Hoy he leído dos declaraciones en el periódico: una me ha entristecido y otra me ha alegrado. Curiosamente, las dos pertenecen a la misma persona, John Hoffman, responsable del congreso de telefonía móvil más importante del mundo, el Mobile World Congress.
En la misma entrevista, este arquitecto estadounidense declara, por un lado, que a su hijo pequeño no se le da bien la caligrafía en la escuela; pero que no le preocupa excesivamente, a pesar de las discusiones que tiene con su mujer, por este motivo, porque –según él- “escribir a mano se convertirá en algo pasado”. ¡Qué pena!, he pensado, yo que animo a mis a alumnos a que entreguen sus redacciones y trabajos a mano.
Por otro lado, afirma que ve una importante diferencia entre Estados Unidos y España: en el primero de los dos países “si pierdes tu trabajo y tu casa, puedes volver a empezar”. ¡Qué bien!, he pensado, especialmente, en este momento de crisis, como el que estamos atravesando, con un 30 % de paro general y un 50% entre los jóvenes. Qué mensaje tan positivo, sobre todo para estos últimos, que representan el futuro de nuestro país. Claro que deberíamos tener el mismo concepto de quiebra que los ciudadanos de Estados Unidos, de ver la luz al final del túnel. Es decir, tendríamos que cambiar el estigma ligado al fracaso, por la idea de que podemos levantarnos, después de caer, por muy dura que sea la caída. Como dice el responsable del MWC “siempre puedes volver a empezar varias veces y acabar triunfando”.
Es lo que tiene leer el periódico todos los días, puedes cambiar del pesimismo al optimismo, en cuestión de segundos. Pero prefiero quedarme con el segundo de estos sentimientos, porque no me acabo de creer, precisamente, ahora, que escribo a mano este comentario en un folio usado –por aquello de la obligada reutilización- que se va a perder la caligrafía, aunque a nuestros jóvenes les cueste cada vez más enfrentarse a una redacción y prefieran escribir SMS y mensajes en las redes sociales, con las abreviaturas y limitaciones de palabras, que todos conocemos, antes que una carta. Al menos, los profesores de Lengua española esperamos que no se pierda el placer de sentir deslizarse el lápiz o el bolígrafo sobre la hoja en blanco, con los trazos y las líneas que revelan nuestra forma de ser y nuestro estado anímico, pues es quizá uno de los ejercicios que mejor nos define como personas.
Buenas noches Matías, soy Antoñi, antigua alumna del curso de preparación de acceso a los ciclos superiores del curso 2008/2009.
Sigo este blog, cuando las obligaciones me lo permiten, porque la inquietud por aprender aún sigue en mí aunque ya cuente con alguna primavera más de cincuenta.
Precisamente hoy cuando lo he ojeado, no he podido resistirme a dar mi humilde opinión “en defensa del optimismo” ya que eso es lo que llevo haciendo todas las primaveras de las que tengo recuerdo.
Seguramente por mi nombre no me recordarás y es comprensible, pues somos muchos los alumnos/as que has conocido, pero cuando te diga que siempre estaba sonriéndome te vendrá a tu memoria mi imagen.
Soy defensora del optimismo desde que comprendí que todas nuestras vivencias, por nefastas que parezcan, siempre y digo bien, siempre, le podemos buscar el lado positivo, pues aunque parezca un tópico, si lo queremos buscar, lo encontraremos.
También me sirvió el comprender que no soy sola aunque sí única, me explico: “el ombligo del mundo solo puede estar ocupado por un sentimiento, no por una persona y ese sentimiento es el cariño, amor, bondad o cada cual que lo llame como crea más conveniente” pero es eso lo que mueve al mundo y no las personas; son sus acciones, sus formas de querer ver las situaciones o circunstancias que vivimos.
Otra causa por la que me considero optimista es porque se puede rectificar (que ya se dijo que es de sabios) y cuando me equivoco el poder rectificar me da la dosis de optimismo necesaria para seguir intentando mejorar (que también se dijo que todo es mejorable).
Cuando una persona es optimista, tiene recorrido la mitad del trayecto, por lo que animo a todo el mundo y en especial a los jóvenes a que piensen y se planteen si merece la pena ejercitar el optimismo.
Un afectuoso saludo de tu siempre alumna Antoñi.
Sí que te recuerdo, Antoñi, las buenas alumnas, como tú, no se olvidan. Además, tus comentarios, como éste sobre el optimismo, siempre estaban impregnados de agudeza y sabiduría.
No puedo estar más de acuerdo contigo en tu afirmación de que el mundo se mueve por los sentimientos y las acciones del las personas. De ahí la importancia de afrontar cualquier dificultad que se nos presente con una actitud positiva. También, lo estoy en tu reflexión sobre la posibilidad de rectificar, que nos hace más fuertes mentalmente.
Gracias por seguir el blog y por intervenir.
Ultimamente los jóvenes nos hemos ido acostumbrando a usar otros métodos de escritura como son los sms,el ordenador…,en vez de utilizar un lápiz y un papel.Esto puede ser debido a que es una vía más rápida,con la que acabamos más pronto.Pero pienso que, como se sigan desarrollando de esta manera las nuevas tecnologías, llegará un punto en el que se acabe la escritura. Realmente, desde mi punto de vista, lo que yo preferiría sería que esto fuera como ahora, que utilizamos las dos maneras, porque, a la hora de expresar por ejemplo un sentimiento hacia una persona, yo uso el método de la carta, pues parece una manera más delicada, en la que puedo expresar las cosas como más verdaderas, además, como bien se menciona, la escritura define a las personas.
Respecto al optimismo, veo que es un mensaje bastante positivo. No nos podemos rendir de una manera tan sencilla, tenemos que esforzarnos, saber que todo tiene una salida, excepto la muerte, que todo se puede arreglar, que podemos levantarnos cuando nos caigamos, que ante todo sepamos que, si luchamos, siempre obtendremos un resultado, que todo lo que vale la pena cuesta. Y que cometeremos mil errores, pero que eso no es un problema, si de ese error aprendemos y seguimos adelante.
Creo que es verdad lo de que desaparecerá la escritura a mano, porque nos hemos acostumbrado a otra manera más rápida y fácil de enviar un mensaje a alguien o hablar con ese alguien en el momento, sin tener que esperar mucho tiempo hasta que, por ejemplo, te llegue una carta de alguien que viva lejos y te haga falta hablar con él.
Yo pienso, al igual que mi compañera Isa, que es mejor como estamos ahora (escribir de las dos maneras), porque a lo mejor hay personas a las que no se les da bien escribir a ordenador, porque van muy lentas y no les resulta fácil o al contrario.
Es verdad que se está perdiendo la costumbre de escribir a mano,con el paso de los años sacan aparatos cada vez mas modernos,que se supone nos facilitan la vida. Escribir con un móvil o con un ordenador cansa menos que escribir a mano, pero eso no significa que dejemos de hacerlo. A muchas personas les gusta escribir y lo más probable es que no dejen de hacerlo por muchos aparatos eléctricos que se inventen; en cambio, otras personas ya lo han dejado de hacer,por ejemplo mi tío está todo el día pegado al móvil porque su trabajo se lo exige, pero incluso cuando tiene tiempo libre,como ya se ha acostumbrado a estar siempre con esto, se siente «incompleto» como dice él cuando no lo tiene.
Admito que yo también estoy bastante tiempo con el móvil o con el ordenador, pero por esa razón no veo necesario que se deje de escribir a mano. La verdad es que siempre me ha gustado recibir cartas de amigos o familiares a mano, me hace más ilusión a que me envíen algún SMS o cualquier tipo de mensaje.
Me gustaría que las personas, sobre todo los jóvenes, pudiésemos rectificar y volver a la bonitas costumbres que había antes.
La costumbre de escribir a mano poco a poco se está perdiendo. Es más rápido escribir en un teclado, ya sea del ordenador, o de un teléfono móvil, que deslizar el bolígrafo por un papel. En la mayoría de trabajos que manda un profesor, lo primero que se le ocurre preguntar al alumno, incluida yo, es decir:»¿Se puede hacer por ordenador y luego imprimirlo?», es una forma más cómoda y rápida que hacerlo por escrito, que supone más tiempo, aunque se le pondría más empeño y algo más de interés y comprensión al escribirlo.
También es cierto que, por lo general, todo el mundo prefiere, por ejemplo, una carta escrita a mano con buena caligrafía, que un mensaje escrito por medio de cualquier red social, incluyendo el SMS. Al menos, yo prefiero la primera opción, ya que al igual que yo escribo y dedico cartas, me gusta recibirlas.
Dicen que en un futuro se quitará del medio eso de la escritura a mano, pero no me extraña, ya que empezaron a dar señales de ello regalando ordenadores portátiles a cursos inferiores al mío. Además de ser un gasto tonto, ya que la mayoría de familias posee al menos un ordenador, y si no lo tuvieran, existen lugares en los que el uso de internet es ilimitado, como las bibliotecas públicas.
Después de esta pequeña reflexión sobre el tema de la escritura a mano, sigo pensando que la costumbre de escribir a mano es mucho mejor, aunque yo esté escribiendo este comentario por medio de un ordenador.
Bueno, pues es verdad que se ha perdido la costumbre de escribir a mano, antes cuando llevabas tiempo si hablar con un familiar lejano, se mandaban cartas, ahora se mandan sms, o incluso hablas con ellos por redes sociales. A ver, es verdad que es mucho mas rápido esto que escribir una carta, pero a mí personalmente me hace mas ilusión recibir una carta que un sms, es mucho más bonito, además, mediante una carta, expresas tus sentimientos poco a poco tal y cómo piensas en ese momento, en un sms acortas las palabras y el lenguaje es mucho más breve. No me gustaría para nada que se perdiera la escritura a mano, aunque yo reconozco que suelo utilizar muy a menudo el móvil; si algún día tuviera que escribirle a un familiar o amigo lejano, por supuesto lo haría por carta, ya que me encanta y sobre todo la intriga de qué responderá y cuándo llegará.
Es verdad, cada vez hay menos gente que usa el lápiz y el papel, prefieren escribir en el ordenador o en el móvil. Reconozco que es mucho más cómodo y fácil escribir en el ordenador, pero a mí desde siempre me ha gustado más escribir a mano. Todos mis trabajos están escritos a mano por lo mismo, me encanta escribir a mano, mucho más que en el ordenador, aunque sea más difícil y me preocupe más por la caligrafía. Yo también creo que la escritura a mano va a desaparecer, si la tecnología sigue avanzando, porque el ser humano está acostumbrado a coger el camino fácil y rápido, aunque no me gustaría para nada, porque me gusta más expresarme en un papel, haciéndole una carta o algo parecido a alguien de mi familia, por su cumpleaños, a escribirlo por internet, porque en papel una se lo curra más.
Sobre el optimismo, pienso que es lo mejor que puede haber en el mundo, el optimismo es la clave para hacer realidad todos nuestros objetivos y conseguir que nuestro día a día sea lo más gratificante posible, es el camino fácil a la felicidad, aunque a veces no salga como uno quiere, pero hay esperanzas para todo. En un día malo no hay nada mejor que ser optimista, pensar que todo lo malo sucede por algo y aun así en esa parte mala hay algo bueno. La verdad, a mí me encantaría siempre ser optimista, pero hay veces, en las que el pesimismo se apodera de mí y me puede amargar una tarde entera.
Es cierto. La escritura a mano se está perdiendo poco a poco, solo que nadie sabe si se extinguirá por completo en el futuro. De pequeños, a muchos nos gustaba escribir cartitas de felicitación a nuestros amigos, que, en mi caso, solían estar acompañadas de un dibujito. También se compraban coloridas tarjetas con dibujos para invitar a tus amigos a tu cumpleaños. Aquello parecía una competición de quién llevaba la invitación más bonita. Hoy en día lo que se hace es enviar un mensaje por red social sobre el día, la hora… etc, para quedar. Entonces tus amigos comentan o te envían mensajes, diciendo si van o no.
Naturalmente, escribir en un teclado es más fácil, rápido y cómodo. Normalmente cuando uno escribe a mano, al rato le empieza a doler y se hace más difícil acabar lo que estuvieras haciendo. Es por eso que los alumnos preferimos realizar los trabajos a ordenador que a mano, porque los acabamos antes y posiblemente con más información, aunque eso no garantiza que sepamos lo que ponemos, ya que se suele «copiar» y «pegar»la información encontrada. Por esa razón, muchos profesores nos mandan los trabajos a mano, en vez de a ordenador, porque lo que ellos pretenden es que nos informemos y aprendamos sobre lo que estamos haciendo.
Me da mucha pena también, en Navidad, que poco a poco se está perdiendo la costumbre de mandar «christmas» felicitando a la familia o amigos que viven lejos. Eso sí que me gustaría que se mantuviera. Mandar estas tarjetas en vez de mandar un «WhatsApp».
Aun así, estoy de acuerdo con la mujer de John Hoffman. La caligrafía es muy importante porque te define como persona, ya que cada persona posee una letra distinta. Ojalá no desaparezca nunca.
Yo suelo escribir a ordenador, ya que es más cómodo, fácil y rápido. Por supuesto es más bonito recibir una carta o felicitación escrita a mano, en la que hay dibujos, colores e incluso olores. Además, se hace con más sentimiento, no como la escritura a ordenador que es de algún modo «más fría». No me gustaría que se perdiese la escritura a mano, igual que se está perdiendo la lectura en papel. Yo tengo un e-book, pero siempre me ha gustado más leer en papel. Hay libros que me los compro en papel, ignorando completamente el libro electrónico, ya que eso de tener los libros ordenados y bien cuidados en mi estantería donde todo el mundo los pueda ver, me encanta. Tal vez cada vez más gente compra estos e-books, ya que los libros son más baratos y además son más cómodos para llevar, que de alguna forma, es lo que pasa con la escritura. Tal vez en un futuro, la mayoría de la gente no escriba a mano, o peor aún, no sepa, pero pienso, que siempre habrá alguien que intentará que esa forma de escribir no se pierda.
Por la parte del optimismo, pienso que es muy importante en estos tiempos. Para una familia que le quiten la casa, o incluso que no puedan comprarle un juguete a su hijo, es duro. Pero con un poco de optimismo, piensas que esto se va a solucionar y que pronto le va a poder comprar a su hijo ese juguete que al niño le hacía tanta ilusión. Optimismo es pensar que un familiar se va a recuperar de una enfermedad muy grave. Optimismo es pensar que la escritura a mano, nunca se va a perder del todo por mucha tecnología que haya.
Casi nadie sabe los papeles que se obtienen de árboles , así que pienso que los jóvenes utilizamos los móviles y demás porque es mas rápido y fácil que escribir una carta y esperar a que llegue a su destino , y no lo hacen por el punto de vista ecológico .Si en un futuro los móviles dejan de existir y llega de nuevo el uso de la carta, utilizaría papel reciclado Aunque a la hora de utilizar una carta o enviar un «Line» o un «WhatsApp» optaría por lo mismo , por rapidez , gasto económico y ecologismo.
Utilizaría una carta en vez de un sms, si es el caso de una carta de amor o esas cosas, aunque no sea tecnológico ni moderno , pero a lo mejor en un futuro inventaran proyectos para dar felicitaciones: decir que te quiero con un holograma…, y quién sabe si el papel dejará de existir para siempre.
Es cierto, cada vez más los jóvenes están dejando de lado escribir en papel, utilizando el ordenador o el móvil para comunicarse, nos resulta más fácil de esa forma, ya que es muy cómodo y rápido, aunque el lenguaje que se emplea es muy diferente al que se utilizaría al escribir con lápiz y papel.
Antes se solían mandar felicitaciones de Navidad a familiares o amigos, éstas se escribían a mano, ahora esa tradición se está perdiendo, pues ya lo que se suele utilizar son las redes sociales, sms, WhatsApp…, que son más rapidas y puedes mandar muchas en poco tiempo. Aunque, para expresar tus sentimientos e identificar tu estado de ánimo, yo preferiría hacerlo a låpiz y papel ya que puedes expresarte mejor.
En verdad la escritura a mano prácticamente se ha perdido; desde que la gente utiliza el ordenador o el móvil, ya no escriben a mano, ni una simple carta cuando estás de viaje, todo se hace con el móvil; antiguamente la gente enviaba cartas para todo, la tradición de escribirlas se está perdiendo.