Hay diferentes tipos de aplausos. Ahora que están de campaña electoral en Cataluña, los escuchamos cada día, a través de los medios de comunicación, sobre todo en la televisión. Suenan especialmente atronadores los que reciben los candidatos nacionalistas que reivindican el derecho de autodeterminación, aunque estos son aplausos fáciles de conseguir, pues basta con que el orador repita una frase, previamente seleccionada, o eleve el tono de la voz, en un momento determinado, para que los afiliados y simpatizantes, que asisten al mitin, lo interrumpan con una generosa ovación.
Otros, en cambio, tienen que ganárselos quienes los reciben, o al menos tienen que ganarse la duración e intensidad de los mismos. Pienso, por ejemplo, en un grupo de actores representando una obra de teatro, que deben decir el texto, con una voz, que transmita autenticidad, acompañando esta del gesto adecuado, y moverse por el escenario, como lo haría el personaje al que están interpretando. Los espectadores, en este caso, suelen reaccionar con una salva de aplausos espontánea, en ocasiones puestos en pie, para expresar mejor su agradecimiento.
No es habitual que los alumnos aplaudan a los profesores, salvo que interpretemos un papel distinto al de la clase diaria. Así, por ejemplo, a los que participamos el curso pasado en el recital homenaje a Federico García Lorca nos aplaudieron espontáneamente, al finalizar el mismo, lo cual nos llenó de satisfacción.
Pero ayer, concluida una de las clases, cuando me dirigía a la puerta para salir del aula, recibí los aplausos de todos los alumnos. Ya en el pasillo, mientras enfilaba hacia las escaleras para bajar a la sala de profesores, continuaron con esta actitud sorprendente. Por un momento, creí que estaban burlándose de mí y que uno de ellos había empezado a palmotear y los demás, instintivamente, se habían ido sumando; pero preferí pensar que, en realidad, era un reconocimiento de los alumnos por haberles aguantado , durante dos horas, llamando la atención a los que no paraban de charlar, a los que no seguían la lectura, a los que la seguían tumbados en la silla, como si fuera un butacón de su casa, a los que se dedicaban a molestar al compañero tocándole la espalda o moviéndole el pupitre, a los que en lugar de estar sentados frente al suyo lo estaban frente al de atrás, a los que les interesaba más lo que sucedía en la calle que lo que estábamos haciendo en clase, etc. Sí, preferí pensar que era un aplauso de reconocimiento a mi capacidad de aguante y, con esa convicción, me sentí muy reconfortado.
Es un tema con diferentes significados en cada uno de los apartados.
En el primer aplauso el del posible presidente de Cataluña, los catalanes se vuelven locos, cada vez que aparece lo llenan de aplausos, que en mi opinión miente más que habla, están deseando independizarse. Yo pienso que es una barbaridad, pero ellos lo quieren y el posible presidente más, como él sabe lo que las personas quieren oír, pues se gana a la gente y aplauden y aplauden cómo si estuvieran orgullosos de él.. Ayer fui a la farmacia y había varias personas hablando de Cataluña, decían que si quieren independizarse que lo hagan, pero luego, cuando necesiten ayuda de España, no se la demos.
El segundo aplauso no tiene nada que ver, ni el sonido, esos actores que tienen que trabajar día a día con mucho esfuerzo, eso es lo que tendríamos que hacer, no que los presidentes y todos aquellos que salen que tienen ya una frase aprendida y nada más decirla le aplaudimos y estos actores tienen que aprenderse muchas frases. A estos actores sí que les cuesta trabajo ganarse un aplauso,ellos por lo menos lo trabajan y se lo ganan pero no los políticos que hablan y hablan pero luego no hacen nada de aquello con lo que se han ganado el aplauso.
El último en mi opinión es el que más se lo merece por el aguante del profesor a aquellos alumnos que están incordiando la clase, mientras él quiere explicar y no puede,aquellos que van al colegio por pasar el rato y el profesor tiene que aguantarse. Yo pienso que es el que más se lo merece, pues él tiene que actuar,hablar y aguantar la conducta inadecuada de los alumnos.
El aplauso, en mi opinión, es uno de los gestos más subjetivos del comportamiento del ser humano, lo que no implica que se deba realizar con precaución y a sabiendas de lo que significa ya que, con una indebida utilización, se corre el riesgo de premiar a quien no lo merezca.
Además del ejemplo que indicas de los políticos, existen otros muchos en los que, en ocasiones, se aplaude demostrando un desconocimiento total sobre ese hecho o actividad. Por supuesto que los que intervienen en un acto electoral saben qué palabras o expresiones deben usar para conseguir que el electorado les ovacione, pero la culpa es más de los que acuden a escucharles que, con una ignorancia total, se dejan arrastrar por los que, colocados estratégicamente por el partido político en las primeras filas, contagian con sus aplausos al resto del público.
A lo largo de mi vida, he acudido a numerosas corridas de toros y he visto algunas faenas taurinas que distaban mucho de la perfección e incluso de lo aceptable; aún así, la gran mayoría del público, haciendo gala de un desconocimiento total del tema, han aplaudido muy generosamente, llegando incluso a solicitar “los trofeos” para el matador y el indulto de la res (en plazas en las que esto es imposible dada su categoría).
Otro ejemplo de aplausos fáciles es el que, año tras año, tiene lugar en las calles de nuestra ciudad durante la Semana Santa; se aplaude cualquier acción que las cuadrillas de costaleros realiza (una “levantá”, una “chicotá”, términos éstos muy cofrades), sin importar si su ejecución es adecuada o no, si se hace con gusto y elegancia, o con la sobriedad que la Estación Penitencial requiere. Se aplaude, incluso, la salida desde su Templo de Cofradías como “La Buena Muerte”, “El Sepulcro” que son Hermandades en las que la seriedad y el silencio son sus señas de identidad y condiciones indispensables para formar parte del cortejo procesional.
En el caso que comentas, Matías, quiero creer, porque confío en la juventud, que los compañeros quisieron poner en práctica aquello de: “Es de ser bien nacidos, ser agradecidos” y de ahí, su aplauso en señal de agradecimiento por las enseñanzas que les inculcas; en caso contrario, habrán demostrado hasta qué límite puede llegar su ignorancia. De todas formas, aplaudo tu decisión de creer que consistía en un reconocimiento a tu capacidad de aguante (es lo más razonable).
Como ha referido mi profesor, hay diversos tipos de aplausos: aplausos de burla, aplausos de admiración… Hay que reconocer que a veces hay que tener mucha paciencia para poder aguantar durante dos horas seguidas a una clase, ya que, al igual que hay diferentes tipos de aplausos, también hay diversos tipos de personas con su consecuente comportamiento y, a veces, lo único que tienes ganas es de pegar cuatro gritos.
En lo referente a los actores,que con su esfuerzo se ganan los aplausos de su público, es muy gratificante. Yo, por ejemplo, al practicar la gimnasia rítmica, sé que es gratificante que consideren tu esfuerzo. Con esto quiero decir que con los aplausos que recibió el profesor los alumnos estaban considerando el esfuerzo que conlleva su trabajo día a día.
Bueno, pues ya que soy yo una alumna de la clase en la que se dieron los aplausos, pienso que es una forma de agradecer que nos haya estado aguantando durante dos horas, aunque nosotros hemos pasado un poco; pero, precisamente ahí hemos visto toda la paciencia que tiene y que, si nos llama la atención, es por nuestro bien y aguantarnos a nosotros tiene tela .Lo de aplaudirle fue por tanto en agradecimiento a las clases que nos da que son mucho mas animadas que las de cualquier otro profesor.
Hay muchos tipos de aplausos, pero el que dimos el otro a Matías yo lo interpreté y di el aplauso en el sentido de cómo nos aguanta y tiene paciencia con nosotros, porque a veces somos un poco inaguantables. Por eso, se lo merecía y por buen profesor. Yo creo que podemos aplaudir cuando algo nos guste mucho y la otra persona se lo merezca. Cuando aplaudimos somos sinceros y no para burlarnos de otra persona.
Me parece muy interesante este tema, ya que hay mucha razón sobre el comportamiento y la estabilidad de la clase.
Hay días que te cansas, de la misma rutina del día a día, porque hay pocas veces que las clases sean distintas a las demás. Sin embargo, cada clase es diferente y, a la misma vez, casi igual a las demás, es decir, igual en el sentido de estar sentados en una silla, atendiendo al profesor, escribiendo o leyendo. Pero lo diferente es el estar leyendo y pasando un buen rato, sentirte a gusto en el aula.
Veo mal el tipo de comportamiento que a veces sucede, pero yo creo que ocurre cuando el profesor se comporta de forma diferente.
Los alumnos, al ver a un profesor alegre y con intención de dar una clase confortable, creen que pueden hacer lo que quieran, ya que no es el mismo profesor serio de siempre.
Por eso, creo que ese aplauso no fue por burla ni nada parecido, simplemente que, a pesar de estar leyendo, estábamos a gusto en ese ambiente, con el compañerismo y el profesor.También creo que fue por agradecimiento de pensar en la paciencia que tuvo con el alumnado.
Hay aplausos que se dan por agradecimiento, como en este caso, otros por satisfacción, etc.
Creo que el profesor se ha comportado como debía, porque no todos los días deben de ser pesados,también debe haber algunos días de comodidad.
Llevas razón por lo menos yo te estaba dando el aplauso por lo que nos habías aguantado esas dos horas de clase sin parar.
A lo largo de mi vida, he tenido muchos profesores, pero el primero y ahora me has dado tú clase y profesores como tú quedan pocos.
Un Aplauso Muy Grande Matias.
De Jose Manuel
Yo creo que nuestro aplauso hacia usted fue sincero,lo hicimos porque usted nos aguanta 7 horas a la semana,y eso se merece un aplauso.
La verdad es que hay alumnos que parece que estemos tumbados en la silla,pero eso puede cambiar.Si nos esforzamos, podemos hacerlo y además estamos tan acostumbrados a estar así que ya lo hacemos en cualquier sitio, pero podemos cambiar.
Por otra parte, sobre las elecciones catalanas, solamente los políticos quieren independizarse, porque la mayor parte de Cataluña no quiere la independencia, porque,como catalana que soy y mi familia también, no nos queremos independizar. Así que la gente que no sepa lo que todo el mundo opina que se calle.
Profesor, te aplaudimos porque nos aguantas de una manera tremenda las siete horas que estas con nosotros a la semana. Eres un gran profesor en todos los aspectos, haces las clases muy innovadoras y divertidas y no es por hacerte la pelota, pero es que eres con todos mis respetos una máquina. Y ese aplauso, aparte de llevar intención de formar jaleo, era para agradecerte, por así decirlo, lo bueno que eres con nosotros.
Profesor, yo por mi parte pienso que mis compañeros y yo le aplaudimos como agradecimiendo por su actitud hacia nosotros y por enseñarnos de una forma que no sea tan pesada.
Bueno, mi comentario, señor profesor, es decirle a usted que muchas gracias por cómo nos ha tratado y por la paciencia que ha tenido, pues nos trata de buena manera, como nosotros a usted, ya que no pretendemos faltarle al respeto. Y en lo que respecta al comentario de una compañera, quiero expresar que me ofende tal como nos dice que vamos a pasar el rato, pues comunico que aquí en mi clase nadie le falta el respeto a nadie, cosa que usted señorita hace diciendo que somos maleducados. Un beso a todos mis compañeros y a mi profesor Matías.
Bien, como dice mi profesor, Matías, hay diferentes tipos de aplausos: unos para reconocer el trabajo obtenido, otros para burlarse y otros muchos. Pero un aplauso debería darse para reconocer lo que haces, para que a la persona que se le da se sienta realmente orgulloso, y yo quiero decirte, como otros compañeros te han dicho, gracias por aguantarnos todas esas horas que estas con nosotros a nuestro lado; sinceramente te mereces más que un aplauso. Gracias por todo lo que nos enseñas, aplausos.