El desalojo violento, en El Aaiún, del campo de refugiados saharauis por parte del gobierno marroquí, así como las acusaciones, que pesan sobre este último de torturas y persecuciones de ciudadanos de la antigua colonia española, hace que recordemos a la Alemania nazi, que tuvo como objetivo principal la persecución y el exterminio de los judíos.
A la colonia judía de Holanda pertenecían Ana Frank y Nanette Blitz Konig, compañeras de colegio y de campo de concentración:
“Ni Ana ni yo tuvimos adolescencia, pasamos de niñas a adultas, de estar juntas en clase, a ser deportadas a un campo de concentración. Sobrevivimos, como el resto, en pésimas condiciones de vida”.
Son palabras de la segunda de estas mujeres, en un reportaje, publicado ayer domingo, por el El País Semanal.
En efecto, la vida en los campos de concentración era una lucha por sobrevivir: las enfermedades, el hambre y el frío, además de los abusos físicos, diezmaban la población del mismo.
Así describe Nanette su reencuentro con Ana, que procedía de Auschwitz, en el campo de Bergen-Belsen:
“Casi no nos reconocimos por nuestro aspecto; ella estaba muy debilitada, casi reducida a un mero esqueleto, muerta de frío, envuelta en una manta raída, no aguantaba los piojos, no sabía cómo resistir… Conseguí abrazarla. Jamás lo olvidaré”.
Producen escalofrío las palabras de esta mujer, que logró sobrevivir con 30 kilos de peso, que contrajo la tuberculosis y el tifus, y entró en coma, al poco de salir del campo. Fue la única única superviviente de su familia. Ana Frank, su amiga, murió en Bergen-Belsen.
En la actualidad, no estamos en una situación de exterminio, como en la Alemania nazi; pero los derechos de las personas y los pueblos siguen sin respetarse: en El Aaiún, como decíamos al principio, los saharauis han sido expulsados violentamente, mientras nuestro gobierno y la comunidad internacional miran hacia otro lado; en los territorios palestinos ocupados ilegalmente por Israel, en 1967, se siguen construyendo asentamientos en los que viven 195.000 israelíes, mientras las familias palestinas desalojadas por la fuerza no tienen derecho a una vivienda alternativa ni a una indemnización; en Francia, más de 1.000 personas de etnia gitana han sido repatriadas, con el argumento de que se encuentran en situación irregular y son fuente de delincuencia; etc.
En conclusión, los países poderosos, como ha ocurrido a lo largo de la historia, siguen abusando de los más débiles y los derechos humanos se les niegan sobre todo a las personas que viven en la pobreza.
Estoy de acuerdo con que la vida en los campos de concentración era una lucha por sobrevivir.
Como hemos podido ver en la fotografía, las condiciones de alimentación no eran las adecuadas ni la higiene y habría muchas enfermedades, y muchas personas que murieron, como el caso de Ana Frank.
Existe un libro llamado »El diario de Ana Frank» , que se basa en la historia real esta, en la que los judios como Ana tuvieron que pasar por la terrible invasión de los alemanes. Muchas veces Ana escribe en su diario todo aquello que no puede decir en voz alta, todo el sufrimiento que lleva dentro por lo que esta viviendo, escribe los deseos de poder ser libre, de poder volver a ser una chica de 14 años, de poder ir al colegio , reír y otras cosas de lo más naturales, como jugar en el parque con sus amigos y volver a la vida que tenía.
Con este libro se puede entender, mediante una chica de 14 años, todo el horror y el miedo que trajo la segunda guerra mundial . Ella aprende con el paso del tiempo a aguantar lo que tiene que vivir, pero no deja de mostrar en su diario la desesperación que siente, las ganas de vivir que tiene y esa esperanza que tiene de poder sentir de nuevo lo que es la libertad .
Yo pienso que esta situación, en cierta parte, sigue un poco igual..
Siempre existen países que dominan sobre otros y casi siempre por cuestiones económicas…
Yo aprovecho para decir que no he tenido el gusto de leer el libro, pero sí que he visto la película y no me esperaba que me llegara tan adentro.
Realmente, te hace pensar en toda la gente que mataron los nazis, y que entre esas personas había gente que podría haber llegado a ser alguien muy importante.
La amiga de Ana Frank logró sobrevivir, pero le pesará el recuerdo de todo aquello y más que nada de su amiga Ana. Pienso que es una pena que Ana muriese, porque a sus 14 años se expresaba bastante bien y seguramente podría haber llegado a ser una de las mejores escritoras de la actualidad.
no, obviamente existio el libro, pero es el original e padre lo publico no esta basado, es real %&
El problema de la falta de respeto hacia los derechos humanos es tan antiguo como la vida misma del ser humano. En todas las civilizaciones de la antigüedad, hay datos de ello, pero entonces podía ser comprensible por falsas creencias religiosas o por una cultura atrasada.
Actualmente, este problema viene dado por diversos motivos, que pueden ser: sexuales, económicos, territoriales, etc.
El caso de los campos de concentración alemanes lleva al extremo de la crueldad la falta de humanidad de ciertas personas, criminales sin escrúpulos, que carecían de sentimientos. Yo no he leído el libro de Ana Frank, pero sí he visto la película de “El niño del pijama de rayas”. En ella entendemos que no vemos el mal que hacemos hasta que ese mismo mal nos afecta a nosotros mismos.
Es muy cierto que países desarrollados, que pueden ayudar a que se cumplan los derechos humanos en otros países del tercer mundo, prefieren mirar hacia otro lado y “silbar”, como suele ocurrir con la India, África o con el Sahara sin ir más lejos.
En definitiva, yo creo que es demasiado difícil solucionar este problema de los derechos humanos, porque siempre habrá lugares donde no se respeten, aunque con el paso del tiempo irá mejorando la situación.
Está claro que los derechos humanos son una tarea sin hacer. Día a día, se incumplen en todo el mundo. Son sólo los hechos más mediáticos los que llegan a nosotros (véase http://www.es.amnesty.org/index.php), sólo los casos a grandes colectivos o que, por alguna circunstancia se convierten en noticia, los que llegamos a conocer, ya sea Guantánamo, el Sáhara, el exterminio nazi o la franja de Gaza. Son las violaciones de los derechos a “pequeña” escala los que hacen que la lucha por los derechos sea continuamente chocar contra un muro; pena de muerte, abusos sexuales a civiles en zonas de guerra, reclutamiento de niños, etc. Y que además nos hacen ver día a día que el principal culpable del incumplimiento de estos derechos es Oriente; sin embargo, la mayoría de los ejemplos que he puesto (por no decir todos) son aplicables a países de occidente, por ejemplo: al decir “niños soldado” nos los imaginamos en Irak o en Sierra Leona, sin embargo, en Estados Unidos hay escuelas militares para niños de todas las edades, o en nuestra calle, que podemos ver a niños que no van al colegio y que viven en la calle y ante lo cual las autoridades no hacen nada, por considerarlo un “problema menor”.
Me da pena pensar que nuestra sociedad ha necesitado redactar una serie de derechos para entender, por ejemplo, que una persona tiene derecho a no ser discriminado por su raza o religión, algo que deberíamos saber sin necesidad de tenerlo plasmado por escrito. Esto demuestra el gran trabajo a realizar, para que los seres humanos, como tales, aprendan el significado de justicia y respeto por la vida de los demás.
Respecto a este tema, me gustaría destacar cómo los gobiernos de los países “desarrollados” miran hacia otro lado, cuando se producen estos abusos a los más débiles.
Primeramente, hay que recordar lo evidente (aunque para muchas personas esto no sea así): TODOS somos personas humanas, independientemente del país o la cultura a la que pertenezcamos, la religión, el color de piel o el nivel económico del que dispongamos. Aunque este hecho sea evidente(como ya he dicho antes), hay muchísimas personas en el mundo que lo ignoran, entre ellos muchos de los gobernantes de lo países. Pienso que, en lugar de actuar e intentar terminar con estos abusos que se cometen día tras día en distintas partes del mundo, lo que hacen es ignorar el problema y mirar para otro lado, e incluso en muchos casos apoyarlo, será porque de todo ello sacan un buen provecho (principalmente económico) y, claro, en ese caso, es preferible mirar hacia otro lado y olvidarnos de los abusos que se cometen sobre las personas o los países más indefensos en lugar de intentar evitarlos.
Creo que esta es la principal causa por la que no nadie denuncia estos hechos y, mientras esto siga así, se seguirán cometiendo injusticias en el mundo. Pero este tema de no reconocer los derechos de las personas es igual que todos, unido a la economía y a los intereses de la sociedad, cada vez los ricos, a costa de los demás, se van haciendo más ricos y los pobres, cada vez más pobres y con menos derechos por los que tanto tiempo hemos luchado.
La verdad es que, aún y por desgracia, existen un gran cantidad de países, de personas, de regiones, de culturas, que no respetan los derechos de las personas, bueno, en realidad, no respetan ni a las propias personas. ¿Cuántas veces hemos oído ya, lo del “maltrato a la mujer”, o lo del “abuso del menor”?, años, llevan años sucediendo la mismas cosas, años llevamos quejándonos, actuando en contra de estos hechos pero, ¿han cambiado?, es cierto que un poco para mejor sí, pero no lo suficiente.
Con respecto al tema de los campos de concentración, no hay cosa que repudie más que el simple hecho de imaginar las vejaciones, las torturas, las penurias inaguantables, que esas pobres personas tuvieron que padecer durante su “instancia” en los campos de concentración, sinceramente lamentable, pero aún más doloroso. A manos de sucias ratas cuya única idea de futuro era la creación de una raza que estuviera por encima de los demás.
Es cierto que sobre el tema de los campos de concentración y demás, se han publicado muchos libros como el de “Ana Frank” o películas como “La gran Evasión” y algo más duras y tristes como “La vida es Bella”, aunque estas no son más que simples y felices reflejos sobre lo que en realidad ocurría en esos campos.
En cuanto al tema del violento desalojo del campo de refugiados saharauis en El Aaiún, no hay mucho que decir. No hay mucho porque siempre es lo mismo, el poder hace que lo más débiles se dobleguen y se sometan a su mando. Estamos hartos de ver cómo los más fuertes someten a los débiles y, aunque luchamos día tras día por acabar con esta injusticia, aún nos queda un abismo por solventar, para acabar con este conflicto que marca como fuego nuestras conciencias.
Para finalizar, me gustaría hacer una breve reflexión sobre la foto que has puesto en el blog Matías, la de los niños. Estoy seguro de que a muchos, al igual que a mí, al verla, la impresión que nos da es de repudio, por decirlo de algún modo. En el mismo momento que contemplamos el calamitoso estado de sus cuerpos, y justo en ese instante pasamos la foto para no verla. No obstante, volvemos a contemplarla y es entonces, al fijarnos, cuando nos damos cuenta de que los que aparecen en ella son niños, niños que podrían ser más o menos de nuestra edad, y eso, eso es lo que te destroza por dentro, el pensar que no hace mucho había niños, así, padeciendo esas torturas, ahora impensables. Es por ello, por lo que debemos dar gracias, gracias porque nos ha tocado vivir un mundo en el que estas injusticias no nos afectan a nosotros, pero sin olvidar que han ocurrido, y que siguen ocurriendo en algunos lugares actuales. Debemos vivir con la idea de luchar contra estos actos hasta su total erradicación y será entonces cuando las vidas injusta y duramente perdidas en épocas pasadas cobraran sentido.
Por un lado, están los derechos que habitualmente se violan a nuestro alrededor: violencia de género, discriminación por raza, sexo…, los derechos de los niños (educación, explotación laboral, abusos, violaciones…), la explotación sexual de mujeres traídas de otros países con engaños, el no respetar las limitaciones de cualquier disminuido físico…
Pero de lo que más se habla aquí es del continuo abuso de poder de los países más fuertes económicamente a los más débiles, y que ha existido desde siempre. Es la típica conducta de los países poderosos que, engañándolos muchas veces a través de intervenciones humanitarias y solidarias, esconden un deseo de poder y de controlar los recursos del país “ayudado”. Por desgracia, podemos citar muchos ejemplos:
– La gran matanza judía por parte de los defensores de Hitler, llevada a cabo para conservar la “pureza” de la raza alemana creo que ha sido la mayor masacre humana. Los alemanes ni siquiera consideraban a los judíos personas, y sólo por esa superioridad había que matarlos. Sólo se puede concebir esto en mentes totalmente enfermas, siendo una horrorosa pesadilla para los judíos (sólo hay que recordar las sensaciones que cualquiera ha podido tener con sólo leer “El niño del pijama de rayas”)
– El caso del pueblo saharaui y Marruecos ocupando sus territorios, sabiendo que detrás de éste está Estados Unidos. Lo que al final queda es un pueblo sin derecho a su educación, propia cultura…y víctima del genocidio actual.
– Israel ocupando territorios palestinos, parecido al caso anterior.
Además de la tristeza de todo esto, lo peor es cómo manejan la información que nos llega, sólo nos llega lo que quieren. Por otro lado, está la impotencia que da el ver que pueblos, como Haití u otros, sin recursos económicos, no reciben apenas ayuda de nadie, pero claro, son países pobres sin recursos, no interesantes para las grandes potencias. Esperemos que con el tiempo el comportamiento humano mejore y no tengan cabida estas conductas amorales o que al menos a estos personajes no les permitamos tener tanto poder.
En primer lugar, quisiera decir que, aunque es cierto que “el desalojo violento, en El Aaiún, del campo de refugiados saharauis por parte del gobierno marroquí, así como las torturas y persecuciones de ciudadanos de la antigua colonia española hace que recordemos a la Alemania nazi” , en mi humilde parecer no tiene mucho que ver , me explico. Es cierto que lo que allí ocurre es vejatorio y es cierto , que se violan los derechos humanos , pero, según mi modo de ver , compararlo con la Alemania nazi es un poco exagerado, eso no quiere decir que, si no se ponen medios para erradicar el problema cuanto antes ,probablemente se asemeje mucho a esta etapa de la humanidad, que a mi particular modo de ver constituyó una de las épocas más inhumanas y más atroces de la historia.
Con esto no quiero dar a entender que mi opinión acerca de lo que ocurre en el Aaiún sea de quitarle importancia , ni mucho menos ; sólo que, aunque sea duro, está varios escalones por debajo de las grandes atrocidades que han cometido los “hombres” , además me reafirmo en la postura de que estos problemas deben ser erradicados de raíz mediante la ayuda de todos los países que somos conscientes de que ocurre esto y de no taparnos los ojos y mirar para otro lado, como ocurrió en otras épocas , aunque bien es cierto que hoy en día a estos graves problemas se le suma que muchos países se tapan los ojos y hacen como si con ellos no fuera la cosa , simplemente por ruines beneficios y por que implicarse en estos asuntos no les interesa. Siempre ha ocurrido esto , y siempre ocurrirá , lo que pasa es que en la actualidad se está en cierto modo controlando , pues cada vez somos más los que estamos concienciados de que la igualdad debe imperar en la sociedad , pero esto es una utopía , pues como ya se ha comentado en otras entradas nunca llueve a gusto de todos , mientras unos se enriquecen otros viven en la pobreza , mientras unos controlan la mayoría de los recursos , otros se mueren de hambre, la humanidad siempre ha sido así y, aunque se intenta mejorar siempre existe esto. Pero para no salirme del tema quisiera hablar de los campos de concentración.
Claro está y por suerte nadie de nosotros sabemos lo que realmente fueron, pues no lo hemos vivido de primera plana , pero si somos conscientes de las atrocidades que en ellos se cometían , no voy a citar cómo trataban a las personas , pues es de todos conocidos , pero sí quiero indicar que ante todo no las trataban como personas , las trataban como si no fueran, les quitaban su identidad , le anulaban su mente , las utilizaban como máquinas y las trataban peor que a perros , todo ello con lemas tan sarcásticos y asquerosos como “El trabajo te hará libre”, me repugna . Se atropellaba la identidad humana.
La foto que se adjunta en el blog da buena cuenta de cómo se trataba a estas personas , hasta límites impensables , y sobre todo lo peor , incluso a niños , un ser que es totalmente inocente. Aunque duela decirlo hay que recordar todos estos abusos , pues si se olvidan corremos en el riesgo , como dice la tan sabida frase , de volver a caer en ellos y por tanto es bueno tenerlos en mente para actuar en contra de ellos.
Con esto cierro mi intervención , que por si no ha quedado claro , aclaro que no le estoy quitando peso al asunto sino solamente comparándolo con esa etapa , pues toda muestra , que en la actualidad todavía se está dando , de asalto a los derechos humanos debe ser eliminada de raíz , pues a fin de cuentas nadie es más que nadie , ni por razones religiosas ,económicas o sociales , pues todos somos iguales.
——————FERNANDO GÓMEZ AGUILAR———————-
Este tema es escuchado muy frecuentemente en los medios de comunicación. Todos nos conmovemos y pensamos qué pobre la gente que está pasando eso, siendo expulsada de países por no poder ser como los demás o por el simple hecho de dar una mala imagen, o por querer alimentar a sus hijos de una manera u otra. Pero ¿alguien ha conseguido ponerse en la piel de esas personas? Creo que es algo imposible de hacer, pero, si un solo gobernante pensara un poco que estas personas solo intentan llevar una familia hacia delante, como ellos mismos hacen, desempeñando su trabajo, creo que, si hicieran esto, cambiarían las cosas y no se les expulsaría tan a la ligera de un país donde hay delincuentes terroristas, traficantes asesinos, maltratadores, etc., que conviven con toda la sociedad, sin ser expulsados del país y haciendo, bajo mi punto de vista, más daño que las personas que viven en condiciones infrahumanas para llevar a su familia adelante con lo poco que consiguen.
En conclusión, y bajo mi punto de vista, los gobiernos deberían actuar de otra forma con respecto a este tema y tener más «mano dura» contra los delincuentes de sus países.
Este texto me ha dejado anonanada, porque me parece fatal que todavía hoy haya casos de discriminación, desde los más ricos hacia los más pobres; porque ya en el siglo XXI debería haber quedado claro en todos los países del mundo que todos somos personas y, por tanto, iguales y que, por motivos de dinero, cultura, ideología, religión etc…, no se debe discriminar a nadie. Además, en mi opinión, deberían estar penados algunos comportamientos en algunas sociedades, como la discriminación a la mujer por inferiodidad, o al relatado, anteriormente, por ser gitano etc.
Tampoco puedo opinar mucho sobre la historia de Ana Frank y su compañera, porque no la he leído y no sé nada, aunque me gustaría.
Lo que me parece es que hay muchísimos países en muchísimas actuaciones que se comportan de manera nefasta, violando, como bien dice el título de la entrada, los derechos humanos, porque, como bien sabemos, todas las personas tienen una serie de derechos que deben ser inviolables, por el simple hecho de ser personas y no intervienen ahí condiciones económicas ni culturales etc…
Aún me pregunto cómo es posible que haya personas que sean capaz de cometer atrocidades como estas, porque, por los comentarios de mis compañeros sobre Ana Frank en la época nazi, es imposible de entender; pero todavía es menos comprensible que, en la época en la que vivimos, se sigan dando situaciones extremas, como el caso de Marruecos, o las muertes entre israelíes y palestinos.
Recuerdo que, hace un par de años, en la asignatura de ética y no podría ser otra mejor, mi profesor me puso un documental secreto, es decir, que era grabado a escondidas, porque corrían un gran peligro, sobre la situación que tenían los africanos a la hora de querer pasar a Melilla para venir a España y poder así aspirar a una vida mejor. Como ya he dicho antes, este tipo de cosas, que yo vi, me dejaron alucinada, pensando que la mayor de nuestras obligaciones es intentar educar a la sociedades de ciertos países, porque intentar dar corrientes eléctricas a una persona y después de ver que se retuerce en el suelo de dolor por ser atrapado con trampas para cazar a animales, y ver que los soldados se rien, sintiéndose bien por lo que han hecho, consiguió hacerme sentir como que la especie humana es el peor ser que existe. Y como, en estos relatos, también pude apreciar cómo mataban a un niño o incluso, con la culata de un rifle, golpear duramente en la espinilla hasta romperle los huesos y dejarlo allí dolorido, para que no pueda andar y no vuelva a intentar pasar esa frontera. Lo peor es que hay personas que hacen como que no ven este tipo de hechos. Hay que tener un mínimo de moralidad a la hora de comportarse, si no es que se necesita ir a un sitio a que te traten, porque no están en buenas condiciones mentales, como los militares situados en la frontera africana.
A lo largo de la historia, la defensa de los derechos humanos ha traído consigo numerosos enfrentamientos entre países. Es sorprendente que, en la actualidad, permanezcan vigentes estas luchas por algo que todo el mundo debería poseer.
En nuestra sociedad, esto nos viene un poco lejos, pero simplemente, refiriéndonos a los países árabes, comprobamos una notable infravaloración hacia la mujer. O en China, el que se supone uno de los países más desarrollados del mundo, se continúa con la explotación de niños con fines gananciales.
Los campos de concentración, han sido un perfecto ejemplo para escenificar esta violación hacia los derechos de las personas. En estos campos las condiciones de higiene y alimentación eran deplorables. Los que fueron encerrados tuvieron que soportar esta situación, y para casi todos ellos su final era la muerte. Pero, ¿Qué habían hecho estas personas para ser tratadas de este modo? Nada, simplemente tener otra religión o algo tan insignificante como un color de pelo diferente. Es complicado entender como los seres humanos, los que se supone que somos racionales por excelencia, hemos llevado a cabo semejantes barbaridades, y como otros sin hacer nada, las han tenido que sufrir.
Por desgracia, esto ha sucedido durante décadas, incluso en la actualidad, se sigue decidiendo cuándo quitar la vida a una persona. A mi parecer, la pena de muerte es una ley que debería ser abolida, ya que nadie tiene derecho a arrebatar la vida de la gente. Y como se ha investigado, en numerosas ocasiones, la pena de muerte se ha llevado a cabo en personas inocentes. Desde mi punto de vista, este simple hecho debería ser motivo suficiente para retirarla definitivamente.
Haciendo referencia a lo que citado anteriormente, en nuestra sociedad, estas violaciones de los derechos humanos nos vienen muy lejos, ya que aquí no se llevan a cabo. Pero esto no es motivo suficiente para que haya una indiferencia como la que hay. Todos los países que han tenido la suerte de no sufrir esto, deberían aportar más información a sus habitantes, incluso no mirar hacia otro lado e involucrarse verdaderamente con lo que está ocurriendo.
En mi opinión, no conocemos realmente las condiciones en las que vive la mayoría de la población, cosa que creo que hacen para “protegernos”, pero no debería ser así. Tendríamos que contar con toda la información posible para poder ayudar por poco que sea, y de esta forma acabar con lo que durante décadas llevamos sufriendo, un desprecio a los derechos humanos.
Mª Carmen Encinas.
A todos nos sigue impresionando, en la segunda década del siglo XXI, cuando vemos alguna imagen de los campos de concentración y exterminio nazis, pese a saber que esas imágenes tienen unos 70 años de antigüedad. Nos impresiona ver cómo los prisioneros concentrados en estos campos, que aún mantenían un hilo de aliento, sólo eran esqueletos envueltos en una delgada funda de piel; desnudos, enfermos, hambrientos… Y nos impresiona ver cómo los cadáveres yacían en enormes fosas y crematorios comunes sin identidad alguna. Violaciones espeluznantes de los derechos humanos. Algo que ocurrió hace bastante tiempo, es cierto, quizás no demasiado, pero que conviene no olvidar para que no vuelva a ocurrir. Y posiblemente alguno de nosotros pueda dar un “visto bueno” con muchos matices a aquellos horrores, si con ello el hombre aprendió una lección difícil de olvidar. Pero nada de eso.
En nuestros días, 70 años de desarrollo más tarde, las atrocidades humanas contra todo lo que nos rodea no tienen límite. Aún seguimos padeciendo estos atentados contra los derechos humanos. Y lo que es aún peor: no hacemos NADA por detenerlos.
Ya se nos ha olvidado lo que padeció Ana Frank y otros 400.000 prisioneros del campo polaco de concentración de Auschwitz-Birkenau, en el que llegaron a morir hasta 1.500.000 personas. Y se nos ha olvidado lo que posteriormente padeció Ana Frank en Alemania junto a su amiga Nanette en Bergen-Belsen, donde murieron unas 70.000 personas. Se nos ha olvidado cómo los prisioneros sobrevivían en condiciones muy extremas, padeciendo múltiples enfermedades, y con pesos corporales de no más de 30 kilos en personas adultas. Y por tanto parece que se nos ha olvidado por completo ese episodio tan negro de la historia de la humanidad que se llamó Segunda Guerra Mundial, en la que se calcula que murieron unos 60 millones de personas (aproximadamente el 2% de la población mundial entonces).
Personalmente he leído el libro “El niño del pijama de rayas” de Ana Frank, o el libro de “La llave de Sara”. Libros que cuentan diferentes experiencias de personas que vivieron ese horror. Y todas esas situaciones a cuál más espeluznante, ya que son historias que en tu vida podrías imaginar que hay quien las haya podido vivir; historias que por desgracia fueron reales.
Y como parece que ya se nos ha olvidado toda esa atrocidad, pues vuelven a ocurrir recientemente episodios como el ocurrido en El Aaiún, o el que años antes ocurrió (y aún sigue ocurriendo) en Palestina, o el episodio que en el año 1990 se vivió en Kuwait. Conflictos estos que deben implicar completa y directamente a los gobiernos de los países desarrollados, que tendrían que movilizarse y prestar su ayuda impidiendo que se produzcan esas injusticias y esos maltratos hacia las personas, y evitando mirar para otro lado.
Pero, como todo, la mayoría de las veces los gobiernos se mueven por el interés. Así, en el caso de Kuwait el mundo entero reaccionó devolviéndole a los kuwaitíes sus territorios ilegalmente ocupados por Irak. El petróleo tuvo mucha culpa de este conflicto, y de la posterior intervención internacional en el mismo. No así ocurre en el caso de El Aaiún, donde están en juego acuerdos internacionales entre nuestro vecino y culpable del desalojo violento Marruecos y Europa, especialmente con España. Y ocurrió lo contrario en el caso de Palestina, donde pesa más el beneficio del mercado de las armas con Israel, y el bloqueo del pueblo palestino para favorecer la explotación y beneficio por otros países del petróleo y el gas natural que se encuentre en este territorio.
Por ultimo, quiero decir, como he mencionado antes, que conseguir que se respeten los derechos humanos, además de ser fundamental y prioritario, es necesario y una obligación de todos.
Por un lado, están los derechos que habitualmente se violan a nuestro alrededor: violencia de género, discriminación por raza, sexo…, los derechos de los niños (educación, explotación laboral, abusos, violaciones…), la explotación sexual de mujeres traídas de otros países con engaños, el no respetar las limitaciones de cualquier disminuido físico…
Pero de lo que más se habla aquí es del continuo abuso de poder de los países más fuertes económicamente a los más débiles, y que ha existido desde siempre. Es la típica conducta de los países poderosos que, engañándolos muchas veces a través de intervenciones humanitarias y solidarias, esconden un deseo de poder y de controlar los recursos del país “ayudado”. Por desgracia, podemos citar muchos ejemplos:
– La gran matanza judía por parte de los defensores de Hitler, llevada a cabo para conservar la “pureza” de la raza alemana creo que ha sido la mayor masacre humana. Los alemanes ni siquiera consideraban a los judíos personas, y sólo por esa superioridad había que matarlos. Sólo se puede concebir esto en mentes totalmente enfermas, siendo una horrorosa pesadilla para los judíos (sólo hay que recordar las sensaciones que cualquiera ha podido tener con sólo leer “El niño del pijama de rayas”)
– El caso del pueblo saharaui y Marruecos ocupando sus territorios, sabiendo que detrás de éste está Estados Unidos. Lo que al final queda es un pueblo sin derecho a su educación, propia cultura…y víctima del genocidio actual.
– Israel ocupando territorios palestinos, parecido al caso anterior.
Además de la tristeza de todo esto, lo peor es cómo manejan la información que nos llega, sólo nos llega lo que quieren. Por otro lado, está la impotencia que da el ver que pueblos, como Haití u otros, sin recursos económicos, no reciben apenas ayuda de nadie, pero claro, son países pobres sin recursos, no interesantes para las grandes potencias. Esperemos que con el tiempo el comportamiento humano mejore y no tengan cabida estas conductas amorales o que al menos a estos personajes no les permitamos tener tanto poder.
HOLA ME GUSTA PERO MI PREGUNTA ES CUALES ERAN LAS CONDICIONES EN LAS QUE VIVIAN EN LAS CAMPOS DE CONCETRACION
Este tema es escuchado muy frecuentemente en los medios de comunicación. Todos nos conmovemos y pensamos qué pobre la gente que está pasando eso, siendo expulsada de países por no poder ser como los demás o por el simple hecho de dar una mala imagen, o por querer alimentar a sus hijos de una manera u otra. Pero ¿alguien ha conseguido ponerse en la piel de esas personas? Creo que es algo imposible de hacer, pero, si un solo gobernante pensara un poco que estas personas solo intentan llevar una familia hacia delante, como ellos mismos hacen, desempeñando su trabajo, creo que, si hicieran esto, cambiarían las cosas y no se les expulsaría tan a la ligera de un país donde hay delincuentes terroristas, traficantes asesinos, maltratadores, etc., que conviven con toda la sociedad, sin ser expulsados del país y haciendo, bajo mi punto de vista, más daño que las personas que viven en condiciones infrahumanas para llevar a su familia adelante con lo poco que consiguen.
En conclusión, y bajo mi punto de vista, los gobiernos deberían actuar de otra forma con respecto a este tema y tener más “mano dura” contra los delincuentes de sus países.
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