El jueves pasado, mientras debatíamos, en 3º de Diversificación, sobre las causas y las consecuencia del divorcio, me acordé de un poema de Mario Benedetti, titulado “Hagamos un trato”:
Compañera,
usted sabe
que puede contar conmigo,
no hasta dos ni hasta diez
sino contar conmigo.
Si algunas veces
advierte
que la miro a los ojos,
y una veta de amor
reconoce en los míos,
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro;
a pesar de la veta,
o tal vez porque existe,
usted puede contar
conmigo.
Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo,
no piense que es flojera
igual puede contar conmigo.
Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar con usted,
es tan lindo
saber que usted existe,
uno se siente vivo;
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco.
No ya para que acuda
presurosa en mi auxilio,
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.
Me vinieron a la memoria estos versos, porque las personas que se divorcian, antes de tomar esta decisión, han hecho un trato parecido al que le propone el poeta a su amada, jugando con los significados de la palabra «contar» y añadiendo que le basta su existencia para sentirse vivo y que no se preocupe cuando se muestre huraño sin razón aparente.
Pero el problema es que en este trato no están incluidos, al menos en un principio, los hijos, que son los que sufren más directamente las consecuencias del divorcio, en especial cuando son pequeños y no han madurado lo suficiente. Los testimonios personales que aportasteis algunos de vosotros apuntaban en esta dirección, pues la ausencia del padre o de la madre o las discusiones entre ambos os habían ocasionado cambios en el carácter, que acabaron afectando negativamente no sólo a vuestra convivencia familiar sino también a vuestro rendimiento académico.
Quizá, en el momento del trato, no baste con decir: “Compañera usted sabe que puede contar conmigo”, sino “Compañera usted sabe que puede contar conmigo y con los hijos que tengamos”.
El tema que planteas, además de interesante, lo considero muy delicado y con un trasfondo que, al menos, para mí, es la base del problema: “la ligereza con la que las parejas abordan el tema del matrimonio (civil o eclesiástico). A lo largo de todos estos años, he conocido más casos de divorcio de los que me hubiese gustado; algunos de ellos los protagonizaban personas muy queridas para mí y, cuando me preguntaban sobre cuál era el secreto para que mi matrimonio siguiese funcionando como el primer día, mi respuesta era, y aún hoy, sigue siendo la misma: “madurez en el amor, confianza y, sobre todo, mucho respeto por la persona con la que convives”.
Desgraciadamente, nos encontramos en una sociedad en la que, sobre todo los jóvenes, no se detienen a pensar en las consecuencias de contraer matrimonio. Posteriormente, cuando llega el momento de convivir con un horario mucho más amplio que en el período del noviazgo, es cuando aparecen los problemas (broncas frecuentes, faltas de respeto, etc.) y hay quienes piensan que, teniendo un hijo, todo se solucionaría.
A partir de este momento, es cuando el declive de la pareja se acentúa más si cabe ya que, si anteriormente, no eran capaces de dirimir sus diferencias, ahora estas se suman a los problemas derivados de la educación y el sustento de uno o varios hijos.
Llegados a este punto, la única solución que atisban es el divorcio y lo acometen sin pensar en los perjuicios que esto puede acarrear al pequeño, o a los pequeños (traumas, cambios de humor, trastornos de personalidad), que pasan a ser las víctimas de esta situación. En la actualidad, el número de divorcios ha disminuido, pero no porque no se den las mismas condiciones que en años anteriores, sino más bien debido a la crisis económica que sufre nuestro país, que hace que las parejas se lo piensen dos veces y busquen otras alternativas (compartir techo, pero no lecho) que les permitan eludir los gastos que este proceso conlleva (manutención, gastos y costas judiciales, etc).
En este último supuesto, si existe un buen planteamiento por parte de los adultos, los pequeños pueden sufrir menos que en el divorcio.
En definitiva, la convivencia con otras personas no es fácil, pero se puede conseguir con solo poner de nuestra parte, y esto lo digo desde mi propia experiencia tras 17 años felizmente casado.
Gracias por tu rápida respuesta a mi entrada sobre el divorcio. Espero que tus atinadas y personales reflexiones sobre el tema le sean de utilidad a los alumnos de 3º de Diversificación.
Para mí es un placer intervenir en tu blog. Si me lo permites, Matías, quería dejarles a tus alumnos, una reflexión personal: “Aquellas parejas que consideren que las relaciones sexuales constituyen el pilar fundamental sobre el que se sustenta el matrimonio y que de ahí depende su futuro, están muy equivocadas”. Creedme que no lo digo de forma inconsciente e infundada.
En la mayoría de los casos a los que eludía en mi anterior comentario, este ha sido el principal error que ha desembocado en el divorcio. Si un matrimonio se fundamenta solamente en mantener relaciones sexuales, olvidándose de lo que supone la convivencia a nivel familiar, la relación irá enfriándose día a día y, al final, acabarán descubriendo que no tienen nada en común y que todo ha sido simplemente “atracción física”.
Por tanto, vuelvo a incidir en que es fundamental tener muy claro lo que supone contraer matrimonio y hacer un esfuerzo diario por comprender y aceptar a tu cónyuge tal y como es (con sus defectos y virtudes), y, sobre todo, aprender a amarlo día a día.
De todas formas, al paso que vamos, pronto va a disminuir el número de matrimonios y aumentará aún más (ya lo está haciendo), el número de parejas que conviven sin estar de alta en el Registro de Parejas de Hecho y esto es debido a que, fiscalmente, es mucho más ventajoso convivir en pareja que casarse. Para que lo veáis más claro, permitidme que lo explique con el siguiente ejemplo:
Persona de 48 años que convive con su pareja en la situación anteriormente descrita. Tendría las siguientes ventajas:
1º.- Si está desempleado, cobrando una prestación contributiva por desempleo, al realizar la Declaración del IRPF, tan solo tendría que declarar sus ingresos, mientras que su pareja haría lo propio en declaración aparte. Con esto, tendrían la posibilidad de recibir devolución por ambas partes (a no ser que su pareja tuviese ingresos sustanciosos).
2º.- Imaginemos que esta persona, hace 2 años (, decide estudiar FP Grado Medio y decide solicitar una “beca de carácter general y de movilidad (digo hace 2 años porque actualmente este apartado también está sufriendo recortes)”. Al estar en esta situación familiar, cuando se procediese a la revisión de los datos contenidos en su Declaración del IRPF, la Administración le otorgaría dicha beca en base a sus ingresos, mientras que si se hubiese casado, los ingresos a tener en cuenta serían los de la unidad familiar y no tendría derecho a esta ayuda.
3º.- Por superar los 45 años y no tener cargas familiares, si ha agotado la prestación contributiva, aún tiene derecho al cobro de un subsidio por desempleo (actualmente 426 €/mes, durante un período de 6 meses).
Espero que estas cuestiones generen un sustancioso debate tanto en tu blog como en clase.
Alfonso, muchas gracias por tu información, un saludo.
Pues muchas gracias, Alfonso, soy una de las alumnas de Matias y en el tema del divorcio estoy muy experimentada, ya que mis padres llevan divorciados mas de 2 años o no sé, ya he perdido la cuenta. Creo que, aunque los padres se divorcien, no debería cambiar nuestra actitud ni nuestro comportamiento, ya que tú sigues teniendo a tus padres… y, bueno, es una cosa complicada.Muchas Gracias.
Alfonso, gracias por su información sobre el tema.
(Intervención)
Me parece que las personas, antes de casarse, deberían vivir en pareja, para ver el carácter de la otra persona y saber si es la persona con la queremos convivir . No hace falta casarse para vivir juntos y, si no nos gusta nuestra actitud, que cada uno vaya por su lado y no hay temas de divorcio y de líos.
Hola,mis padres se separaron cuando yo era muy chiquita.Tenía dos años,y no me afectó hasta que ya era más mayor.Me daba cuenta de que ellos ya no dormían juntos,ni siquiera mi padre estaba en casa.Venía a buscarme de vez en cuando ;de repente un día dejo de buscarme,y ya no quise saber nada de él.También me he dado cuenta de que mi madre ahora es más feliz.Su nuevo novio,mi padre,no es biológico,pero lo quiero más que a mi propio padre;la está haciendo muy feliz,y eso es lo único que a mí me importa.
La separación me afectó un poco en los estudios y en mi forma de ser; no tenía ganas de estudiar y pasaba de todo; me daba igual lo que me dijera la gente.Cuando me di cuenta de que mi madre era feliz, cambié. Ahora estudio y no soy tan pasota; me preocupo por la gente, no como antes. Creo que el divorcio es bueno, porque, si una pareja ve que no funciona su relación, se separa y cada uno por su lado, con el fin de ser felices.
Muchas gracias Alfonso por tus consejos.
Yo conozco la historia de una pareja que tuvo un hijo y se fueron a vivir juntos en la primera declaraciòn de la renta; ella hizo la suya por su parte y le devolvieron su dinero, y su novio la hizo por su parte y le devolvieron el suyo.
Yo pieno que es mejor probar la convivencia, antes del matrimonio y tener hijo, porque luego, si el matrimonio sale mal, los hijos son los que sufren, porque ellos pueden rehacer su vida, pero los hijos lo pasan mal viendo discutir a sus padres. Y algunos de los niños sale traumatizado y no es justo que por culpa de los padres los niños salgan mal.
En resumen, opino que antes hay que mirar por los hijos y por su bienestar que en pelear y hacerlos sufrir.
Alfonso, soy una de las alumnas de 3ª de diversificación; hemos estado en clase leyendo y comentando toda la informacion que nos has dado y nos ha parecido un muy interesante.
Yo pienso que el divorcio no es bueno para nadie y menos si hay hijos por medio y más si son pequeños, pero hay personas que una vez divorciadas están y se llevan mejor, porque al estar juntas se sienten incómodos o infelices; pero yo prefiero que las personas estén juntas y se piensen las cosas tranquilamente, antes de casarse o comenzar a vivir una vida juntos.
Un Saludo.
GRACIAS, ALFONSO, POR TU SABIOS CONSEJOS.
Yo conozco varios casos tanto de casados como que se van a vivir juntos. Cuando una pareja se separa, si tienen hijos, son ellos los que más lo sufren, porque nada va a ser igual para ellos; en algunos casos su rendimiento académico baja y su comportamiento no es igual y también algunos están con su madre o padre por conveniencia. Pero también tienen que pensar que, aunque no les guste, va a ser lo mejor para sus padres, porque así se acabarán todos los problemas. El matrimonio es algo que se tiene que tomar muy en serio, ya que es algo para siempre y primero tienes que convivir con esa persona un cierto tiempo y tener gustos en común y desde luego un hijo no arregla todos los problemas, porque a la hora del divorcio los hijos son lo que lo sufren. Uno, antes de casarse, tiene que pensar bien las cosas, saber los convenientes y los inconvenientes, porque el matrimonio es algo muy serio que tiene que ser para toda la vida, es, como dice Mario Benedetti, un pacto que no se debe romper nunca.
Bueno, Alfonso, es una información muy buena, así que te doy las gracias, je je. Yo ya le comenté al profesor que no tengo muchas cosas que decir porque no he vivido algo así, pero conozco casos en los que el divorcio ha sido una buena solución, para mejorar la educación de los niños, por ejemplo: mi primo, gracias a que sus padres se divorciaron, dejó de meterse en problemas. Bueno, me despido de vosotros dándole las gracias de nuevo a Alfonso y al profesor por la información que nos habéis dado bueno. Un cordial saludo a mis compañeros y vosotros.
Alfonso, quería darte las gracias por la información que nos has proporcionado. Creo que va a ser muy útil para algunas personas porque son datos muy interesantes. Me he sentido muy identificada con tu primer comentario sobre los hijos que también sufren, su cambio de humor, y, sobre todo el nivel académico. A mí me pasó eso, ¡y qué mal año!, en los estudios fatal, en casa contestaba mucho, a mi madre sobre todo… Sentía que en mi casa todo era un caos, un vacío muy grande, aunque estaba con mi abuelos y mi madre en casa de mi abuelos, sentía que mi padre no estaba y no soportaba esa situación y era un poco incómodo tener que ir cada semana con uno de los dos. Un saludo.
Bueno, sobre este tema, no puedo dar mucha opinión personal, ya que mis padres no están divorciados, pero voy a comentar lo que contaron mis compañeros en clase.
Cuando eres pequeño, no te das cuenta de que lo que van a hacer (divorciarse), es mejor para ellos, porque solo piensas que quieres estar con los dos como siempre y que eso no estaría bien; pero en verdad lo hacen para ser felices ellos mismos, porque juntos no lo son. Yo también lo hubiese pasado mal, si mis padres se hubiesen separado y es verdad que a los niños les cambia el carácter y bajan su rendimiento académico; pero cuando pasa el tiempo,y van creciendo y madurando, se dan cuenta de que ha sido mejor para todos y que ha valido la pena.
Sobre lo que ha dicho Alfonso de que hay parejas que no se casan y que obtienen beneficios en algunos sentidos, eso ya depende de cada persona lo que quiera hacer, yo sí me casaría, pero hay personas que quizá no puedan por la situación económica.
Me parece que Alfonso lleva todo la razón, porque las parejas modernas de hoy en día no se aguantan la más mínima y es todo un puro interés.Si decides compartir el resto de tu vida con una persona, debes comprenderla y aceptarla como es,al igual que debe hacer ella,y no traer un hijo al mundo y luego tenerlo de casa en casa y un día con la abuela y otro con la tía, a causa de que sus padres no sean capaces de aguantar unos años hasta que su hijo sea mayor de edad o se independice para que no lo sufra tanto. No quiero decir que porque seas mayor de edad no sufras, al ver a tus padres separados,pero más lo sufre un niño en plena adolescencia con los problemas que suelen aparecer en esa etapa de la vida.Y por último agradecer a Alfonso su opinión que nos ha servido de mucho.
Bueno,Alfonso,quiero darte las gracias por la información que nos proporcionas, un saludo.
(Intervención):
Pues conozco el caso de una niña que no ha vivido el tema del divorcio, pero ha sufrido algo parecido y fuerte sobre este tema: el padre estaba casado y tuvo a su hija entonces; su madre tenía una enfermedad de alcoholismo; entonces a su padre se le fue un poco la cabeza e hizo cosas de las que después se arrepintió.
Más tarde, el padre empezó a hacer cosas más graves a menudo y más y cada vez más. Afortunadamente, al final se pudo controlar un poco con su hija y su mujer.Pero esta no quería saber nada de su familia. Entonces el padre de la niña la ingresó en un centro de alcoholismo y él, en vez de separarse de su mujer, la engañaba, mientras estaba allí dentro e incluso, cuando salía del centro, también la engañaba.
Actualmente esta relación sigue todavía,no se han separado; por fortuna la mujer está un poco más recuperada y el padre está cuidando a su hija solo y de aquella amante se separó.
Hola, soy alumno de 3º diversificación este poema me ha parecido un poco raro, porque si le recitan porque luego se separan, eso es lo que no entiendo, por eso, te pregunto a ti Matias; pero de todas formas me parece bonito por las maneras que dice «le dice hasta dos o hasta cinco». A mí me da a entender que lo tiene para todo lo que lo necesite, es decir, que está enamorado de ella, por eso, le dice «hasta dos o hasta cinco» y todas las que sean, porque está enamorado de ella, eso es lo que me da a entender a mí.
El comentario que hace Alfonso es la verdad, ya que, con la crisis que hay, no se separan para llevar los gastos a medias y también por los niños, para que no sufran. Yo estoy de acuerdo con él.
Yo creo que lo peor que le puede pasar a un niño es que sus padres se separen y encima si discuten delante de él; lo digo porque a mí me pasó algo parecido. Cuando yo tenía 8 años, me mudé a una casa muy grande en una urbanización.Todo era muy bonito hasta que empezaron las discusiones; entonces todo se oscureció,todo fue por las mentiras de mi padre, ya que decía que estaba malo, pero en verdad estaba con otra mujer. Hoy le doy gracias a mi madre por ser fuerte y salir adelante. Yo pienso que, si te casas y al cabo de los años dejas de querer a tu mujer, lo mejor es decir la verdad y no ser un cobarde.
Quería comentar sobre este tema,ya que he vivido con ello.
Mis padres no podían seguir conviviendo juntos,porque día a día era una discusión tras otra;yo podía soportarlo porque era una rutina del día a día,pero mi hermana, con 3 años menos que yo,no era lo mismo.A ella le afectaba bastante el hecho de ver a sus padres discutir continuamente; yo intentaba consolarla pero no daba resultado.
Mi padre no era el mismo desde que nació mi hermana,cambió en todos los aspectos,principalmente en su personalidad y comportamiento.Yo desde los 3 años,sentía como si no fuese mi padre,ya que no recibía el cariño de padre que cualquier hijo/a necesita.Solo tenía a mi madre,pero no podía seguir viéndola sufrir,con tanto insulto y desprecio por parte de mi padre hacia a ella.Fueron dos veces las que intentó ponerle la mano encima y afortunadamente yo estaba delante,aunque al intentar ponerme en medio,le temía más.Pero mi madre daría la vida por mí y yo, a pesar de ser pequeña y no tener la madurez suficiente,era bastante consciente de lo que pasaba.Aquellas dos veces conseguí que no le hiciera nada, pero a mí sí. Desde aquella vez empezó a maltratarme,solo a mí.
Al cabo del tiempo,cuando tenía los 15 años,decidí preguntar a mi madre por qué no se divorciaba; ella soportaba todo aquello por sus hijas, mi hermana y yo.Le dije que lo hiciera,que no podía seguir todo aquello así.
Al divorciarse, todo ha cambiado; ya todo es distinto. Me encanta ver a mi madre feliz, sin miedo alguno. Ahora es mejor, mi padre desapareció,esto demuestra que no le importaba nada. Quiero decir que el divorcio ha sido la solución a este matrimonio con tanto problema y desprecio.
En toda pareja, si no se pueden solucionar las cosas hablando,lo mejor es cada uno por su lado.
Un divorcio es una situación traumática para la pareja, que son las personas que lo viven, pero no sólo para ellos y los posibles hijos que pueda haber, también para quienes los rodean como la familia y los amigos
Las personas en general somos contradictorias y difíciles de entender, nos cansa la rutina pero nos agarramos a nuestros hábitos, amamos pero también odiamos, queremos soledad pero en compañía, nos gusta la libertad, pero creamos vínculos afectivos con otros individuos.
El matrimonio es una toma de decisión que implica responsabilidad y en el que todas las cosas son importantes, por muy pequeñas que sean, todas tienen un motivo de ser. La base de una relación equilibrada, amorosa y tranquila se basa en el respeto a la pareja, la confianza, la empatía, etc. Por lo general existe un distanciamiento emocional que poco a poco termina en divorcio. También puede existir algún caso, por ejemplo una infidelidad, que lo precipite.
Las crisis obligan a tomar a veces decisiones drásticas; peleas constantes, infidelidades, dificultades sexuales, rutina y aburrimiento, expectativas diferentes o los noviazgos muy largos, de 6 y 7 años o más, que a medida que se alargan son cada vez más difíciles de llevar, por lo que llegan a un punto en el que se aumenta el compromiso o se rompe la relación. Las peleas son positivas cuando se trata de llegar a un acuerdo o una solución, sin violencia, insultos ni humillaciones, cuando sirven para que la relación funcione.
Una terapia de pareja puede ayudar a saber en qué falla la relación que muchas veces pueden restablecerse y mejorar el vínculo y fortalecerse, no importa si hay que recurrir a ayuda externa profesional, siempre y cuando pueda haber una solución.
Cuando hay hijos, las consecuencias suelen ser mucho peores, porque los hijos quedan como desprotegidos sin uno de los dos progenitores, culpando al que se va pero también al que se queda. Además los hijos de padres divorciados presentan mayores dificultades en sus relaciones sociales, así como más problemas psicológicos, delincuencia juvenil, alcoholismo y drogadicción. Menor rendimiento escolar y altas tasas de precocidad sexual, dando lugar a hijos siendo muy jóvenes.
Estamos viviendo una transformación hacia las expectativas que tienen las parejas; y el miedo al cambio y a la pérdida de los privilegios ha provocado el rechazo masculino a la formalización de un compromiso; y en las mujeres, el rechazo a los roles ya anticuados que las desanima a formar una familia.
No somos seres aislados, sino miembros de una sociedad, de una familia y nuestras decisiones en la vida no terminan en nosotros sino que influyen en nuestro entorno. Por eso antes de pensar en un divorcio es conveniente pensarlo muy bien y tratar de evitarlo por todos los medios, siempre que no exista un maltrato físico o psicológico
Yo pienso que el divorcio es un tema muy delicado y hay que tratarlo con razonamiento, pensar las cosas bien antes de tomar esta decisión.Ahora si ves que las cosas no van bien, que no hay compenetración, ni confianza,ni muestras de cariño, todo el dia peleados,no hay respeto etc.. pues si es hora de tomar la decisión pero con cautela y si tienen hijos con cuidado de no hacerles daño, hacer las cosas para que no perjudiquen a sus niños que es lo más importante que hay en la vida.Ahora hay personas que se casan con mucha ligereza, sobre todo aquellas que se quedan embarazadas y que se creen que tienen que casarse a la carrera y esos matrimonios son los que fracasan (en algunos casos), y ahí empieza lo peor, no es lo mismo estar de noviazgo que estar conviviendo con una persona las 24 horas del día,comienzan las peleas, broncas,las faltas de respeto…..y no saber cómo llevar eso conlleva al divorcio.Por eso, este paso hay que llevarlo poco a poco, conocer a la persona de noviazgo,tener un trabajo estable que esto también conlleva el estrés de muchas personas que no tienen trabajo y de ahí las peleas,los cambios de humor etc.. Después de ello, convivir con la persona, conocerla dia a día,tratarla con respeto amor y cariño que es un reto yo creo grande y, si ves que te va bien, te casas y ya de ahí los hijos, yo por lo menos lo haré así no a la carrera.La verdad es que yo conozco personas que por el hecho de haberse quedado embarazadas se han casado y el matrimonio no ha funcionado de unos meses que llevaban con esa persona, pues es como si no la conocieras nada y ahora empezar a convivir con ella las 24 horas del día, la verdad, es que no es fácil y se han acabado divorciando. Donde no hay confianza,respeto,amor no hay nada, pero por lo menos por el bien de sus hijos se llevan bien.Por eso, hay que pensar bien ese paso,además también puedes vivir felizmente con tu pareja sin casarte,pero, si das ese paso de casarte, piénsalo bien y recuerda: repeto,amor,cariño,compenetración y confianza, esa es la base para que el matrimonio vaya bien, por lo menos yo lo veo así.
Antes de comentar el texto, me veo en la obligación de expresar mi total desacuerdo con lo que mi compañero Alfonso escribe. Me parece un error enorme por su parte encasillar a los jóvenes, decir, que no pensamos en las consecuencias del matrimonio y que pensamos que un hijo lo soluciona todo. No soy nadie para corregir y es su opinión, pero creo que se confunde en la época. Eso ocurría en tiempos de mis abuelos, en los que tener un hijo ya te obligaba a unirte a esa persona para siempre; pienso que los jóvenes dentro de los que me incluyo tenemos bastante claro que eso no tiene por qué ser así.
Otro punto que me gustaría señalar es que el indice de divorcios era mucho más alto en la generación anterior que en esta y no solo por la crisis, sino porque los jóvenes ya sabemos lo que es el matrimonio, el divorcio, sus consecuencias, y tenemos bastante claro que no necesitamos que nadie nos diga que esa persona a la que elegimos de compañera será para siempre, porque quizás no lo sea.
Me indigna que una persona que ni siquiera nombra el amor como una de las condiciones para mantener un matrimonio diga que las parejas jóvenes son incapaces de arreglar sus diferencias, y que mantener una relación en la que «se comparte techo pero no lecho» es mucho mejor para unos hijos. Sinceramente, ¿a alguno de vosotros os ayuda en algo que vuestros padres vivan en la misma casa, pero que ni siquiera se miren para ahorrarse el papeleo y los abogados?
Y ya lo de mirar la ventajas a nivel económico me parece totalmente absurdo; estamos hablando del matrimonio, de los sentimientos y el querer compartir la vida con alguien que nos haga sentir especiales cada día de nuestra vida, no de un contrato financiero para ver de qué manera le saco mas tajada al estado.
Creo que mi postura sobre el tema ya ha quedado bastante clara; tengo el ejemplo de matrimonio perfecto en mi casa, un matrimonio de 25 años que pasan diariamente por sus más y sus menos, pero que se quieren como el primer día. Yo soy madre, lo primero para mi es la felicidad de mi hija, y aunque mi caso no es igual que el de mis padres, porque quizás esa persona no era para mí, mantenemos una buena relación y estamos encantados de haber tenido a nuestra hija. Cuidar de ella es lo principal; aunque no estemos juntos como pareja, sabemos que ella será feliz siempre que nosotros también lo seamos. Pienso que debemos guiarnos por lo que sintamos, buscando siempre nuestra felicidad y no hacer del matrimonio un «trato», porque qué será entonces cuando la cosa no funcione. La confianza, la comprensión, la convivencia, son factores importantes, pero inútiles si no hay amor.
Auxi, si has leído con detenimiento el poema, el trato del que habla Benedetti está basado en el amor, como no podía ser de otra manera. Fíjate en estos versos:
«Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar con usted,
es tan lindo
saber que usted existe,
uno se siente vivo»
El poeta dice que se siente vivo con tan solo saber que su amada existe, es decir, que está completamente enamorado de ella.
La palabra «trato» tiene aquí el significado de llegar a un acuerdo con esta mujer, que debe aceptarlo también, y que permanecerá, hasta que uno de los dos lo rompa, porque deje de querer al otro.
Por otra parte, la referencia en este trato a los hijos viene dada por el desarrollo del debate que tuvimos en 3º de Diversificación, donde los alumnos insistieron en las repercusiones, generalmente negativas, en los hijos de la separación de sus padres. No obstante, con el paso del tiempo, acaban comprendiendo que esta se produce, por la desaparición del amor, y que al final es un beneficio para toda la familia.
Matías, todo eso lo entendí, sé que el poema hace referencia al amor, a los sentimientos y también que el significado de «trato» es algo profundo basado en un acuerdo mutuo. Mi comentario anterior tiene su base en los comentarios que uno de mis compañeros escribió y a los que me sentí obligada a responder por estar en total desacuerdo con lo que escribe. Mi reflexión sobre el tema desde un punto de vista personal la doy en el último párrafo.
Querida compañera Auxi:
Desde el respeto que me merecen tus opiniones, siento decirte que estás muy equivocada cuando alegas que no hago alusión al amor. ¿El respeto hacia tu pareja, no es una prueba continua de amor….? Me da la impresión de que, por falta de tiempo, no has leído detenidamente mi comentario ya que, en el mismo hago alusión a “madurez en el amor, confianza y, sobre todo, mucho respeto por la persona con la que convives”, como ejes para alcanzar la solidez en el matrimonio.
Para tu información, mi edad es de 48 años y, desde hace 17 años estoy muy felizmente casado y, cada día, más enamorado de mi mujer. Por tanto, creo que sé de lo que hablo.
Por otro lado, lo de las ventajas fiscales, es totalmente cierto y eso está ahí para poderlo comprobar. Solo tienes que vivir en las condiciones que he expuesto en mi comentario y verás la exactitud de todos mis razonamientos.
En cuanto al tema de los jóvenes…. ¿conoces parejas jóvenes que se hayan casado porque ella se ha quedado embarazada y posteriormente se hayan divorciado?, ¿y matrimonios jóvenes que, tras poco tiempo de casados, se pierden el respeto el uno al otro y la convivencia se convierte en un infierno? Pues yo, te puedo hablar de más de un caso de cada una de estas situaciones y, en algunas de ellas, he podido comprobar cómo se han equivocado pensando que el nacimiento de un hijo puede ser la solución a sus problemas.
Para finalizar, en el tema de «compartir techo, pero no lecho». Los razonamientos que me das demuestran claramente tu juventud e inexperiencia en el tema. Créeme cuando te digo que, a lo largo de mi vida, he visto muchas de estas situaciones y los resultados te sorprenderían. ¡Cuando llegues a mi edad y hayas vivido lo que yo, lo comprenderás mucho mejor y me darás la razón!
Considero que no se puede ir por la vida desprestigiando a los demás sólo por el hecho de «llevar la contraria». En una sociedad democrática como la que vivimos, todas las opiniones son respetables y para rebatirlas debidamente, al menos, se ha de contar con la suficiente información.
Saludos para todos los alumnos de 3º de Diversificación y muchas gracias por vuestras palabras de ánimo.
Hola, creo que sobre “Romper el trato” no siempre tiene que romperse, porque se divorcien o porque se separen. Creo que una persona puede contar con la otra por motivos sentimentales o por amistad, no solo porque estén casados.
Mis padres, gracias a Dios, están divorciados, sé que suena mal, y digo gracias a Dios porque era un tormento tener a dos personas juntas y a la vez separadas por discusiones; aunque me duela en el alma, no eran felices estando juntos ni los de su alrededor tampoco éramos felices y, aunque hasta hace unos años yo estaba ilusionada con que aun podían arreglarlo, pensé en mis hermanos, en el tormento de día a día que vivía junto a ellos y que otra vez no podía ser. Mi madre junto a mi padre tienen sus vidas hechas por caminos distintos, pero estamos felices de que no haya esas discusiones, claro está que tiene que haber discusiones con uno o con otro.
Yo pienso que hay muchas formas de ser, y he visto durante años a mis padres discutir y creo que por ello no salimos agresivos ni tenemos malas conductas ni creo que las notas se reflejen en ello. Creo que cada uno lleva su vida como puede y se aprovecha de las circunstancias de su familia para hacer lo que le venga en gana y echarle la culpa a la familia.
El trato se rompe si uno quiere, no por un simple papel, creo que eso es de sentimientos, si quieres seguir contando con esa persona o no. Creo que lo mejor es llevarse bien por las personas que tengas a tu alrededor y por ti mismo.
El divorcio, desde mi punto de vista, es algo importante que se tiene que hacer con precaución y como última opción. Si de ese matrimonio se tienen hijos en común, hay que hacerlo de la manera más buena posible, ya que se les puede hacer daño a los hijos y, aunque dieran el paso de divorciarse, si es el caso en el que se tiene niños, intentar por todos los medios llevarse bien o al menos intentarlo por el bien de los niños.
Yo he vivido ese caso, pues mis padres se separaron cuando yo era muy pequeña y por las circunstancias no he tenido trato con él por la distancia y también porque él se ha despreocupado. Y siempre me hubiese gustado poder haber tenido a mis padres juntos o al menos recordarlo, pero también pienso que, si se separaron, sería por el bien de los dos y, si no han podido ser felices juntos, serlo por separado, aunque ha sido así yo siempre he sido una niña muy feliz.
Yo pienso que casarse es algo muy importante y que, para dar ese paso, hay que estar muy seguro, estar enamorados, tener confianza, y sobre todo respeto. También, antes de dar este paso, creo que se debería convivir con la persona, porque la convivencia es algo muy complicado, ya que cada persona tiene diferente carácter y no es lo mismo tener una relación y vivir cada uno en su casa que pasar a vivir juntos; para mí es un reto y creo que, si algún día tuviera en pensamiento casarme, primero daría ese paso, porque la convivencia es algo importante por lo menos para mí.
En mi intervención, expondré lo que me da a entender el poema y mi opinión personal acerca del tema del divorcio.
El poema trata sobre el amor, de saber que puedes mirar a esa persona especial y sabes que cuentas con ella, de lo bonito que es cuando estás enamorado y eres correspondido.
En lo referente al divorcio, puedo dar mi opinión desde mi propia experiencia, ya que, mis padres se divorciaron cuando yo tenía apenas siete años. Lo recuerdo bien, porque fue un hecho que marcó mi vida debido a que fue una separación traumática.
Digo esto, porque para que me entendáis sin llegar a dar detalles escabrosos y desagradables, digamos que la noche que sucedió todo, fue una dura y larga noche, ocurrieron muchas cosas y ninguna buena, por desgracia lo recuerdo con una nitidez sorprendente y eso que hace ya más de diez años.
Aquél hecho me cambió, nunca volví a ver al que dice ser mi padre del mismo modo, digo al que dice porque después de aquello parece que no sólo se separó de mi madre sino también de sus hijas, así pues, se desentendió de mis hermanas y de mí. Debo reconocer que al principio fue duro, porque yo veía a mis amigas felices con un padre con el que jugar y tener un apoyo y me preguntaba por qué yo era diferente y no contaba con una figura paterna.
Por suerte, y gracias a mi madre a la que admiro por el esfuerzo de criar a tres hijas ella sola, hoy en día puedo decir que esa etapa de mi vida la tengo aceptada y superada, y , que ese hecho me hizo más fuerte y valorar más a mis seres queridos y las cosas que tengo a mi alrededor. Por eso, me gustaría darle un consejo a aquellos compañeros que tienen la suerte de tener a sus padres unidos: que se preocupan por ellos, que los valoren porque algunos no saben lo que tienen.
Con todo esto quiero decir que independientemente del hecho de que las personas en general, jóvenes y mayores que decidan casarse, deberían pensarlo muy bien y estar seguros del paso que van a dar, que piensen sobre todo en esos hijos en común además de hacer todo lo posible (ya sea estando juntos o separados) por su bienestar tanto físico como mental, sin faltarle lo más importante en mi opinión, el cariño de unos padres.
Este es un tema que me parece bastante interesante y que todo el mundo debería tener conocimiento de él, porque tarde o temprano nos comprometemos con otra persona de una forma u otra, porque no hace falta casarse para comprometerse con otra persona.
He leído varios comentarios de compañeros, y yo, bajo mi experiencia con la separación de mis padres, estoy más de acuerdo con mi compañera Auxi que con mi compañero Alfonso. Desgraciadamente yo sufrí la separación de mis padres con 8 añitos, con lo que todavía era una niña, pero fui totalmente consciente de todo lo que sucedía y de todo lo que sufrió mi madre; y en esa separación sí que miraron por los hijos (en este caso mi hermana y yo), pues hasta que yo no le dije a mi madre que se separara, que no siguise así por mi hermana y por mí, ella no dió el paso.
Sí es verdad que a mi me afectó bastante la separación, pero no podía dejar que mi madre siguiese siendo infeliz y sabía que la felicidad no la tendría al lado de mi padre, y efectivamente con el paso de los años mi madre consiguió levantar cabeza y sacarnos para adelante y hoy en día es la madre más feliz.
Yo digo que no me voy a casar el día de mañana, no por la experiencia que tengo de mis padres, sino porque veo que hoy en día el amor no es lo que era antes, que la gente dice te quiero como decir hola, por supuesto no todo el mundo es igual, pero sí que se ha perdido un poco el concepto de lo que es el amor, y sin él una pareja no llega a ningún lado por mucha comprensión y respeto que se tengan, ni una se puede rebajar a otra para que las cosas vayan mejor, si no hay amor. También, al vivir esto, soy muy consciente de todas las consecuencias y repercuciones que pueden acarrear una separación y por eso es mejor llevar por otro camino la relación antes de llegar al matrimonio, porque no están más enamorados los matrimonios que una pareja que simplemente han decidido vivir juntos sin tener que pasar por el altar. También creo que, por eso, en la actualidad hay menos separaciones que hace unos diez años que fue el boom del divorcio. Porque esta generación es la que ha sufrido las separaciones de sus padres y estamos más concienciados que antiguamente, que la gente se casaba por tradición como quien dice. Y el único trato que debe haber en una pareja es el amor y respeto mútuo y no las clúsulas de un contrato que es lo que al fin y al cabo es el matrimonio.
El divorcio, desde mi punto de vista, se debe producir cuando ya las dos personas que se han casado anteriormente no se quieren o que hayan pasado cosas durante años que ya llegan a un punto que no cambien las cosas y no se pueda hacer sostenible o llevadera la vida con esa persona. Yo he vivido muchas cosas acerca del divorcio, muchas experiencias de personas cercanas y personas no tan cercanas y el divorcio afecta tanto a hijos como a familia y demás, porque al divorciarse pues ya las cosas no van a ser iguales ni para la familia ni como para nadie de alrededor. Si no hay amor en una pareja, no tendría sentido seguir; si te comprometes con la persona que más quieres, es porque crees que la cosa va a salir bien, no como en algunas ocasiones que conozco que se casan por tener otras cosas. El poema me gusta mucho, es muy bonito, aunque las palabras como trato no me gusten mucho.
Sinceramente, creo que el matrimonio, cuando no esté bien, va a seguir sin estar bien, y aunque el llegue a un acuerdo o trato, va a durar muy poco. Siempre alguno de ellos se lo va saltar bien por «joder» a la otra persona o porque realmente ni le importe el trato, aunque así tengan hij@s., lo mejor que puede pasar en estas ocasiones es separarse y llevarse lo mejor posible entre ellos mismos, familiares, amigos etc; tener a los hij@s con una buena educación y no hacerles a un lado porque ellos no tienen la culpa de que la relación no haya funcionado.
Este no es mi caso. En mi familia llevan 20 casados, hay sus más y sus menos, pero hasta el día de hoy se quieren muchísimo, se respetan y, como en toda relación, siempre hay alguna discusión.
Yo pienso que el divorcio es un tema serio que cada vez es más comentado y cada vez ocurren más casos en nuestro país, ya que muchas parejas deciden casarse solo por haber tenido un hijo y no piensan bien lo que están haciendo; otros se toman el matrimonio a la ligera y deciden comprometerse cuando llevan juntos muy poco tiempo y no conocen bien al otro o no han probado a vivir en pareja y, al poco tiempo de estar casados, empiezan a aparecer los problemas y las discusiones por no saber vivir en pareja o por el carácter y los hábitos de cada uno. Particularmente conozco algunos casos que han sido producidos por no haber suficiente confianza en el otro y eso ha llevado a ocultar cosas y a que la pareja no se lleve bien y han decidido separarse y vivir cada uno por su lado pudiendo seguir siendo amigos o no saber nada más del otro. Tengo amigos que han sufrido esto y lo han pasado mal; además el divorcio hace mucho daño a los hijos sobre todo a los más pequeños, porque han de estar un fin de semana con uno y con otro, si tienen la custodia compartida y si no se quedan con uno, pero sin ver al otro o lo ven poco. Esto afectó mucho a los niños en su vida personal y social. Creo que la solución a este problema es que antes de casarse hay que pensar si quieres pasar el resto de tu vida con esa persona y si tienes niños se debería pensar en el divorcio como ultimo recurso a los problemas de pareja.
No todo el matrimonio se basa en unas palabras que nos prometemos; antes de comprometernos, tenemos que estar muy seguros de conocer plenamente a nuestra pareja y saber que somos felices conviviendo las 24 horas del día e incluso, si tuviéramos hijos, todo sería mejor o peor.Son muchas cuestiones las que nos deberíamos plantear para que el matrimonio tenga futuro, porque, si llegas a tener hijos y no estás a gusto con tu pareja y te divorcias, los que realmente salen perjudicados son ellos,porque en esos momentos somos egoístas en el sentido de que pensamos más en nuestro bienestar que en el de nuestros hijos. Para ellos no tener a sus padres juntos,estar un día con uno y otro con otro,las peleas entre ellos y faltas de respeto es una auténtica locura y les provoca grandes cambios de humor y actitud…, y a raíz de eso, ya nunca son los mismos, aunque después con el tiempo vean que sus padres son más felices separados, los juzgarán por haberles fastidiado a raíz de su divorcio.
Por eso, yo recomiendo y pienso que, antes de prometerse, deberían conocerse plenamente y estar muy seguros de sus sentimientos para que el día de mañana nadie sea perjudicado.
Estoy de acuerdo en gran parte con la opinión de Alfonso y la mayoría de mis compañeros. Casarse es un paso muy importante en el que hoy día no tenemos en cuenta las consecuencias que trae consigo. Pienso que, antes de dar ese gran paso, tienes que conocer muy bien a la persona con la que vas a compartir tu vida, convivir con ella un tiempo y ver si sois compatibles y si vas a ser capaz de seguir adelante, venga lo que venga.
La base de una relación para mí es la confianza, el respeto, el cariño y la fidelidad. Pero a todo ello hay que unirle que los caracteres sean compatibles, además de gustos o aficiones. Con 20 años lo que más comparte una pareja es la cama, por ello, el tema del sexo y la atracción física esta sobrevalorado, aunque no por ello quiero decir que no sea importante; pero pensad que al fin y al cabo todos terminaremos viejos y arrugados. Por propia experiencia puedo decir que una pareja que tenga mucha atracción física, pero no se lleven bien, terminarán siguiendo juntos solo por el sexo y el físico, pero tarde o temprano terminarán zanjando la relación de mala manera… Y, al contrario, una pareja que se lleva muy bien, comparte gustos, aficiones, forma de pensar e ideales, pero no tiene ninguna atracción sexual, terminará viéndose como una pareja de amigos, aunque estos tienen más probabilidad de seguir juntos. De una manera u otra, cada uno tiene su opinión, pero la mía, teniendo 19 años, es que hay que encontrar una persona que te complemente en todos los sentidos, pero mayormente en el ámbito sentimental y psicológico.
Sobre el tema de los hijos,frente al divorcio de sus padres, tampoco puedo opinar mucho, pues no tengo experiencia alguna en ello. Pero sí puedo recalcar un caso, el de mi exnovio, con el que sus padres nunca se llevaron bien y esto le hizo pasar una mala infancia llena de desprecios entre sus padres que quieras o no influyeron en la educación de su hijo haciendo que, hoy en día con 22 años, tenga una mentalidad machista, antigua y muy poco respetuosa hacia la mujer (pues es lo que ha vivido y nadie le ha corregido). Toda relación influye en los hijos. Y si una pareja tiene que divorciarse o separarse por los motivos que sean, tiene que pensar que sus hijos no son objetos por los que tengan que competir ni mucho menos abandonar, sino darles una educación y una vida sana sin competir e intentar llevarse lo mejor posible delante de ellos para que cuando sean mayores sean capaces de tener una relación sana.
» DIVORCIO » es una palabra que a mí no me gusta oír nada; cuando era pequeña, oía esa palabra y me daba repelus y miedo que mis padres en un futuro se pudieran separar, afortunadamente no es así .
Pienso que hay parejas que se quieren mucho en un principio, pero que, cuando las cosas se tuercen un poco, piensa en divorciase, aunque hay veces que no piensan en los más importante:los hijos; se pelean por la custodia por quién está con ellos, pero no piensan en qué quieren mis hijos.
Luego, también creo que un matrimonio es un trato; en ese trato va: el te voy a respetar, te voy a querer y te voy a dar lo mejor de mí, pero hay ocasiones en los que el amor poco a poco va desapareciendo, parejas que caen en la monotonía o simplemente dejan de quererse y se divorcian, pero siempre queda amistad .
Igualmente, creo que, si dos personas no se quieren, pues, qué remedio, deben pedir el divorcio, pero siempre de manera amistosa y más si hay niños de por medio, porque, como ya he dicho en un principio, deben pensar en qué quieren ellos y siempre con respeto hacia la otra persona.