Hace unas semanas, en una actividad celebrada en el centro, Benito Vaquero afirmaba que la creación, en su caso, estaba ligada al dolor y a la infelicidad. Este sábado pasado, Richard Ford, que acaba de publicar en español su novela “Acción de gracias”, cuenta en una entrevista: “Un día mi mujer me dijo ¿por qué no escribes sobre alguien que sea feliz? Y yo me pregunté: ¿Cómo demonios se escribe eso?”
Nuestro compañero Benito y el escritor norteamericano coinciden en sus planteamientos: a los creadores les motiva sobre todo la infelicidad, las situaciones de injusticia, como a los autores naturalistas del siglo XIX, que ponían sus ojos en los personajes más degradados de la sociedad, en vidas arruinadas por el alcoholismo o la prostitución, e indagaban en las posibles causas de estas desgracias.
Recientemente, en clase de 2º de Bachillerato, al estudiar a los poetas del 27 o, antes, a Juan Ramón Jiménez o Antonio Machado, también hemos podido comprobar que sus voces alcanzan mayor altura poética, cuando crean bajo los efectos del dolor o la tristeza. Un ejemplo de lo que decimos es el “Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías” de Lorca, considerado por la mayoría de los críticos y lectores como la cima de su producción en verso.
Entonces, me planteo y os planteo algunas preguntas: ¿La inspiración llega más fácilmente en las situaciones dolorosas? ¿Por qué? ¿Quizá como una forma de desahogo? ¿Por qué la infelicidad nos afecta más a las personas que la felicidad?
No es que la inspiración llegue exactamente en las situaciones dolorosas, también llega en situaciones extremadamente alegres, lo que pasa es que cuando te pasan cosas buenas es como si no lo tuvieses en cuenta, porque piensas que es lo que debe pasar y no es una alegría, puesto que era necesario que pasase. Pero ahora bien, las situaciones dolorosas se clavan en el pensamiento, en la razón. Situaciones dolorosas pueden ser las injusticias en el mundo, que surgen alrededor, las que estás deseando de expulsar a gritos de tu garganta, manifestando tu opinión.
Al igual que Benito y Richard Ford, yo también pienso lo mismo, pero también me gusta expresar las situaciones buenas que me suceden, porque también me gusta valorarlas, pero sí que es verdad que siempre me inclino y siento un deseo de desahogarme cuando estoy que exploto por algo que me haya ocurrido.
Lo mismo pasa con las canciones de amor, tienen más éxito las canciones que tratan temas de desamor que las que tienen como protagonistas dos enamorados que se aman.
¿Por qué? Pues, bueno, cuando una persona se siente sola se refleja en las canciones y se apoya en que no es la única que no tiene pareja y que pronto el amor llamará a su puerta puesto que la esperanza es lo último que se pierde. Pero si está enamorada apenas presta atención, sólo piensa en su pareja y en su relación.
Respecto a este tema, yo estoy de acuerdo totalmente con que la inspiración llega de manos del dolor y la infelicidad.
Considero que esto es así, ya que es evidente que las desgracias nos influyen más y nos marcan más en nuestra vida, haciendo que las recordemos y las sintamos más fuertemente en nuestro interior. Como respuesta a estos actos desgraciados que nos dañan, nosotros reaccionamos de dos formas: Desahogándonos o aceptándolos, sin recibir ayuda de nada ni de nadie, pero es en el primer caso en el que algunos autores coinciden,quiero decir, escribir en un papel tus sentimientos más duros es un método de desahogo, que hace que nos sintamos mejor.Pero además es curioso lo facil que es expresarte cuando realmente lo necesitas y, del mismo modo, las cosas tan bellas que se reflejan en el papel.Creo que así nace la letra de una canción, desahogándote y diciendo algo tan real como la vida misma.
A mi parecer la inspiración , ese impulso o estÃmulo creador , puede llegar en cualquier situación, pero (y respondiendo a la primera pregunta de si la inspiración llega más fácil en las situaciones dolorosas) yo creo que sà , debido a que este estÃmulo es más excitado en circunstancias dolorosas, pues en ellas existe una mayor expresión de tus sentimientos, tal y como los vives, y un importante deseo de que las cosas vuelvan a ser como antes .
Un ejemplo , aunque cinematográfico, de la inspiración en situaciones difÃciles puede ser aquel que se ve en la conocida pelÃcula «Lo que el viento se llevó» cuando la protagonista Vivien Leigh dice aquella mÃtica frase de » «A Dios pongo por testigo…»
También la inspiración puede llegar como bien dice MatÃas, como un medio de desahogo, para paliar un poco la pena que sientes en ti mismo o como una manera de reclamar lo que te pertenece o lo que debes tener.
De igual manera, pienso que la inspiración también puede llegar en situaciones alegres , (y con esto me reafirmo en lo dicho, de que la inspiración puede llegar de cualquier circunstancia) debido a un arrobamiento exagerado que concluye con ese estado. Al igual que Richard Ford y Benito, también coincido en sus planteamientos , ya que en muchas de las obras del Naturalismo los autores optan por los personaje más rechazados de la sociedad y averiguan las posibles causas de sus desdichas.
Un ejemplo de inspiración son las canciones de amor , o algunas otras canciones , en las que se refleja una actitud de la que deseamos salir utilizando para ello cualquier medio.
Para acabar y respondiendo a la última pregunta, de si la infelicidad nos afecta más a las personas que la felicidad , yo creo que es más que evidente ya que las situaciones de dolor o desgracias se nos señalan en nuestra vida y hacen que nos afecten, pero a mi parecer al cabo del tiempo tenemos tendencia a olvidarlas o las intentamos ignorar ; en cambio las situaciones felices nos provocan gozo y no nos afectan para nada en nuestra vida ya que las recordamos para el resto de nuestra vida.
FERNANDO G�MEZ AGUILAR 3ºB
Yo estoy de acuerdo y pienso que la inspiración va totalmente ligada con el dolor y la triteza, ya que para muchas personas es una forma de desahogo.
En el caso de la poesía, cuando una persona tiene inspiración, es en ella donde se basa y expresa sus sentimientos tanto dolorosos como de felicidad, porque cualquier situación parece adecuada para expresarla y que las demás personas puedan saber lo que se siente.
La inspiración va ligada también con el factor de soledad, ya que, cuando nos sentimos sin ningún apoyo ni cariño, lo expresamos mediante un papel… .
En resumen , pienso que todo de lo que nosotros podemos disponer se basa en ello como por ejemplo: la poesía, canciones… .
Desde mi punto de vista, la inspiración llega gracias al dolor y a la infelicidad.
Por una parte, creo que los momentos alegres y de felicidad también traen consigo fuentes de inspiración, aunque también es cierto que en estos momentos estamos más preocupados por disfrutarlos al máximo que por crear nuevas obras.
Por otra parte, no creo que los malos momentos sirvan, realmente, para inspirarnos, sino que, más bien, utilizamos los diferentes modos de creación para desahogarnos. Además, también considero que los malos momentos nos afectan mucho más que los buenos, dado que, cuando vivimos momentos de infelicidad, tendemos a creer que nunca se van a pasar y que todo tardará en volver a la normalidad; mientras que, cuando vivimos momentos de plena felcidad tenemos, en cierto modo, miedo a que esa situación cambie y tendemos a aprovecharla al máximo, descuidando lo demás y, dentro de ello, nuestra capacidad creadora.
Yo creo que Benito Vaquero y Richard Ford tienen algo de razón. Porque es cierto que cuando empezamos a leer alguna historia, nos sentimos más intrigados y entretenidos con ella, y la leemos con más interés y entusiasmo, si esta trata sobre personas que no les va bien en la vida, simplemente porque la suerte no está de su lado, o porque como se dice en este blog, tengan problemas con el alcohol, la prostitución…
Aunque también he de decir que las historia alegres, o simplemente no tan desdichadas, también tienen su encanto, por decirlo de alguna manera, aunque bien es cierto que las primeras, las que tratan de situaciones desafortunadas o dolorosas incluso, tienen más interés hoy en día y son más aceptadas por la gente.
Respecto a la primera pregunta, aunque reconozco tener poca experiencia respecto a este tipo de situaciones, creo que sí es más fácil hablar de momentos que expresan tristeza o melancolía, frente a otros distintos, no porque la gente disfrute leyendo historias de dolor o cosas parecidas, sino porque por desgracia en el mundo de hoy en día, ocurren acontecimientos que te hacen reflexionar sobre este tipos de problemas. Con esto, me refiero a que diariamente vemos por las noticias que no paran de ocurrir accidentes, asesinatos, y que existen personas que no tienen prácticamente donde caerse muertos…
Esto es muy tiste, pero desgraciadamente es verdad, y por ello pienso que es más fácil inspirarse con este tipo de situaciones, porque de un modo u otro nos muestran cosas que ocurren diariamente en nuestras vidas y que, aunque no nos gusten, están ahí.
Como resumen, y para no salirme del tema, mi respuesta a la primera pregunta es que la inspiración sí se consigue con temas dolorosos, porque de una manera paradójica nos sentimos atraídos y reflejados por este tipo de cosas, además como ya he dicho estas ocurren todos los días, por lo que tenemos información suficiente para relatar una magnífica obra.
Y con respecto a las 2 últimas preguntas, quiero hacer una valoración que no se si alguien más la compartirá con migo, respecto a lo de si nos sirve de desahogo, o lo de si la infelicidad nos afecta más que la felicidad, mi respuesta a ambas es que sí. Porque una cosa que creo con total seguridad es que, cuando las personas leen una serie de acontecimientos que generen desgracia o sufrimiento, (por supuesto, siempre que sea de manera ficticia, es decir, cuando leemos algo, o cuando es en la vida real, pero en pequeñas proporciones y magnitudes), y dichas cosas no nos ocurren a nosotros, siempre nos sentimos con alegría, y llenos de felicidad.
Un ejemplo claro es cuando te encuentras a alguien por la calle, y te cuenta que tiene alguna enfermedad o tiene que operarse de algo… Tú te alegras, pero por supuesto no porque la persona tenga esa desgracia sino porque tú no la tienes, y eso te hace sentirte mejor, y además te hace reflexionar sobre que hay algunas cosas en nuestras vidas a las que les damos demasiada importancia, cuando en realidad son tonterías.
Para finalizar, vuelvo a decir que la infelicidad que existe en las novelas, nos atrae, pero sólo como un medio de huir de nuestra propia infelicidad, esto es lo que la convierte en una fuente de inspiración.
FRANCISO RUTH CENTELLA 3ºB
Casi todos creamos con dolor, porque somos tan tontos que no apreciamos nuestra bella vida, todo los que nos pasa en el día a día, lo bueno de la vida lo pasamos y ya. Sin embargo lo malo, por mínimo que sea, se nos clava y no se nos olvida hasta pasar incluso años, se te remueve cada minuto y segundo por la cabeza, por lo que casi todos tienden a escribir de lo malo y no de lo bueno.
Yo, cuando escribo no para componer, ni para escribir un simple poema, sino para escribir por escribir, tiendo siempre a hacerlo cuando me pasa algo malo, nunca algo bueno y, si lo hago, apenas escribo nada porque no me inspira nada.
Además, compositores y escritores no solo usan escribir por su trabajo sino también como un medio de desahogo y pocas veces, solo en ocasiones especiales, escribes porque haya pasado algo bueno.
Estoy de acuerdo con Benito y Richard Ford, la inspiración suele llegar gracias al dolor y la infelicidad.
Hablando desde mi propia experiencia, he de decir que la creatividad está muy ligada al sufrimiento; casi todas mis aficiones están unidas a la creatividad, dibujar, escribir, tocar la guitarra… y me he dado cuenta que es mucho más fácil realizar estas actividades cuando estás triste y te sientes solo.
La inspiración puede llegar tanto cuando estás triste como cuando estás contento; sin embargo, la mayoría de los artistas se inspiran cuando están pasando malos momentos, porque es una forma de desahogarse; al igual que hay gente que escribe en un diario para sentirse mejor, como si alguien los estuviera escuchando, los artistas plasman ese desahogo en la pintura, música, escritura…
Yo estoy plenamente en desacuerdo.
Si, y no estoy diciendo que no exista la inspiración con la desdicha.
La inspiración no llega cuando estamos especialmente alegres, ni especialmente tristes; eso es el deseo de expresarnos, pero no por un canal rutinario, sino en un canal igual que el sentimiento: especial.
Realmente pienso que la inspiración y el deseo de expresar un sentimiento de la forma más completa posible son dos fuentes diferentes de hacer arte, diferentes entre si, iguales en su finalidad.
De igual modo que necesitas sentir fuertemente tu vida para tener ese deseo de expresarlo en el primer caso, tienes que sentir fuertemente el arte para tener inspiración. y aunque las frases sigan la misma estructura, pienso que son caminos mucho más dispares de lo que se aparenta.
Yo estoy de acuerdo en que la inspiración nos llegue de manos del dolor y de la infelicidad. Por ejemplo: a los poetas les vienen la mayorÃa de las inspiraciones cuando no están bien moralmente o fÃsicamente, solamente lo podemos ver cuando leemos sus poemas, que son muy tristes, y algunos de ellos lo revelan y dicen que lo escribieron cunado estaban tristes… Por ejemplo, un poeta como LuÃs Cernuda, este cuando escribe el libro de Los placeres prohibidos se ve que son poesÃas tristes , ya que no puede expresar con total libertad su amor hacia otro hombre ya que antes estaban muy mal visto. No solo pasa esto en la poesÃa sino también en las canciones, las mejores â??cosas escritasâ? son aquellas que reflejan la vida misma, lo que te ha pasado o te esta pasando.
Estoy totalmente de acuerdo con Benito y Richard Ford. En el momento más triste de tu vida, ese que parece que se va a acabar el mundo, recuerdas alegremente, en este caso de un ser fallecido, todos los momentos vividos con él, y sin quererlo nos salen rimas o poemas, que cuanto más los lees mas te gustan, sin embargo, cuando pareces ser la mujer o el hombre mas feliz del mundo, nada te hace recapacitar, ni ponerte a pensar en cosas o situaciones tristes, y aquí es cuando le doy la razón a Benito y a Richard Ford, en las situaciones más dolorosas es cuando te llega la inspiración. El motivo no lo sé, pero sí es verdad que en esas situaciones es cuando te llega la inspiración.
Personalmente a mí me ha pasado, hace poco mas de un año, viví la experiencia de perder al ser que yo mas quería, pues a partir de ahí cada vez que pienso en él, sólo me salen rimas y cosas bonitas que hacen que te emociones y vuelvas a recordarlo.
Finalmente pienso que si en muchas ocasiones esta inspiración no viniera de la tristeza, sería mucho mas fácil crear poemas, aunque también existen los poemas alegres y con sentido del humor, pero estos siempre pueden ser creados mucho más frecuentes.
Yo pienso que la inspiración llega más fácilmente en situaciones de dolor e infelicidad, ya que en esos momentos son en los que valoramos el estado en el que nos encontramos, por qué hemos llegado a ese estado, y nos hacemos las tÃpicas preguntas de ¿por qué todo me pasa a mi?, ¿por qué todo el mundo es feliz menos yo?…, preguntas con infinidad de respuestas, que pueden ser enfocadas a componer canciones, poemas, etc. No hay más que ver que las mejores canciones y los mejores poemas han sido hechos por sus autores en momentos de infelicidad y dolor, a causa de alguna desgracia, pasada o presente, que hace que el autor valore más su existencia, y le sirva de desahogo.
También es verdad que abundan poemas y, sobre todo, canciones de alta calidad, compuestas en momentos de felicidad en la vida de los autores, pero quizás deba decir que no posee la misma riqueza emocional, por ejemplo, una canción sobre el desamor y una canción â??horteraâ? como es el caso del â??chiki chikiâ?.
Sin querer entrar en el tema de las horteradas de canciones que hoy en dia estan triunfando en el complejo mundo de la música, quisiera recalcar mi opinión sobre este tema, en el que mantengo firme mi postura de que la inspiración llega más fácilmente en momentos de dolor e infelicidad.
Desde mi punto de vista, la obtención de la inspiración a través de una determinada situación es totalmente diferente para cada persona, y dependerá también de la capacidad para crear e interpretar lo que siente, ya sea dolor, tristeza, o alegría, y por esa razón, me parece totalmente aceptable las declaraciones tanto de Benito Vaquero como de Richard Ford.
Lo que si es cierto, es que en las situaciones de dolor, es cuando apreciamos lo que tenemos, o lo que hemos perdido, y sentimos necesidad de desahogarnos, y es quizás así, cuando una persona con talento para crear arte, alcanza su plenitud al sentir profundamente lo que expresa, y le sirve para desahogarse, de una manera mas profunda y gratificante.
En mi opinión la inspiración a una persona le puede llegar con cualquier tipo de sentimiento, no tiene que ser necesariamente un sentimiento negativo, el cual nos produzca infelicidad, ya que también los sentimiento que nos producen una gran felicidad nos marcan de igual forma que los que nos producen infelicidad.
También creo que este tipo de arte puede ser una forma de desahogo para calmar algún sentimiento de pena o preocupación.
En conclusión yo pienso que la inspiración puede llegar de cualquier parte y medio
Yo creo que la explicación de esto reside en nuestra capacidad de superación, y en una necesidad de manifestar, de la forma más efectiva y que mayor beneficio personal nos reporte, este sentimiento de dolor, como puede ser en el caso de Benito Vaquero en canciones, que para él tienen un valor emocional incalculable por cualquier persona que no sea él mismo. Además de que, como nunca nos conformamos con lo que tenemos ni sabemos apreciarlo, esto suscita que siempre que nos sentimos bien o felices, esta felicidad sea relativa, hecho que explicaría por qué lo mejor que realizamos suele llegar en situaciones en las que nos encontramos, emocionalmente, mal, y por qué las mejores obras de los distintos artistas, suelen llegar cuando crean bajo los efectos del dolor o la tristeza.
La mayoría de las personas nos dedicamos a buscar una felicidad total, grupo en el que yo también me incluyo, sin pensar que, lo más posible sea, que esta total felicidad, no exista. Por tanto, apreciamos en menor medida esos pequeños momentos de felicidad. Porque si apreciáramos más todo lo que realizamos y nos dejáramos llevar por esas pequeñas satisfacciones que te da la vida, ¿por qué no se podría escribir o realizar cosas de tan bella factura como cuando nos dejamos llevar por el dolor y la tristeza?
En fin, pienso que esta situación se da porque nos dejamos llevar por esta vida terrenal de manera perecedera, como ya desde épocas anteriores, grandes filósofos decían que esta vida era un «castigo» y que en el otro mundo alcanzaríamos la verdadera felicidad, esperando esta felicidad, que auguraban filósofos como Platón y posteriormente, el cristianismo, en un mundo del que no tenemos constancia, y no nos dedicamos a vivir plenamente esta vida que es la que tenemos constancia de su existencia, como expresaban otros filósofos de la talla de Nietzsche. Por lo que utilizamos la tristeza a modo de autocompasión y en estas situaciones sacamos lo mejor de nosotros y algunas personas tienen la cualidad de plasmarlo en espectaculares obras.
Para mí, nuestro dolor, te lleva al encierro, a una interiorización contigo mismo, intentando descubrir qué es lo que ha fallado y por qué estás sufriendo, para que no se vuelva a repetir. Cuando encuentras dónde has cometido el error o el porqué de tu fracaso, lo intentas exteriorizar, y así, sacarlo al exterior, arrancarlo de ti para poder comenzar de nuevo.
Quizás, cuando estás triste, es cuando ves la verdadera realidad del mundo, piensas en tantas y tantas personas que sufren al igual que tú, por distintos o iguales motivos, en sus problemas y enfermedades. Cuando estás alegre, intentas no pensar en ello,sólo quieres disfrutar y vivir. Es, como ponerse una venda en los ojos para que nadie te impida esa felicidad.
Las personas somos muy sensibles, de pronto, encontramos la felicidad, y de un momento a otro, la infelicidad. Un día bueno se pasa como un segundo, sin embargo, 24 horas malas, son una eternidad.
Como he dicho antes, la infelicidad te trae un sentimento de rabia y frustración que motiva a las personas a su creación, dándote motivos reales sobre los que plasmar tus sentimientos.
La felicidad se da por algo obligatorio o supuesto, sin embargo la infelicidad es algo extraordinario pero malo y que no nos debería suceder.
Desde este punto de vista, como la felicidad es lo que supuestamente debería estar latente en nuestras vidas, es como si lo llevásemos inherente al ser humano y por lo tanto nada extraordinario. Este convencimiento es el que hace que los sentimientos no surjan en el estadío de felicidad ,sino por el contrario, en el de la tristeza.
Sin embargo , supongo,son muchas las obras , tanto literarias como pictóricas o escultóricas , e incluso arquitectónicas,que surgen desde la felicidad y no desde la desgracia.
Cuando nos falta algo, es cuando nos damos cuenta de lo que teníamos y hemos perdido, sin embargo, mientras lo tenemos, no lo valoramos.
Sin embargo llevo un rato pensando en este punto y me pregunto cómo serán las creaciones de las personas que viven en los paises a los que les falta lo más fundamental para la superviviencia : el alimento. Es algo en lo que no me había parado a pensar antes y creo que será un punto para mi propia reflexión a partir de ahora.
Yo creo que no es cierto, que escribir en estado de infelicidad no cambia mucho a escribir en la felicidad, lo que cambia es nuestra predisposición a hacer las obras, aunque cada uno puede pensar libremente.
Cuando una persona se encuentra en estado de infelicidad, puede sacar muchos aspectos malos de la vida, se para más a recapacitar y es capaz de sacar innumerables temas. Por tanto, escribir una obra, cuando nosotros nos encontramos en este estado, nos puede llevar a una autocompasión y quizás pensar que alguien nos está escuchando.
Cuando tu estás en un estado de felicidad, pocas veces te paras a pensar el porqué de tu felicidad, no te hace falta que nadie te escuche. Es decir, cuando tu alcanzas el estado de felicidad no te hace falta a nadie más.