Eran otros tiempos: la pobreza y el hambre asolaban los pueblos de España; apenas había trabajo en el campo y los que disfrutaban de él cobraban salarios de miseria; el índice de analfabetismo afectaba a más del 30 % de la población; etc. Los gobiernos de la 2ª república se propusieron corregir estas injusticias y una de las primeras medidas que adoptaron fue aumentar el número de escuelas y maestros. Al fin, los hijos de los jornaleros iban atener acceso a la educación y a la cultura; al fin, iban a aprender a pensar por sí mismos y no siguiendo las indicaciones del señorito de turno. Esta fue la extraordinaria labor que llevaron a cabo los maestros y maestras de la república y, por eso, fueron los primeros en ser encarcelados y asesinados, durante la guerra civil española de 1936. A las fuerzas conservadoras de este país no les convenía tener campesinos que pensaran por sí mismos y decidieran entre ser católicos o no serlo, votar a los partidos de derecha o a los de izquierda, etc. Ellos, los maestros republicanos, son los protagonistas del libro de Mª Antonia Iglesias; personas comprometidas contra el atraso y la incultura, que en palabras de Javier Cercas “contribuyeron como muy pocos a propagar los ideales igualitarios de libertad, progreso y laicismo con los que arrasó la guerra”. En el libro se recogen testimonios de antiguos alumnos de las víctimas y todos hablan bien de estos maestros que les enseñaban normas de urbanidad; que no recurrían al castigo físico, tan extendido en aquella época; que tenían mucha paciencia con los niños; que les inculcaban disciplina en el trabajo; que se preocupaban no sólo de enseñarles sino también de las necesidades que tenían.
Entiendo que los que nos dedicamos actualmente a enseñar somos, en cierta medida, herederos de aquellos maestros, pues compartimos sus ideales de formar ciudadanos reflexivos y críticos que sean capaces de decidir por sí mismos.
Como ya tenéis una larga experiencia como alumnos, nos gustaría conocer vuestra opinión sobre las personas que os han impartido clase, sobre la importancia que le concedéis en vuestra formación, sobre la consideración social que tienen.
Desde preescolar hasta el dia de hoy, en 4ºEso, he tenido muchos profesores, pero sin duda, el que más me ha marcado fue el profesor que tuve desde 1º hasta 4º de primaria.Era el mejor profesor que he conocido, enseñaba todo lo que teníamos que aprender y más, y lo explicaba despacio y bien, además, si alguien no se había enterado, lo volvia a repetir una y otra vez hasta que lo entendiese.Es verdad también que muchas veces se cabreaba y empezaba a chillar, pero eso está justificado, ya que algunos alumnos eran los creadores de ello. Aunque el profesor no solo se dedicó a enseñarnos sociales, matematicas, lengua, etc, sino que también nos enseñó a tratarnos entre nosotros, a relacionarnos entre la clase y entre la demás gente del instituto, a solucionar nuestros problemas hablando, etc.
Pese a que hace mucho tiempo que tuvimos a aquel profesor, muchos de los que estabamos con el seguimos manteniendo algunas de la costumbres que el nos creó (ejemplo:dejarnos la primera página de los cuadernos sin escribir, porque según el, esa página nunca debia estar escrita) y es que al fin y al cabo, fueron 4 años con el.
A lo largo de mi vida, he tenido muchos profesores que me han impartido clase, pero muy pocos se aferran al prototipo de profesor que le gusta a los alumnos. Este prototipo se basa en que el profesor sea serio, aunque a la misma vez sea divertido, simpático, vamos, que parezca uno más del grupo. Un buen profesor es aquel que te enseña a estar en los sitios, aunque despues las normas de comportamiento que te enseñan no se apliquen al 100%.
Para mí, de todos los profesores que he tenido a lo largo de los años que llevo estudiando, el que más me ha gustado fue el tutor que tuve en quinto y en sexto de primaria. Lo explicaba todo muy bien, cuando tenía que ser serio, lo era, y cuando estabamos de cachondeo, él también.
Se preocupaba siempre de sus alumnos y, si teníamos algún problema, él hacía lo posible para poder ayudarnos. Recuerdo que todas las semanas, durante una hora, nos relajábamos contando chistes y/o adivinanzas tanto los de mi clase como el profesor.
La única profesora, de todos los profesores y profesoras que he tenido, que no me ha gustado nada, fue la que tuve en tercero de primaria. Ella siempre había dado clases a chavales de 16 a 18 años, y es que con nosotros era tan estricta o más que con los más mayores, que teníamos de 8 a 9 años. Siempre estabamos de bronca con ella, incluso los padres fueron a quejarse de la profesora al director, por que muchas veces nos dejaba en la puerta dela clase por llegar 5 minutos tarde, de mi clase, muchos éramos de otro barrio, y por mucho que quisiéramos no llegábamos a tiempo.
Yo opino que todos los profesores deben ser estrictos hasta un cierto punto, dependiendo de la edad de sus alumnos y de su comportamiento, si deben ser serios que lo sean, pero también, si se esta de cachondeo un rato, estarlo.
Durante toda mi vida de estudiante he tenido diversos profesores de los cuales recuerdo a la gran mayoría. El profesor que más me ha llenado ha sido mi tutor durante quinto y sexto de primaria. Explicaba muy bien y siempre repetía todo lo que nosotros no entendíamos. Aparte de ejercer muy bien su profesión como profesor, era muy buena persona y cualquier problema que tuviésemos se lo podíamos contar sin ningún tipo de tapujo, porque él era como un amigo muy especial con el que contamos para cualquier cosa. Después de este profesor, he tenido muchos otros de los que me alegro de haberlos tenido. En primero y segundo de la E.S.O, los profesores no han sido como a mí me hubiesen gustado, pero hay de todo tipo. Cuando entré en tercero de la E.S.O cambié totalmente de gente, de instituto, de profesores y entré en un ambiente muy distinto al que yo estaba acostumbrada, pero en seguida me adapté gracias a mis compañeros y a los profesores a los cuales les debo mucho. Este año que estoy en cuarto de la E.S.O. tengo sólo una profesora que tenía el año pasado y a la cual admiro mucho por su forma de explicar y su forma de ser. Todos los profesores que tengo este año me agradan mucho, unos más que otros, pero todos me gustan. Recientemente he perdido a un profesor al que le tenía mucho cariño, pero con el tiempo lo sigues recordando como era y el cariño que le tenías. Me alegro que la nueva profesora que ha venido sea así de alegre, extrovertida y amigable, porque me recuerda mucho a mi antiguo profesor. En conclusión, todos los profesores que he tenido a lo largo de mi vida me agradan mucho y espero que los siguientes que vengan sean iguales de buenos profesores y de personas.
Desde mi propia experiencia como alumno puedo decir, y con mucho orgullo, que he tenido una suerte increÃble con todos los profesores que me han impartido y que me están impartiendo clase y espero que eso siga asà hasta que termine.
Por comenzar con una de las ideas que se refleja al final de la entrada, en lo referente a la consideración social que tienen los profesores, pienso que es algo que ha cambiado mucho.
Años atrás la figura del profesor era vista como algo supremo y como algo temido a la vez. Era una figura social bastante importante y con mucha influencia. En clase se hacÃa sin replicar lo que el profesor mandaba y si, por cualquier circunstancia, se le reñÃa al alumno, era preferible que los padres de éste no lo supieran porque el castigo podrÃa ser doble. Hoy en dÃa (podemos verlo en múltiples casos en noticias,â?¦) parece que la figura del profesor ha pasado a un â??segundo planoâ? y en muchos sitios el respeto, por una gran parte del alumnado, está totalmente perdido. Peroâ?¦ ¿gracias a quiénes, en parte, hoy somos lo que somos?, ¿gracias a quiénes hoy podemos elegir blanco o negro, izquierda y derecha? A los profesores, a esas personas que han abierto nuestra mente y nos han formado como personas crÃticas, capaces de elegir y no dejarnos llevar por lo primero que se nos muestre. Han conseguido superar lo que a muchos les â??interesabaâ?: el analfabetismo, personas muy manejables. Pienso que deberÃamos reflexionar lo que supone la figura del profesor en la sociedad.
La verdad es que yo estoy muy contento con todos los profesores que, hasta ahora, he tenido a lo largo mi trayectoria estudiantil. Quizás lo único â??negativoâ? que pueda destacar de alguno/a de ellos/as, posiblemente porque haya sido en una asignatura un tanto â??comprometidaâ?, es que no es positivo intentar meterle una idea al alumno/a en la cabeza a la fuerza, es mejor, bajo mi punto de vista, que se le muestre todo el abanico de posibilidades y él o ella elija, aunque por estar en dicha asignatura se le presupone una idea determinada, pero aún asÃ, es preferible no forzar a nadie a pensar una cosa. Ese es el hecho por el que yo, por ejemplo, no haya elegido esa asignatura este año.
Para terminar, y como alguno ha citado en su comentario, uno de los aspectos más positivos que puedo destacar de mis profesores ha sido la cercanÃa en el trato. Es esencial que el profesor inspire confianza, que no se vea como una persona que entra por la puerta, suelta su perorata y sale. Un trato más familiar hace todo mucho más fácil y más agradable.
Es cierto, los maestros/as han ocupado un papel muy importante en la educación de los niños a lo largo de toda la historia. Esto es porque al igual que los padres, los profesores pasan mucho tiempo con los niños, su labor además de enseñarles conocimientos de distintas áreas es también educarnos y por ello pienso que la labor de un profesor influye directamente en la vida de los chicos.
Antiguamente en tiempos de represión, la educación en las escuelas se llevaba a cabo de una manera muy estricta y exigente, como todos sabemos los profesores podÃan llegar a pegar a los alumnos para «mantener el orden», el respeto hacia el profesor era tal, que llegaba a convertirse en miedo, de ahà el lema; «la letra con sangre entra».
En este aspecto la situación normal en una clase ha cambiado radicalmente, hasta el punto de ser los alumnos los que agreden a los profesores y son estos los acosados. Ciertamente resulta increÃble, pero quizás pueda explicarse de alguna manera coherente; los profesores han vivido muchos de ellos estas situaciones tan duras en las que ellos mismos, como alumnos, se vieron reprimidos por los profesores de antaño, y ahora que ellos son los profesores no quieren ni siquiera acercarse a la imagen antigua de «profesor dictador». Por huir de esta imagen que ellos guardan en la memoria, inconscientemente se convierten en el polo opuesto, un profesor menos estricto y más blando, que se encuentra con unos alumnos mucho más liberales, consentidos y caprichosos, en resumen; tiranos, con más poder del que aparentan.
Debe ser difÃcil la tarea del profesor, y más en estos tiempos en los que el profesor debe controlar sus impulsos para no ser mal juzgado por la sociedad.
Cuando somos pequeños solemos ver a los profesores como enemigos, enemigos que quieren suspendernos y hacernos la vida imposible en muchos casos, y de ahà muchas agresiones de alumnos a profesores. Creo que esta actitud es tÃpica de la edad y esta enemistad hacia el profesor son más prejuicios que otra cosa. Pocos son los alumnos que ven a los profesores como lo que realmente son; personas que se dedican a hacer su trabajo como cualquier otra, personas que en cierto modo aman la educación y en muchos casos se entregan a ella casi por completo. Gracias a los buenos profesores ( que para mi son aquellos que se vuelcan y que aman cada detalle de su asignatura, que saben trasmitir su emoción al alumno), cada uno de nosotros aprendemos cantidad de aspectos de nuestro mundo, tenemos a nuestro alcance adquirir conocimientos de todo tipo; un poco sobre los seres vivos, sobre nuestro lenguaje, sobre otras lenguas, sobre la historia de la humanidad, la evolución de nuestra mente a los largo de los siglosâ?¦Esta oportunidad es casi única, miles de niños sumidos en la pobreza darÃan lo que fuera por estar en nuestros asientos y sin embargo, al igual que derrochamos la comida, malgastamos esta suerte con la que hemos nacido, la posibilidad de aprender.
Desgraciadamente de esto nos damos cuenta conforme vamos creciendo, al comenzar bachiller, caemos en la cuenta del valor que han tenido y tienen muchos de nuestros profesores en nuestro crecimiento, dejamos atrás el tópico de enemistad entre alumno y profesor y aunque siempre queda algún prejuicio, la actitud hacia los profesores cambia notablemente (al menos eso creo..).
Cuando dejemos el instituto y entremos en un mundo más independiente y más frÃo, como la universidad, echaremos de menos el calor del instituto, los atentos profesores; a los cuales siempre podÃas acudir si habÃa algún problema, los compañeros; el buen ambiente y las risas en algunos momentosâ?¦Será entonces cuando volvamos la vista atrás y recordemos todas las personas que han pasado por nuestra vida, entre ellas, nuestros más queridos profesores.
Bueno, para terminar dar las gracias de corazón a algunos maestros que dejaron huella en mà cuando dejé el colegio, pues me enseñaron que ir al colegio no era solo amargarse haciendo exámenes y tareas, sino enriquecerse poco a poco de una manera amena y divertida. Y agradecer también a los profesores de este instituto, pues cada uno con su carácter tan peculiar, su forma de dar clase única, y su atención siempre disponible hacia el alumno, han conseguido que muchos de nosotros abandonemos una parte de nuestra juventud, con un buen sabor de boca.
Desde que empecé, en Párvulos hasta el día de hoy, los profesores que me han impartido clases han utilizado distintas técnicas a la hora de enseñar y/o educar.
Cuando era más pequeña (en Primaria) no comprendía con facilidad las materias de lengua y matemáticas, pero recuerdo muy bien a una profesora que tuve en primero y segundo de Primaria que siempre estuvo ayudándome en todo lo que pudo, quedándose conmigo todos los recreos para enseñarme las materias más dificultosas. Esta profesora siempre tuvo un gran empeño en que aprendiese dichas materias.
También me gustó mucho una profesora que tuve en quinto de Primaria que era muy cercana a sus alumnos, tratándonos siempre con cariño y amistad, haciéndonos más fáciles y divertidas las clases. Tuve, en este curso, una profesora, que era totalmente distinta, ya que ella siempre quiso hacernos aprender de manera muy seria y estricta.
Cuando llegué a sexto de Primaria, me encontre con unos profesores que me dieron su apoyo, pues ellos sabían que acababa de venir de otra ciudad y que debido a mi timidez no era capaz de preguntar para entender aquello que peor se me daba.
En primero de la E.S.O. pensé que no sería capaz de sacar aquellos cursos, pero he tenido la suerte de que los profesores siempre me inspiraron mucha confianza, siempre han confiado mucho en mí y eso me ha hecho formarme mejor como estudiante.
En relación a la educación, cada uno me ha hecho adoptar una mejor manera de comportarme y de ser, aunque principalmente quienes se han ocupado de educarme han sido mis padres.
En mi opinión, desde que voy al colegio, no he encontrado todavía a ningún mal profesor. No voy a decir que me cayeran todos especialmente bien, porque siempre hay altibajos a lo largo del curso, pero al final yo siempre me he llevado bien con ellos porque también son simpáticos y buenas personas.
Tampoco voy a decir que algunas maneras de explicar que tienen algunos sean, en mi opinión, las más adecuadas, pero al fin y al cabo te acostumbras e incluso ya las consideras buenas.
He tenido muchos profesores y profesoras y he aprendido muchísimo de ellos y de sus enseñanzas y, aunque a veces cuesta trabajo seguir adelante con los estudios porque, la verdad es que hay veces que no dan el resultado esperado, espero seguir aprendiendo de ellos durante mucho tiempo hasta que los termine.
A lo largo de mi vida, me han dado clase muchos profesores, de los cuales de algunos ni me acuerdo, sin embargo, de otros guardo muy buenos recuerdos. En general me he llevado bien con todos y no he tenido nunca ningún problema con ninguno, siempre me han tratado bien. Uno de los que más me acuerdo es con el que estuve cuatro años, aprendí mucho con él y fue con él cuando pasé de no estudiar nada a sacar sobresalientes, gracias a sus consejos y enseñanza. También recuerdo a otro que era todo lo contrario al anterior, no explicaba, solo se dedicaba a dictar apuntes, la verdad es que en ese curso fui bien, pero porque puse empeño no por el profesor. Unas vez que he pasado al instituto todo es diferente y para mí todos los profesores son iguales.
Cristina Modrego García 4 A
Desde preescolar al día de hoy, he tenido muchos profesores, unos mejores y otros peores. En especial, en todo lo que llevo de cursos, hay un profesor al que tengo y tendré mucho aprecio y siempre lo llevaré muy dentro porque para mí era más que un profesor, no solo por la forma de ser sino por todo. Siempre que me pasaba algo, ahí estaba él, y siempre tendré un recuerdo magnífico de las palabras que él me decía, que estaba como una cabra y que estudiara para tener un buen futuro que si no… los años que he cursado con él han sido inolvidables y siempre quedarán en el recuerdo.
En cambio, al llegar a 4ºESO, me he llevado un grandísimo desengaño , siempre en todos los cursos he aprobado una asignatura, en cambio este año… la llevo siempre suspensa ¿por qué será? No entiendo muchas veces a algunos profesores, la manera que tienen de pensar, por lo menos eso nos hace pensar a los alumnos. Hay algunos que tienen el pensamiento de que cómo ellos le pagan… a los alumnos que hagan lo que quiera.. .
A lo largo de mi vida, me han dado clase muchos profesores, de los cuales de algunos ni me acuerdo, en cambio, de otros tengo todavía muy buenos recuerdos.
Uno de los que más me ha gustado fue en primaria, una profesora divertida, agradable… Vamos se estaba bien en clase. Su forma de dar clase era con juegos, adivinanzas…
También en primaria tuve un profesor que me gustaba mucho, era serio pero luego era muy bueno y explicaba muy bien, este profesor me daba lengua e inglés.
En primaria era todo muy bonito, los profesores estaban más pendientes de ti, no era tan difícil… Ahora en el instituto no es lo mismo, los profesores son todos iguales, no te apoyan y no están tan pendiente de ti, eso es algo que se echa de menos, pero a ver ya no se puede hacer nada.
Pero de todas formas yo estoy bien en el instituto.
Raquel Alcaide Pérez 4ºA
Para mí, los profesores han tenido un papel importante en mi vida.
Guardo muy buenos recuerdos de todos mis tutores en primaria, que eran los que me daban casi todas las asignaturas. Ellos fueron los que me formaron y me ayudaron cuando notaron que tenía algún que otro problema.
Con los profesores actuales, ocurre algo parecido. Sólo que ahora éstos, en vez de formar mi educación, moldean mi carácter, mi forma de pensar, etc.
En definitiva, que todo lo que soy se lo debo a mis profesores, y siempre se lo agradeceré.
Durante toda mi vida de estudiante, he tenido diversos profesores de los cuales recuerdo a casi todos, a unos más que a otros, yo pienso que cada profesor, te caiga bien o mal, te aporta algo, yo de los profesores que más me acuerdo son de mi tutor del colegio, ya que lo tuve todos los años que pase allí, y ya que el pobre tuvo que aguantar mucho conmigo, porque era muy travieso y siempre le estaba dando guerra, aunque luego nos llevásemos bien, no olvidaré nunca la de veces que me quedé sin recreos copiando con él, tengo muchísimas anécdotas graciosas de esos años.
Luego, cuando llegué al instituto, como cada año he cambiado de profesores, no he llegado a conocer bien a algunos, pero aún así hay profesores que los recordaré siempre.
A los profesores en la sociedad se les tiene como que son los que menos trabajan, ya que tienen muchas vacaciones y un buen sueldo echando pocas horas.
Pero el papel que desempeñan los profesores es vital para la educación y la formación de los jóvenes, además, los profesores tienen que aguantar a los jóvenes de hoy en día que dan mucha guerra, aparte de hacer su trabajo.
También ese profesor, para llegar a ese puesto de trabajo, ha tenido que estudiar previamente mucho, cosa que aquellos que se quejan tanto no han hecho y es una cosa tan fácil como eso.
Mi critica sobre mis profesores que he tenido en mi carrera de estudiante de primaria, secundaria, grado elemental y medio de conservatorio profesional de música, es que todos tenían un nivel de enseñanza fabulosos, en todos los aspectos (dando clase, en lo social con compañeros, alumnos del colegio, instituto, conservatorio…). Pero alguno, del que no quiero dar nombres por educación, me ha hecho la vida imposible e incluso me suspendía porque no le caía bien: fue un profesor de conservatorio que daba piano y fue mi profesor durante un año. Ese año fue el peor de todos, casi repito por sus tonterías de exigir mucho en un nivel (2º de grado elemental) en que no se debe exigir mucho, casi repito. En el colegio, también he tenido profesores de los que no me ha gustado su nivel de enseñanza y su nivel de educación (mientras nosotros hacíamos las tareas que mandaba y que no explicaba, se ponía a leer el periódico e incluso a tomar café . Nos quejamos al director y lo echaron al año siguiente. En el instituto, también había profesores de materia como Ciencias de la Naturaleza, que el llegaba a los exámenes y si no decía nada de que no esta dentro y empezaba el examen el solo sin nadie.
También ha habido profesores que me han encantado, como el de piano de 4º de grado elemental (Pedro Pablo) y fue la caña por cómo tocaba y como me enseñaba. También el profesor de lenguaje musical (Jesús Maria), era su primer año como profesor y era muy paciente con nosotros, amable y sabía mover a los nenes muy bien por el camino que era el bueno y, además, ese año fue el año que hice yo la prueba de acceso a Grado Medio y con él me enteraba muy bien. En el instituto también he tenido buenos y amables profesor, como Margarita Chamorro que ha sido un gran apoyo para mí porque siempre está conmigo con la música y me va a dar muchísima pena cuando me vaya el año que viene del I.E.S Gran Capitán, la echaré de menos y que ella ha sido un gran ejemplo para mí y siempre seguiré sus consejos y no se me olvidarán estos casi 2 años que he pasado.
Bueno, pues, para empezar, la verdad, es que casi todo el mundo tiene algún recuerdo positivo de un profesor de la infancia, por algo que nos marcó de pequeños, como, por ejemplo, una profesora llamada Puri, profesora de ingles de primaria, que nos enseñó algo mas que el idioma, nos enseñó que todos teníamos algo especial y que todos valíamos mucho y eso me marcó para siempre.
Y ahora, más en la actualidad, hay tres profesores que no olvidaré nunca que son:
En 2º de E.S.O., dos de ellos que eran Gabriel, un profesor algo polémico, debido a un altercado con unas alumnas que gracias a ellas, ese pobre hombre tuvo que irse y no hay pruebas que demostraran que hizo lo que decían que hizo, pero, en fin…, ese hombre nos enseñó a esforzarnos para conseguir lo que queríamos que era aprobar.
Y la otra profesora fue una de las mejores profesoras para mí, una señora llamada Agueda Mesa que nos enseñó, de una manera muy amena, el idioma, de manera que entablamos una muy buena amistad y, cuando nos dijo que se iba al final del curso, muchos de los compañeros rompieron a llorar de pena y a la vez ella lloró de alegría, al ver que había hecho un muy buen trabajo.
Y la ultima profesora que me marcó fue en 3º de E.S.O., una muy buena señora llamada Mercedes Murcia Delgado que, aparte de enseñarnos la lengua española, me demostró que era una profesora muy comprensiva, ya que había que entregar un trabajo y no pude entregarlo hasta el día de las notas y fui a llevárselo y me dijo no hacía falta, que sabía que me había esforzado y me emocioné, eso es algo que nunca se me olvidará y hasta ahora no hay ningún profesor que me haya aportado nada que me haya llegado.
Todos hemos tenido gran multitud de profesores los cuales nos han impartido una sabiduría que nosotros debemos aprovechar para un futuro, en mi opinión todos mis profesores de mi periodo de formación a los estudios me han demostrado algo importante, no tiene por qué ser algo bueno o algo malo, pero todos me han dado alguna lección para la vida, aunque también he tenido profesores que nunca he deseado tener, que eran la reencarnación del » diablo » que sube hasta la superficie nada más que para incordiar, pero, como frecuente no me puedo tomar la justicia por mi mano, de modo que hayí que aguantar, aunque hay mentores que se merecían ellos el » 0 » y no yo o mis compañeros
Debo destacar algunos profesores que de verdad me han apoyado mucho en mis estudios, no voy ha hacer nombramiento de ninguno de ellos pero si diré que no están asignados ni a Biología ni a EF. los cuales no me han ayudado tanto, creo que al contrario, pero no estoy por la labor de criticar a nadie.
Profesores buenos o profesores malos, creo que no hay diferencia, todos podemos cambiar de parecer, según el ambiente o las consecuencias, si te portas mal, no esperes que sean buenos, en cambio, si te portas bien, puedes esperar la recompensa o simplemente no esperarla porque quizás no llegue nunca, debo añadir también que algunos profesores tienen una forma de puntuar bastante exótica, pero él tendrá su manera de corregir y no lo voy a criticar por ello, más que todo porque seria una forma inútil de hacerlo , si algo he aprendido todos estos años es que a un profesor no le puedes cambiar la manera de corregir, está demostrado.
Aquí acaba este breve discurso sobre la forma de enseñanza de algunos profesores, vista desde los ojos de un alumno.
Desde que empecé a ir al colegio, he tenido profesores buenos, hay algunos que siempre recuerdas con más cariño que a otros. En primaria, tuve una profesora muy cariñosa, que siempre recordare, me dió clase durante mucho tiempo y, cuando ya dejó de darme clase, no dejó de preocuparse por mi, siempre me preguntaba por mis notas… Después, en secundaria, tuve solo tres profesores, pero a los cuales también les guardo mucho cariño. Todavía los veo y se paran a hablar conmigo y eso para mí significa mucho, porque eso es señal de que aún me recuerdan. Ya, por último, en el instituto, los profesores cambian mucho, porque ya no se preocupan tanto por ti, lo cual no significan que sean mejores ni peores, lo que pasa es que ya son muchos compañeros y no pueden estar pendientes de todos. Pero, aún así, en estos dos años que llevo en el instituto, he tenido profesores a los que he cogido mucho cariño y a los que siempre recordaré.
Yo pienso que la IIª República fue un gran avance en todos los aspectos de la sociedad (enseñanza, salarios…) que se vió truncada con la Guerra Civil y posterios dictadura de Franco.
Personalmente creo que nosotros somos un mezcla muy importante de nuestros profesores, de nuestros padres y pequeñas modificaciones que imponemos nosotros.
A mí me han marcado más los profesores del colegio que los del instituto aunque de ellos he aprendido muchísimo, pero de niño el profesor es tomado como alguien superior que posee una gran inteligencia.
Me apetece esta próxima feria del libro comprarme el libro, lo único que me para es su autora…¿es objetiva en sus planteamientos?. Ya dirás.
Un saludo
Hola!
Pues bueno yo.. tengo 13 años pero en fin.
Mi maestro de sociales es republicano.
Va a clase con su pulsera de la Republica.. y la verdad
es que nos llevamos muy bien, puesto que el sabe
la gran admiracion que le tengo por su manera de ser, y de pensar.. y sabe que pienso igual que el.
En fin solo decir que el libro me gustaria regalarselo
para final de curso.. Creo que seria un agradable recuerdo.
=)
y nada mas..
un beso a todos!