ILUSIONES

Hay algo mágico en el hecho de volver a visitar un lugar en el que hemos vivido y del que tuvimos que alejarnos durante un tiempo. Antonio Machado aprovecha esa magia para escribir algunos de sus mejores poemas. En el titulado “El poeta visita el patio de la casa en que nació” comienza mostrándonos lo que él vio, nos sitúa en el lugar donde estuvo y hace como si buscara algo:

“El limonero lánguido suspende
una pálida rama polvorienta
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo sueñan
los frutos de oro… 
                                                                                               

Es una tarde clara,
casi de primavera,
tibia tarde de marzo
que el hálito de abril cercano lleva;
y estoy solo, en el patio silencioso,
buscando una ilusión cándida y vieja:
alguna sombra sobre el blanco muro,
algún recuerdo, en el pretil de piedra
de la fuente dormido, o, en el aire,
algún vagar de túnica ligera. (…)”

 Busca una ilusión simple y lejana, al mismo tiempo; un recuerdo alegre que le hizo vibrar, emocionarse, cuando era niño, y que quiere experimentar ahora también, cuando vuelve a visitar el patio con la fuente y el limonero. La emoción, pues, está ligada al lugar que describe.

Estoy seguro de que lo que le sucede a Machado os sucede a muchos de vosotros. Sin ir más lejos, ahora que os reincorporáis, después del verano, a los estudios en el instituto, al caminar de nuevo por sus pasillos y vestíbulos, al penetrar en las aulas, que os son tan familiares, estáis buscando también alguna ilusión, algún recuerdo, alguna mirada, algún aroma. 

Si lo preferís, podéis comentar de qué ilusión habla Machado. El poema completo está en la siguiente dirección

:http://www.poesia-inter.net/amach007.htm

 

31 pensamientos en “ILUSIONES

  1. Cada vez que paso cerca del colegio donde terminé primaria y la ESO, cada vez que veo a un alumno con el uniforme que algún día llevé yo, cada vez que me encuentro con un profesor o simplemente cada vez que entro en el edificio y vuelvo a percibir el olor de la cocina o el ruido de los pequeños me acuerdo de cada uno de los momentos que pasé allí, cada compañero o amiga que dejé atrás. Entre aquellas paredes quedaron momentos de tristeza, de nervios y de alegría, pero pasado el tiempo, al regresar, solo regresan a mi memoria aquellos que me hicieron reir realmente y aquellos que incluyen a los verdaderos amigos, aquellos a los que conocí allí años atrás y con los que compartí todos aquellos momentos que vuelven a mi memoria cada vez que vuelvo al colegio donde terminé primaria y la ESO, en el que estuve durante seis años que definieron la persona que soy ahora.

  2. Bajo mi experiencia personal solo puedo decir, por fortuna o por desgracia, que no consevo recuerdos anexos a lugares.

    Sin embargo, no solo son lugares a los que se puede atribuir un recuerdo. Un aroma, una melodía, incluso una situación similar nos pueden evocar una ocasión del pasado y así es como yo si tengo ciertos recuerdos guardados.

    Así, cada vez que vuelvo a disfrutar del mismo trabajo orquestal en cualquier reporductor de musica que en su día escuché tras cual tenso momento que viví, se me vienen a la mente aquellos momentos en los que la concentración era máxima, cuando todos los movimientos contaban, todo el desenlace y, posteriormente, el descanso y la recuperación ademas de los cuidados que le aplique a una chiquilla de mi misma edad, desquiciada y nerviosa tras el choque que habia sufrido, malherida por los hechos y que tambien disfruto de aquel sonido lleno de amabilidad que nos confortaba.

    Quizas no es una historia alegre, ni tampoco es agradable contarla (de ahí que quede algo ambigua e incompleta la versión que he escrito hoy); pero los recuerdos siguen siendo recuerdos. Sean agradables o angustiosos, son los recuerdos de cada uno por lo que, por muy odiosos o vergonzosos que sean, no los olvideis nunca.

  3. Los sentimientos que expresa Machado en este poema son muy parecidos a los que siento yo cuando visito mi pueblo, después de mucho tiempo.El aire fresco del mar, las murallas, las calles, la gente, en definitiva todo el pueblo entero.
    Las historias de mis amigos, que me cuentan todo lo que ha pasado y lo que han cambiado des de que que los vi la última vez.

    Esto también me sucedió cuando volví a Córdoba después de estar todo el verano en Huelva. El calor de Córdoba, mis amigos que me cuentan como les ha ido todo, mi casa y su olor a cerrada.

    En definitiva, cuando regresas a algún lugar, después de un tiempo determinado, te encuentras con emociones y sentimientos inexplicables.

  4. Vuelvo de año en año al mismo sitio, al mismo lugar, al camping donde me crié, donde en su tiempo los fines de semana con mis amigos corria, saltaba, cogia la bici, montaba en los árboles.
    Ahora vuelvo tras algunos años y el vello se me pone de punta al ver aquellas porterias tumbadas en el suelo donde mis amigos y yo nos subiamos; los árboles mas inclinados de tantas ventiscas y tantas trastadas encima; esas luces oscuras; las cuestas quebradas de las riadas de las lluvias; los saltos preparados por nosotros q aun seguian alli intactos, tal vez algo dañados por el paso de los años; el suelo quemado de las hogueras de invierno donde siempre haciamos las nubes; las fiestas de fin de veranos, con diafraces, los bailes, los juegos, los concursos…
    Nunca olvidaré todos esos dias q pasaba alli, nunca quedaran en el olvido en mi mente, porque esa es mi infancia, mis amigos, mis recuerdos.
    Por suerte o desgracia, esos momentos pasaron al pasado y solo queda el recuerdo, pero los amigos aun seguimos viendonos y cada vez que nos juntamos nos acordamos de nuestras batallitas e historias inolvidables que cada vez que las recordamos nos inchamos a carcajadas.
    En fin, nunca olvidare cada mes, cada semana, cada dia, cada segundo…de mi vida en el camping

  5. Al llegar el verano, te vas de vacaciones y empiezas a recordar el verano anterior y cada una de las cosas que pasaron y crees que que van a volver a pasar.Si conocíste a alguien, crees que este verano vas a volver a coincidir para verlo, pero a lo mejor este año no coincidis y conoces a alguien nuevo,y el próximo verano pasaría lo mismo que este. Siempre vamos buscando una ilusión que no sabemos si se dará y cómo será,recordando el tiempo recordando los años anteriores.

  6. Volver a aquel lugar el cual ha dejado «huella» en mí,y por tanto, me permite recordarlo con dulzura, es muy especial para mí, ya que son emociones experimentadas en alguna situación en la que me he sentido muy bien o he notado que era alguien especial y sinceramente, «flotaba en las nubes».
    Son miradas, sonrisas, ilusiones, esperanza… todo unido en una sóla experiencia muy satisfactoria para mí y de la que estoy feliz de haberla vivido.
    Ojalá que vuelva a repetirla, ya que con lo bien que me ha hecho sentir, la viviría como la primera vez.

  7. Hace unos días sentí una sensación muy especial cuando estaba con unos amigos en un parque. Vimos unos columpios, como estaban vacíos nos montamos y recordamos cosas de cuando eramos pequeños; esos preciosos años de la vida en los que apenas nos preocupabamos por nada, en los que cuando nos peleábamos con los amigos solo hacía falta que pasara un día para volver a hablarnos, en los que solo con una pelota y un par de amigos te lo pasabas bien… Recordar esos momentos te hace ver que conforme vamos creciendo vamos complicando nuestra vida y hace que echemos de menos volver a aquella época.

  8. Son sentimientos muy especiales los que se siente cuando vuelves al sitio donde naciste y recuerdas situaciones que viviste . Esto es lo que me sucedió a mi este verano cuando volví al lugar en que nací, Briançon (Francia). Cuando llegué a esas calles desangeladas de gente , aunque en el rostro de cada persona que pasaba de rato en rato fijaba yo mis ojos para ver si en este tiempo de mi ausencia ha envejecido cierta persona.

    Cuando llegué al hogar donde pasé 2 años y entré por la puerta, me sentí inquietado por el gran cambio que había sufrido dicha residencia , las remodelaciones eran perfectas pero yo añoraba mi antiguo dormitorio, donde tanto ratos increíbles he pasado y el patio donde empecé a pelotear con mi hermano mayor.

  9. Nunca pensé que el cariño de unas buenas amigas fuera tan importante.Creo que eso mismo le pasaba a Machado,que en los lugares donde se han vivido sentimientos hermosos son dificiles de olvidar.De vez en cuando,cuando estas triste intentas recordar aquellas cosas que cuando las viste te hicieron tan feliz.En cada rincón de cuanquier habitación hay algo que te puede alegrar en los momentos duros.Eso me pasa cuando vuelvo a mi pueblo,donde encuentro el cariño de la gente que me arropa y me proteje.Y cómo no,cuando veo a mi novio que son ya cuatro años con él y es parte de mi vida.Su olor es como una parte de mi cuerpo y su mirada me hace sentirme especial y ser la persona más feliz del mundo.

  10. -Vuelve a mi un recuerdo de nostalgia cada vez que paso por mi antiguo colegio de primaria, al ver la puerta de la entrada siento una especie de brisa que acaricia mi rostro y un sentimiento agridulce me invade, dulce por los buenos ratos que pasé al lado de mis compañeros durante mi niñez, como cuando bajábamos al patio en el que nos encontabamos con los amigos de otras clases o el momento en el que te entregaban un exámen con un buen resultado, y agrio por las angustias que pasaba al esperar el resultado de algun exámen el cual no te habia salido bien. Este sentimiento prooca que cada vez que paso por la puerta de este no pueda evitar dirijir mi mirada hacia él y hacia mi antigua clase. Me invade ademas un sentimiento de alegria cuando me cruzo por la calle con alguno de mis antiguos profesores o compañeros y tras saludarnos reimos recordando aquellos momentos de alegria y diversión que vivimos. Estos recuerdos siempre me acompañan y nunca podré olvidarlos ya que pertenecen a los recuerdos mas importantes de mi ser.

  11. La sensación que experimenta Antonio Machado y que describe en este poema la he vivido muchas veces. La más significativa fue el pasado mes de Agosto, cuando volví de vacaciones, después de haber pasado quince días en Londres. En un primer momento no quería regresar, puesto que, a pesar de recordar a mi familia y de no entender muy bien el idioma, había conocido a muchas personas, vivía con mis amigos, a los cuales sabía que iba a extrañar bastante, y estaba disfrutando como nunca antes lo había hecho. Cuando regresé estaba triste y no podía olvidar todo aquello, incluso tenía ganas de volver allí, pero al ver a mi familia y al llegar a mi casa me di cuenta de lo mucho que me importa todo esto, de que no podría haber estado dos días más sin ellos, de que mi vida estaba aquí y de que no sería capaz de vivir mucho tiempo aljeda de mi ciudad, por todos los recuerdos que me trae. Aún así recuerdo el viaje como un momento inlvidable de mi vida, pero lo que de verdad no quiero olvidar nunca es la vida que tengo aquí, es decir, a mi familia, a mis amigos de siempre y , por supuesto, mi ciudad.

  12. En el parque de un pueblo cerca de Granada se encuentra parte de mi infancia. El verano pasado estuve allí y me dejé seducir por el recuerdo de mi niñez.Sentía en mi rostro el frío de la mañana, vi los jardines,los bancos,los columpios llenos de escarcha.Yo corría por el paseo, el suelo escurridizo del hielo me hacía patinar y me divertía y reía, mientras observaba cómo los ancianos del lugar con sus garrotes en mano,su pelliza y sombrero, abrigados del frío invierno, iban al quiosco de prensa que estaba a la entrada del parque, compraban «El Ideal» y hacían pequeños corrillos donde comentaban las noticias del día.
    De pronto, me vino el olor del chocolate caliente y los churros con los que desayunábamos mi familia y yo cada mañana.Mientras se oía el repiqueteo de las iglesias del pueblo marcando las horas.Al fondo, en la cima del pueblo estaba el castillo llamado «La Mota» , su imagen me perturbaba, quizás por las leyendas que circulaban y me contaban los mayores del lugar,tambien quizás porque en ese monumento mediaval está el cementerio. Y sé que volveré siempre al origen de mis raíces para no olvidar jamás una parte de mí que hace temblar a mi alma.

  13. Machado habla de volver a ver algo, de rencontrarse con alguien, con alguna cosa, con visitar algún lugar, en especial de todo aquello que has vivido o en donde has vivido mucho tiempo y has tenido que alejarte pero que cuando vuelves a ello, vuelve a ser como antes lo era y vuelves a vivir, a soñar de nuevo. Y quedan olvidados esos días que pasas contando, que faltan para volver hacer lo que tanto te gusta, como cuando ves a tus amigas después de tanto tiempo y que has echado mucho de menos, que has disfrutado con ellas aunque haya habido algunos momentos malos y alguna que otra peleilla pero que siempre se ha solucionado.
    El peor momento que pasé fue cuando perdí la ilusión de que no iba a volver a lo que tanto me gustaba, porque me tuve que quitar antes de que la temporada acabase, pero en la temporada siguiente volví apuntarme. Ahora esa ilusión se esta perdiendo poco á poco y se está remplazando por una tristeza debido a que todo no será como lo era antes, pero no todo es triste ya que quedarán aquellos recuerdos que nunca se olvidarán.

  14. Sólo en un par de semanas me enamoré de aquel lugar. La playa, la arena, las palmeras dándole un tono verde al paisaje, los guiris en el paseo marítimo, los viajes al kiosko de prensa y de gominolas, los nuevos amigos, los bañistas que clavan la sombrilla al amanecer y que se despiden al atardecer, los domingueros, las barquillas cerca de la orilla y los barcos en alta mar…Pero sobre todo me enamoré de él, del chico que te lanza una mirada y te regala una sonrisa.

    Sólo algunos días. Lo suficiente para irme y extrañarle.

    Al regresar todo era igual. La playa, la arena, las palmeras…
    Pero a él pude volver a sentirle. Le veía entre las olas de la mar, y cómo, cuando salía, sus pies se envolvían de arena. Pero la imagen que mejor podia recordar era cuando me regalaba sonrisas, que hacían que enrojeciese, o simplemente al dedicarme una mirada. El sol me iluminaba esos recuerdos; las horas jugando con él a la pelota, a las cartas…
    En fin, volvía a verle.

    Sabía que nunca más le iba a ver aquel día que tuve que despedirme. Solamente podría cerrar los ojos e imaginarle, el olor de la mar me bastaría para recordarle, que las visitas que hiciese me harían recuperar viejas imágenes.
    Todo quedaba en un simple pero valioso recuerdo.

  15. Hay lugares donde se han compartido sentimientos, se han guardado recuerdos, que por muy insignificantes que ellos parezcan en su momento, guardan una carga emocional bastante fuerte. Es el caso de donde nací y me crié. Quién me iba a decir que por circunstancias de la vida abandonaría aquel lugar, abandonaría familia, abandonaría momentos… Y es así, cuando piso de nuevo aquel lugar, aquel pueblo, aquella casa, vienen a mí tantos recuerdos, tantas emociones; me veo de pequeño, en el patio donde jugaba, en la cama donde dormía… Tantos momentos insignificantes,a los cuales nadie le da importancia y ahora son culpables de hacerme sentir esta sensación… ese sentimiento de nostalgia… algo especial…
    Por si fuera poco, ves a aquellos amigos de la infancia, con los que hacías trastadas y te ibas a jugar a la pelota, cosa normal para un niño, sin mayor importancia, que sin embargo ahora si la tiene. Ves a tu familia, y recuerdas aquellos momentos vividos juntos, que forman parte de mi pasado y mi presente, por los cuales ahora, te vienen recuerdos, amagos de tristeza y a la vez felicidad… Y es que, conforme pasa el tiempo los momentos se van guardando en tu cabeza, y es en situaciones, como esta, en la que, vienen a tu cabeza en forma de nostalgia…

  16. No se puede decir que yo me haya alejado mucho de mis raíces, pero no hace falta mucha distancia para experimentar el vacío que se siente cuando te han arrancado de ellas…

    Cuando por el motivo que sea, visito el pequeño barrio donde me crié, mi mente se llena de sensaciones muy diferentes, y que a la vez se mezclan entre sí: la diversión con los amigos, el enfado con los que no lo son tanto, el llanto, la risa, la ternura. Andando por las desoladas calles, casi pudiendo oir las voces de los niños jugando, me voy acercando a tocar cada una de las puertas y paredes que conforman las casas, ahora mas viejas que antes, que recuerdo de mi niñez. Cuando cierro los ojos puedo vislumbrar un vertiginoso retroceso en el tiempo y volver a sentir de nuevo en mi interior las gentiles sonrisas de aquellos que eran mis vecinos. Recuerdo la cuesta que me veía obligado a subir cada mañana para ir al colegio, a veces contento, a veces de mal humor, y allí sentado entre las hojas secas del patio de mi antiguo colegio, me quedo absorto en mis pensamientos, embriagado con mi propia memoria hasta que la luz del ocaso deja de acariciarme el rostro y me avisa de que es hora de volver a casa.

  17. Llevo diecisiete años viviendo en el mismo lugar. Allí, desde pequeña, he vivido experiencias inolvidables que jamás olvidaré. En esa calle encontré a mis primeros amigos, esos con los que nunca te cansabas de jugar, esos que te hacían reír por cualquier tontería. No había nada mejor que pasarse las tardes de verano sentada en un banco con mis amigas simplemente para ver pasar a ese vecino mayor que tanto nos gustaba. Pero en un día como otro cualquiera te das cuenta de que todo eso ha cambiado. Ahora todo esto tengo que dejarlo a un lado y lo que es peor tengo que despedirme de todas las personas que mas me importan para irme a estudiar fuera de mi ciudad. Todo eso me da un poco de miedo porque se que voy a echar de menos todo. Allí me daré cuenta de que hay muchísimas cosas que me faltan y otras que sobraban; gente nueva, la gente de siempre� Dejaré atrás muchas cosas aunque simplemente sea mi habitación y se que añoraré hasta las cosas mas insignificantes que antes no sabía apreciar. Así que tendré que despedirme de lo que ya ha pasado�y, sin embargo, sé que cada vez que vuelva a mi ciudad disfrutaré de aquellos insignificantes momentos que antes no apreciaba. Aquel olor al entrar de nuevo en mi casa, la comida que mi madre prepara, volver a ver a mis amigos, pasear por mi barrio� También estoy segura que en ese lugar nuevo que conoceré volverá a repetirse la historia y cada vez que vuelva de nuevo allí recordaré situaciones y vivencias de los momentos buenos y malos que allí haya vivido .

  18. Creo que todo el mundo hemos sentido la ilusión de la que habla Machado alguna vez.
    Yo la sentí hace poco, cuando llevé a mi primilla al colegio «Concepción Arenal» donde yo he pasado 7 años de mi infancia.
    Al entrar sentí unas sensaciones inexplicables;los largos pasillos,el olor las clases,el recreo donde yo había jugado tanto con mis amigas de la infancia…
    La tutora de mi primilla resultó ser «Rafi», que había sido mi profesora durante 4 años, casi no la reconocí de lo cambiada que estaba!Hablé con ella durante un buen rato,recordando los juegos que hacíamos y lo bien que se lo pasó en aquella época con los niños de mi clase.
    En fin,de vez en cuando todos sentimos algo por dentro cuando nos volvemos a reencontrar con algo o alguien del pasado.

  19. Yo vivía en un pueblo de Córdoba, llamado Belmez hasta los once años, con dicha edad me traslade a Móstoles (Madrid), una ciudad que no me agradaba y en la cual han trascurrido siete años de mi vida. Las personas no eran como mis viejos amigos que me deje atrás, los cuales añoraba mucho. Cuando iba llegando y veia las almenas de mi precioso castillo empezaba a llegar a mi cabeza muchos recuerdos de cuando subia con mis amigos a las altas almenas y empezaba a ponerme nerviosa por ver a mis amigos y familiares. Cuando ya estaba allí me ilusionaba muchisimo ver a mis queridos amigos de la infancia y mi encantadora familia. Con los amigos contabamos todas las hazañas que realizábamos de pequeños y nuestros viajes de fin de curso, que son inolvidables para todos, ya que tenemos muchos recuerdos que nos han unido a lo largo de estos años. Recordar lo pasado durante estos años, hace brotar mis emociones. Con diecisiete años volví a mi pueblo con mucha ilusión, por estar de nuevo con mis viejos amigos y familiares.

  20. Estoy totalmente de acuerdo con Machado en cuanto a la sensación que se siente al volver a un lugar querido, como tu antigua casa, en la que te has criado y crecido junto a tus hermanos y amigos, esos con los que pasaste dias inolvidables, que siempre han estado ahí y que nunca se olvidarán.

    La sensación es fria al acordarte de los momentos difíciles que has pasado y que tanto te han dolido. Por el contrario esta situación se tiñe de negro cuando recuerdas los buenos momentos, con los que vuelves a la niñez sin apenas darte cuenta.

    Esto es lo que me sucede cada vez que me dirigo a ese lugar, ese lugar del que ya he hablado, ese lugar que en la actualidad parece ser aterrador, pero que en su momento fue encantador.

  21. Ese sentimiento y esas sensaciones que siente Machado son las mismas que siento al ir al pueblo de mi abuelo «NERJA». Solamente al oir su nombre se me pone el vello de punta es una sensacion extraña pero a la vez muy bonita. Me encanta estar alli, me siento muy comoda y agradable, sobre todo cuando cojo y me voy a la playa me echo la siesta mientras recorre por mí la brisa del mar y siento el susurro de las olas, que más se puede pedir, también cuando voy al famoso restaurante donde solia llevarme mi abuelo y me comía ese pescaito fresco y bueno. Cuando veo a la gente, recordamos juntos los momentos que pasé, pero a quien más recuerdo es a una amiga con la que jugaba, qué será de ella, no la he vuelto ver y han pasado ya 10 años, cómo estará…. ¿seguirá viviendo all, pues no lo sé pero me encantaria reencontrarme con ella, me acuerdo de su sonrisa, porque siempre estábamos de cachondeo y jugabamos mucho con las olas del mar recuerdo tambien perfectamente su nombre «Laura», pero en fin no se puede hacer nada. También lo que recuerdo muy bien es el piso donde yo me encontraba, el jaleillo que siempre habia alli y en un chalet que habia cerca recuerdo a la gente cuando llamaban a la puerta, lo que decian, poque no tenia timbre. ¡Abrir la puerta verde! que recuerdos espero volver pronto alli e irme aquel sitio que tanto me gustaba «La playa»

  22. Es increible cómo un lugar en el que nunca habías estado, vivido o incluso no habías escuchado hablar de él, puede cambiar tu vida, tu manera de vivir la misma e incluso tu forma de ser y tu personalidad.

    Hace casi cinco años mi vida empezó a cambiar a causa de una mudanza, pero no una mudanza cualquiera a otra casa, como suelen ser, sino una mudanza a otra ciudad.Para mi ese momento significaba más que un cambio de ciudad, era un cambio de vida, pensaba que me moriría, que no iba a poder superarlo jamás.
    Nunca pensé que me iba a suceder tal cosa.
    El dia que pisé por primera vez aquel suelo frío, inerte y sobre todo desconocido; me sentí solo y débil.Fue una sensación especial si se puede llamar así.Al entrar en la habitación ,fue raro, porque al verla sentí como si ya la conociera,como si fuera la mia.El primer miedo o mejor dicho pánico que tenia en ese momento, era que al día siguiente tendria que entrar en el instituto, instituto que había empezado hacia casi dos meses, me preocupaba lo que pensaran las personas de allí, si me iban a aceptar… En ese momento, añoré a mis amigos de toda la vida y al relación que tenia con ellos, relación que pensaba que no iba a tener con las pesonas de este curso y me percaté de que no eres consciente de lo que tienes hasta que lo pierdes…
    La primera vez que entré en aquél instituto se me puso el corazón a mil, pensé que era un sueño de los tantos que tuve días antes desde que recibí la noticia y que me despertaría y aparecería en mi cama de siempre,en mi cuarto, ese cuarto que tanto echaba de menos en ese momento.Pero cuando entré en la clase…todas mis espectativas cambiaron, vi a personas que con el primer cruce de miradas supe que ya eran mis amigos y sentí algo extraño en mi estómago,algo que todabía siento cuando vuelvo a ese lugar que ahora a veces añoro, porque, aunque vuelva a vivir en mi ciudad natal, ese tipo de experiencias nunca se olvidan…

    Es increible como un lugar en el que has estado tan poco tiempo puede marcar de tal forma una vida.

  23. A pesar de mi corta edad, hay muchos lugares que estan marcados para mi con una ilusión y un sentimiento especial. A algunos de estos lugares, como puede ser el colegio, lo miras con alegría recordando aquellos buenos momentos junto a los compañeros de clase, rememorando aquellas bromas que hacias junto a ellos, en la clase donde tantos años pasé. Es ese lugar que cada ves que pasa el tiempo vas en busca de él para apartarte y escaparte un poco de esa adultez, a la que, de vez en cuando, se le tiene tanto miedo, buscando aquella niñez en la que tan bien lo pasabas, en la que tenías tan pocas responsabilidades …

    También posee este sentimiento la calle donde besaste a la primera chica, esas tardes que has pasado junto a tus amigos en ese lugar al que tanta pereza te da ir porque estas cansado de verlo pero sigues acudiendo, donde hemos pasado mil historias que nunca nos cansamos de recordar, y que siempre nos acaba arrancando una sonrisa …

  24. Ese lugar..ese lugar donde solía jugar,ese lugar donde conocí a mis amigos,ese lugar que me vio pasar de niña a mujer…tengo que pasar todos los dias por él y cada una de las veces recuerdo todo lo que hacia sin miedo,sin maldad, era solo una niña ¿qué mal podría ocasionar? Ya de grandes cada uno ha decidido su vida.. Muy triste por el lugar que se queda vacio, solo aquellos que se quedan son los que aspiran a no tener un trabajo digno, a no tener experiencias nuevas, a quedarse satisfecho sin antes haber probado nada… Me alegro por los que se van, pero me entristezco por lo que se quedan.Los recuerdo cada dia,cada instante, por eso ese lugar para mi es tan especial…, fue mi barrio, el que me vió a aprender a andar y a jugar.

  25. Todas las cosas dejan algún recuerdo en nosotros, por muy insignificante que sea, aunque ésto no quiere decir que todos tengan que ser necesariamente buenos.De hecho, mis recuerdos más intensos son debidos a circunstancias no muy agradables y que no se las desearía a nadie, puesto que para mí, ver como se va apagando la vida de un ser querido es lo peor que te puede pasar en la vida.
    Todavía me acuerdo de ese día como si de esta tarde se hubiese tratado: Estaba feliz y conteta y no solamente porque quedasen dos día para reyes, fecha que me sigue ilusionando como si de un niño de cinco años se tratara, sino porque mi tío había encontrado un donante de médula y dentro de dos semanas lo operaban. Esa noticia abrió un pequeño rayito de esperanza en mi corazón. Lo que más deseaba era que mi tío se recuperara y que pudiera levantarse de esa cama, donde llevaba postrado meses, y que pudiera abrazar a mi tía con tal fuerza que ella se sintiera capaz de superar una enfermedad tan difícil como es la anorexia. Pero sobre todo soñaba con el momento en el que mi tío, mi tito Jaime al que yo quería y quiero tanto, puediera coger a su hija de 5 meses en brazos por primera vez. Pero el hecho de que él no la hubiese cogido antes no fue su enfermedad, sino que mi pequeña nació con solo 26 semanas de vida y todavía no estaba bien formada, por eso, su hermanita melliza no aguantó.
    Pero ese día, un 4 de enero, que en principio iba a ser uno de los más felices de mi vida no resultó como yo imaginaba…
    Estaba yo con mi madre comprando los regalos de reyes cuando de pronto suena el móvil, era mi abuela. De su boca salieron las palabras que tantas veces le había pedido a Dios que no me castigara con ellas:»tu tío ha muerto».Sólo bastó una mirada a mi madre , después de esa llamada, para que corriera a darme un abrazo y nuestras lágrimas empezaran a brotar como florece una flor en primavera.
    Desde ese día cada vez que paso por la tienda en la que estaba , me es inevitable recordar aquel día, tan frío y amargo para mí. Todavía recuerdo las luces, los adornos, el alboroto de la gente…que en otras situaciones te harían estar alegre y entudiasmada pero desgraciadamente no fue así.
    A partir de ese momento y en ese lugar se marcó un antes y un después para mí.

  26. De paseo me encontraba, no hace mucho, por esa avenida joven y cordobesa llamada «del colesterol» o «marítima», cuando este último adjetivo evocó vivencias e imagenes de mis vacaciones de antaño…
    Vienen a mi mente esas jornadas veraniegas en las que todos los días al anochecer, teníamos por costumbre «andurrear» disfrutando de los revoltijos de puestecillos y artistas ambulantes; entre el barullo de cabelleras rubiazcas te topabas con suculentas terrazas que invitaban a descansar y hacer un pequeño parentesis en mitad de la «busca y captura» de recuerdos que comprar (hoy dia objetos inservibles que pueblan alguna caja del trastero).
    No puedo evitar recrearme en todas las vivencias que he ido sumando a la mochila de mis recuerdos, mientras una tenue sonrisilla aparece en mi cara.
    Y que decir tiene, que no me entristezca, cuando me acuerdo de aquellos años; atrás quedaron los días luminosos, despreocupados y libres en los que un pequeño Juanma veía la eternidad en quince días de vacaciones en la playa.
    Toda la inocencia de esos dias cambia, y los recuerdos más recientes me muestran la madurez de esta etapa en la que la mayoría de las veces convivo con el júbilo y el desenfreno de aquellos que alargan la noche entre bebidas y bailes.
    Al igual que nuestro cuerpo, los hechos y costumbres en nuestra vida van cambiando, pero nunca olvidamos aquellos lejanos y maravillosos años, en los que nuestra única preocupación era enterrarte hasta el cuello y batirse en duelo con esa super pistola de agua que hacía de las insipidas y obligadas siestas, toda una aventura…

  27. Cuando vuelvo a casa de cualquier viaje, parece que me he pasado media vida fuera y que todo habrá cambiado…pero cuando abro la puerta y escucho que suena igual, cuando entro y sin oler a nada; huele a todo, cuando miro el televisor apagado y veo el último partido de mi Atleti, entonces pienso que nunca he salido de ella porque todo es igual. Salgo por las calles y cualquier cosa que mire, por extraña que sea, me parece más familiar que el lugar en el que estuve hace unas horas. Todo está como antes de haberme ido…

  28. También desde la nostalgia y el recuerdo, quiero felicitaros por la calidad de vuestras intervenciones (pequeñas, pero brillantes piezas de emociones declaradas y sentimientos auténticos) e instaros a que continuéis por esta senda, que tan brillantemente habéis inaugurado este curso.

  29. Se vive con una ilusion especial regresar a tu casa tras un tiempo fuera y volver aver a esa gente importante en tu vida como son tus familiares y amigos, esta vision nos llena de una alegría que aunque no se haga visible se palpa en nuestro interior. La llega a tu casa es especial al abrir la puerta de tu casa el olor inconfundible de la misma nos llena de tranquilidad de estar en la mismaes el olor de tu hogar en el que desarrollas una de las etapas más importantes de nuestra vida, la infancia.

  30. La verdad es que el sentimiento que describe Machado en su poema es de lo más especial, es prácticamente casi imposible de definir. Cualquier persona ha experimentado alguna vez, después de pasar un tiempo fuera de casa o simplemente el hecho de pasar o volver a ver un lugar que en algún momento de su vida significó algo importante, ese sentimiento de alegría, de ilusión, de bienestar por regresar y volver a recordar los momentos de felicidad.

    Para mí personalmente es de uno de los sentimientos más especiales. Recuerdo perfectamente cuando regresé a casa después de estar 15 días solo en el extranjero, la alegría que me dio ver a mi familia, mis animales, mi casa, mi cuarto… También, por el mismo tiempo, un momento muy especial fue, cuando mi novia regresó de sus vacaciones en familia y volvimos a estar juntos, después de casi un mes sin apenas saber el uno del otro. Este momento fue de pasar de estar triste por estar tanto sin verla, a ser el más feliz de mundo por volver a estar con ella. Otro ejemplo es cuando veo a los primeros amigos que tuve cuando vine de Madrid, con 2 años, que me vienen recuerdos de felicidad, tristeza, risas…, todo tipo de recuerdos, porque viví de todo.

    En conclusión, el sentimiento que pone de manifiesto Machado en su poema, la ilusión por regresar a un lugar o por ver a antiguos amigos, es algo muy bonito y como ya dije, especial.

  31. El poema en el que Antonio Machado visita el patio de la casa donde nació es uno de los que más me gustan de este poeta, ya que describe perfectamente el sentimiento del que hablamos, un sentimiento en el que se mezclan alegría, ilusión, bienestar, y algo más que es imposible definir con palabras.

    Todos alguna vez en la vida hemos sentido eso, y la verdad, es algo muy agradable, aunque a veces puede venir acompañado de una nostalgia que te deja un sabor entre triste y amargo en la boca.

    Sin ir más lejos, llevo unos días en los que este sentimiento es incesante en mí, ya que hemos acabado las clases, empieza el buen tiempo, el sol, etc. Por fin, tengo algo de tiempo libre: vuelvo al jardín de la casa de mi pareja, sentir el sol en la piel, el aroma de las flores, el canto de los gallos, los pájaros, volver a poder coger limones en ese inmenso limonero que tanto he añorado al igual que lo hacía Machado, poder volver a tener en mis brazos a esos gatos traviesos, salir a correr por mitad de un campo de trigo con los perros que tanto he echado de menos… Todo esto ahora vuelve, y todo lo que sentí el año pasado en estos momentos, viene a mí con un simple olor, con una simple brisa, y me traslado allí, como si en ese mismo instante lo estuviera haciendo, y no puedo evitar sonreír, sentirme feliz. Eso es el sentimiento del que hablamos, algo tan especial, que incluso escribiendo esto puedo volver a sentirlo.

    Por otra parte, es un sentimiento que puedes tener por diversas razones, aparte de lo que he contado, también lo he podido sentir al oler un perfume familiar, que me recuerde a alguien con el que no estoy en ese instante, o por ver una calle, un camino que lleve a cualquier lugar en el que haya pasado buenos momentos. Por poner otro ejemplo, cuando veo campos de girasoles, no puedo evitar pensar en mi abuelo, en los momentos que pase con él, recogiendo algunos girasoles para alimentar a las gallinas, en las risas, en el cariño que se desprendía en ese momento, que por determinadas circunstancias, el paso de los años y otras muchas cosas, hace tiempo que no se repite, pero, gracias a esto, puedo evocar ese momento y es como si yo lo viviera de nuevo con él.

    También se puede producir esta especie de ilusión al escuchar una canción. A mí personalmente, hay una que me traslada a “la parcela” con mis amigas, en verano, cuando nos convertimos en casa de acogida de animales. Fue una experiencia estupenda, aquellos juegos con el agua que tanto gustaban, aquel olor mañanero tan especial, ver cómo evolucionaban aquellos animales a los que la vida había jugado una mala pasada, esa unión entre todos, y el momento de la despedida, tan agridulce como especial.

    Como he dicho, anteriormente, también puede ir ligado a la nostalgia, ya que a mí me ha pasado, cuando lo sientes en un momento en el que todo tu tiempo está ocupado por algo que te absorbe ,como en mi caso fueron los estudios, al tener este sentimiento, instantáneamente te llega un sentimiento de profunda nostalgia por no poder volver a estar ahí, donde desearías, por no poder hacer lo que quieres y echas en falta, es una especie de ansia que no te deja disfrutar de esa ilusión, te frustras y a veces solo sirve para causarte dolor.

    Para terminar diré que gracias, Matías, por hacer esta intervención, porque mientras escribía todo me he trasladado a cada uno de esos lugares, y he sentido esta ilusión de la que hablamos.

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