina, como Fernando, y a quienes, como Azahara, habÃan leÃdo éstas con la misma delectación que el resto de las páginas.
Porque la lectura es un acto individual, en el que cada uno construye a los personajes, tal y como los ha imaginado, y donde el lector â??muy especialmente en el Club de Lectura que hemos creado- ha tomado libremente â??no obligado por tal o cual profesor- la decisión de leer, y de saltarse las páginas que no le interesen, y de no terminar el libro, si asà lo desea, y también de releer, por ejemplo, el delicioso pasaje de los buñuelos, o el de la teorÃa del fósforo, que tanto le impresionó a Lola, o aquel otro en el que Tita gozaba con el olor del relleno de las tortas de Navidad, porque la hacÃa viajar a los recovecos de su memoria.
Pero la lectura, como decÃamos al principio, es también compartir y, al compartir, nos volvemos más flexibles, volvemos a reflexionar sobre aspectos a los que no dimos la suficiente importancia. Por ejemplo, la colcha de Tita, que según JoaquÃn, era como el sudario que durante tanto tiempo habÃa estado tejiendo; o las apariciones de la difunta Mamá Elena, que son como la voz de la conciencia de Tita.; o en fin el salto temporal que precede al desenlace, que facilita la resolución del conflicto
Pasamos un rato muy agradable, hablando sobre esta novela de Laura Esquivel, que algunos complementamos viendo la pelÃcula del mismo nombre, dirigida por Alfonso Arau. ¿Se puede despedir mejor el trimestre y el año?
Próxima lectura, a petición de Paco, â??Siddharthaâ?, novela escrita por Hermann Hesse, que relata la búsqueda que realiza el protagonista para alcanzar la sabidurÃa. Los que tenemos una cierta edad volveremos a leerla para comprobar si la hemos alcanzado.
Nos vemos el jueves, 5 de febrero de 2009, a las 18 horas, para hablar sobre ella. Felices fiestas.