EL LIBRO QUE MÁS NOS HA GUSTADO

En marzo del año 2000, desde la Revista Cultural del IES Gran Capitán “¡BUFP…!”, le propusimos a todos los miembros de la comunidad educativa (profesorado, alumnado, padres y madres, personal no docente) que seleccionaran, entre todos los libros que habían leído, uno, el que más les hubiera gustado, impresionado, deprimido, enganchado…, y que justificaran esta elección en un máximo de diez líneas. 

Yo elegí “La metamorfosis” de Franz Kafka y di la siguiente justificación: 

“Siempre que tengo entre mis manos esta novela, me vienen a la mente los mismos recuerdos: una tarde de invierno sentado en la mesa camilla, al calor de un brasero de picón; una época de mi vida en la que los conflictos conmigo mismo y con mi entorno, las inseguridades que aún me acompañan, constituían una especie de pensamiento único; y una historia imposible que me arrastró por la vigilia y el sueño, la historia de un hombre que repentinamente se ve envuelto en una situación absurda y dramática a la que no encuentra ninguna explicación. Es la historia de nuestro siglo contada en clave simbólica, la historia del hombre robotizado al que le está prohibido preguntar el porqué de las cosas.” 

Como, esta semana que empieza, vamos a celebrar en el centro nuestra XVII Feria del Libro, queremos recuperar aquella iniciativa y proponeros que elijáis el libro que más os ha gustado. También, como en aquella ocasión, os pedimos que justifiquéis vuestra elección en un máximo de diez líneas.

LA AMISTAD

Antonio Machado y Miguel de Unamuno fueron amigos y mantuvieron una larga relación epistolar, durante toda la vida. En una de las cartas, el primero le confesó al segundo que estuvo a punto de pegarse un tiro, después de la muerte prematura de su mujer, Leonor, y que sólo le salvó la buena acogida, entre la crítica y los lectores, de “Campos de Castilla”, libro que acababa de publicar. 

La amistad entre los componentes de la Generación del 27 nació, a partir de su estancia en la famosa Residencia de Estudiantes, donde se alojaron para cursar estudios universitarios en Madrid. Intimaron, especialmente, Lorca, Buñuel y Dalí, tanto que las diferencias estéticas que, en un principio, existieron entre ellos –el cineasta aragonés y el pintor catalán lucharon por el surrelismo, colaborando juntos en películas, como “Un perro andaluz”, mientras que el escritor granadino tenía gustos más tradicionales-, en lugar de distanciarles, fortalecieron sus lazos de amistad. Ni siquiera el rechazo de Salvador Dalí, que no tenía el menor interés por el sexo, al amor declarado de García Lorca, consiguió acabar con ella. Pero con la Guerra Civil de 1936 todo cambió: el autor de “Romancero gitano” fue asesinado; Buñuel tuvo que marcharse de España, al final del conflicto; y Dalí permaneció en nuestro país, afín al régimen franquista. 

Como veis, la historia del arte y la literatura española del siglo XX está jalonada de relaciones de amistad. 

A los amigos nos atrevemos a contarles nuestros secretos más íntimos y también nuestras discrepancias más profundas. La amistad responde a una necesidad de comunicarnos con los demás: Es una faceta más, quizá la más importante, de la vida en sociedad.  

Os animo a que intervengáis para opinar sobre lo expuesto o para que contéis alguna historia de amistad.

Con el fin de facilitar vuestras intervenciones,  dejo en el aire algunas preguntas: 

¿El amigo nunca debe ponernos en la situación de decirle que no?

¿La confianza y el desinterés son las claves de la amistad?

¿A los amigos no se les puede pedir lo que no te pueden dar?

¿La amistad es lo más necesario para la vida, como decía Aristóteles?

¿Un amigo es como estar con uno mismo?

¿Enseñar es una forma de amistad por lo que tiene de dar experiencias y conocimientos?

CONTRADICCIONES

Comentábamos, hace unos días, en clase de 2º de Bachillerato, la paradoja de que Valle-Inclán hubiera dedicado buena parte de su vida a recuperar el título nobiliario de un antepasado suyo, con las connotaciones de conservadurismo que esto tiene, y por otra parte, acabara propugnando una revolución comunista para solucionar los problemas de España. 

Pero sobre todo nos interesó su obra y, particularmente, los esperpentos. En el primero de ellos, Luces de bohemia, que inaugura el género, Valle-Inclán caricaturiza la realidad española de principios del siglo XX, resaltando la contradicciones entre lo que esta predica y el comportamiento de los individuos que la integran. Así, por ejemplo, el gobierno se supone que está para administrar  el dinero público en favor de los contribuyentes y no en beneficio propio, como el ministro, al que visita Max Estella, que utilizada los fondos reservados para sobornar a sus enemigos; o la policía, cuya función es proteger a los ciudadanos y no reprimirles, como le sucede a la mujer que pierde a su hijo de un disparo suelto en una manifestación callejera; o la Real Academia Española, que debe reconocer el mérito de grandes escritores, como Rubén Darío, y no ningunearlos. 

Sin duda, los tiempos han cambiado, aunque, si consideramos los casos de corrupción que se están descubriendo recientemente, en Madrid y la Comunidad Valenciana,  o los que se destaparon en la operación Malaya,  se podría afirmar que, al menos, en parte, siguen teniendo vigencia las críticas del escritor gallego. 

En fin, os invito a que expreséis vuestra opinión sobre la actualidad de estas críticas, sobre la validez de un teatro, como el de Valle-Inclán, que en su época apenas pudo verse representado sobre los escenarios, no sólo por las dificultades técnicas a la hora de montarlo -a causa, por ejemplo, de los numerosos escenarios en los que se desarrolla la acción- sino también por la carga crítica a la que aludimos.