Al explicar en clase La Regenta, novela del siglo XIX, nos planteamos los factores que influyen en el comportamiento humano. Según los escritores naturalistas, éste es producto de la herencia genética y del ambiente en el que viven las personas. Así, se considera a esta obra de Clarín como naturalista, porque la sociedad conservadora de Vetusta ejerce una presión extraordinaria sobre todos los personajes, fundamentalmente sobre Ana Ozores, que es marginada, cuando se conoce en la ciudad su relación adultera con Álvaro Mesía y éste mata en duelo al marido agraviado:
“Sí, sí, el escándalo era lo peor; aquel duelo funesto también era una complicación. Mesía había huido y vivía en Madrid… Ya se hablaba de sus amores reanudados con la Ministra de Palomares… Vetusta había perdido dos de sus personajes más importantes… por culpa de Ana y su torpeza.
Y se la castigó rompiendo con ella toda clase de relaciones. No fue a verla nadie. Ni siquiera el Marquesito, a quien se le había pasado por las mientes recoger aquella herencia de Mesía. La fórmula de aquel rompimiento, de aquel cordón sanitario, fue esta:
-¡Es necesario aislarla!… ¡Nada, nada de trato con la hija de la bailarina italiana!”
En la historia de la literatura española, hay casos más desgraciados que el de esta mujer. Por ejemplo, en El médico de su honra, obra compuesta por Calderón de la Barca, en el siglo XVII, doña Mencía es asesinada por su propio marido, don Gutierre, porque éste sospecha, aunque carece de pruebas, que le es infiel; es decir, que lo primero para él es mantener su reputación pública a salvo de cualquier publicidad.
También en La casa de Bernarda Alba, drama escrito por Federico García Lorca, en el pasado siglo, toda la acción está condicionada por la opinión ajena y por el temor a la murmuración, lo cual provoca las quejas amargas de las hijas de Bernarda, que esperan infructuosamente la llegada de un varón:
“AMELIA.- De todo tiene la culpa esta crítica que no nos deja vivir (…)
MAGDALENA.- Hoy (…) nos pudrimos por el qué dirán.”
Incluso, después del suicido de Adela, Bernarda quiere ocultar la realidad -que esta ha mantenido relaciones con Pepe el Romano- aparentando que nada extraño ha ocurrido:
“¡Mi hija ha muerto virgen! Llevadla a su cuarto y vestidla como si fuera una doncella! ¡Nadie dirá nada! ¡Ella ha muerto virgen!”
Los ejemplos se suceden, a lo largo de nuestra historia de la literatura, porque la preocupación por las apariencias, por el qué dirán, es una constante en la sociedad española, sobre todo en los pueblos y en las pequeñas ciudades. Cabe preguntarse, pues, ¿hasta qué punto influye hoy día esta preocupación en la conducta de las personas?
En Latinoamerica hemos heredado tambien la subcultura del «que diran» somos presa de nuestra apariencia, prisioneros de nuestros actos y la forma como expresas tus pensamientos. Todo esto lo reflejan magistralmente nuestros escritores en sus novelas, aunque en la actualidad exista una lucha por el respeto de la vida privada utilizando como bandera el derecho de ser y existir tal como viniste al mundo o como dirian algunos cuidado con la xenofobia, la homofobia y otras de estas; solo el futuro nos demostrara el vencedor, sera el «que diran» o el «cuidado con tus fobias».
Con respecto a este tema, yo diferencio a dos tipos de personas:
Algunas personas se dejan llevar por lo que los demás dicen, y hacen las cosas por la opinión de las otras personas. Como, por ejemplo, una chica que siempre le ha gustado un deporte comúnmente para chicos, como el fútbol, pero nunca se ha atrevido a practicarlo por miedo a que se rieran de ella sus amigas.
Otras personas hacen lo que realmente quieren, sin importarles la opinión de los demás. Por ejemplo, si la chica del ejemplo anterior hubiera actuado de esta manera, hubiera jugado al fútbol, independientemente de la opinión de sus amigas, pues es lo que a ella realmente le gusta.
Yo, la verdad es que no me considero dentro de estos grupos en concreto, sino que me encuentro en un punto medio: siempre hago lo que quiero y lo que pienso que es lo mejor para mí, pero si llego a cierto punto, en que la gente de mi alrededor empieza a criticar algo que haya hecho yo, me paro a pensar en qué me he podido equivocar o si realmente su opinión no tiene por qué afectarme.
A mí, en verdad, lo que digan los demás no me importa, porque yo pienso: tu vida es tuya y puedes hacer lo que te de la gana. Pero también tienes que ser discreto, sin que nadie se entere de lo que haces.
También nadie tiene por qué meterse en la vida de los demás, juzgando lo que hacen, porque lo primero es que a ellos no les importa, y lo segundo sé fuerte y que no te afecte lo que digan los demás de ti.
En esta sociedad por desgracia hay temas que son tabú , pero que creo que con el tiempo ya serán algo normal.
En la antigüedad pasaba esto mucho, pero en la actualidad sigue pasando lo mismo, a lo mejor más en pueblos y en pequeñas ciudades, pero hasta en el instituto mismo también pasa esto. Nadie hace nada por el miedo al que dirán, y otros pasan de eso, que yo creo que es lo mejor que se puede hacer, pasar de esas personas criticonas que lo único que hacen bien es meterse en las vidas de los demás. Cada quien puede hacer lo que quiera y que cada uno se mire su ombligo.
Yo pienso que cada uno es como es y que la gente no se tiene por qué meter en la vida de los demás, ya que todos tenemos defectos y virtudes.
La gente sobre todo los adolescentes están siempre pensando más en qué dirá la gente de ellos que como se sienten ellos mismos.
Yo soy de las personas que piensa que soy como soy y a quien le guste bien y a quien no, no tiene por qué meterse en mi vida.
Es cierto que a muchas personas les preocupa el qué dirán, sólo por hacer algo que pueda criticar la gente. El problema no es de la persona, sino de las personas que hacen cotilleo, por hacer daño a alguien o para sentirse bien.
Yo veo que el problema de que la gente sea así es de personalidad y de seguridad en sí mismo/a, pues, cuando una persona tiene la moral baja, le afectan demasiado los comentarios de los demás e incluso se llega a avergonzar de sí misma.
En la actualidad, hay muchos libros y novelas reflejando este tipo de problema, que después a la gente les gusta leer. Yo estoy de acuerdo con lo que dice mi compañera Silvia: Tu vida es tuya y puedes hacer lo que te de la gana. Una persona es libre de hacer lo que quiera sin salirse de las normas o leyes, pero, por desgracia, cuando a una persona la tienen entre ceja y ceja, haga lo que haga, siempre va a haber el típico bulo contra ella que le hará sentir mal.
La gente siempre preocupada del que dirán…, esto ha pasado siempre y aún sigue pasando, lo único que consigues así es arruinar lo que deseas hacer, me parece absurdo preocuparse por esto. Las personas tienen muchos prejuicios hacia otras personas y estas solo saben criticar algo o alguna actitud que a lo mejor ni ellos hacen bien.
Yo soy una persona que no me dejo influir por lo que dice la gente. Pero creo que depende del carácter de las personas, ya que unas son más débiles que otras en este sentido. Más vale arrepentirte de lo que has hecho, que de lo que no has hecho, es un consejo.
Yo creo que a muchas persona les importan lo que piensen y están dispuestas a cambiar para gustarles y cosas más o menos así. Por mi parte, no atiendo a casos como estos, ni me interesa lo que piensen. Porque ellos tienen su opinión y yo la mía.
No me parece que algunas personas crean que si no les gustan a otras, pues tienen que cambiar ellas, para gustarles a otras personas. Yo nunca me he dejado llevar por lo que piensen de mí. Yo soy como soy y tu eres como tienes que ser. Y esa es mi opinión.
Referente a este tema ,personalmente, no se llego a comprender realmente lo que es y la presión que ejerce la sociedad en nuestra forma de ser o de comportarnos, si se hace lo que uno quiere. En mi opinión es una estupidez estar siempre pendiente de ese qué pasará si..
No se puede juzgar a una persona por su apariencia o por lo que te cuentan, aunque tendamos a tener prejuicios al respecto.
Creo que cada persona debe hacer lo que le apetezca en cada momento, sin importar lo que diga la gente al respecto, porque, al fin y al cabo, son solo eso: comentarios que hace la gente que no deberían afectar a una persona, ya que, si nos llegaran a influir fuertemente, tenderíamos a ser totalmente infelices por no hacer lo que realmente quisiésemos,solo por vivir entre esas cadenas.
Yo pienso que cada uno es como es, a todo el mundo no nos puede gustar la misma forma de actuar que otras personas, la forma de vestir, de hablar o el físico.
pienso que no nos debe importar lo que diga la gente sobre nosotros, porque nadie es perfecto, todo el mundo tiene defectos, es más, la gente que critica debe pensar primero lo que dice y mirar su interior y ver que todo el mundo tenemos defectos.
Al igual que se puede opinar para mal, también se puede opinar para bien.A todas las personas nos gusta que nos digan cosas gratas sobre nosotros.
Cuando la gente critica para mal, no piensa lo que a la otra persona le puede afectar.
A muchas personas las criticas hacia ellos le afectan de una manera muy preocupante.
Conozco un caso de una amiga, cuando estábamos en el colegio, mi amiga era una niña gordita, y una de las niñas de nuestra clase se metió con ella diciéndole » ESTÁS GORDA»; mi amiga llegó al punto de estar anoréxica por ese comentario.
Por eso, pienso que no hay que hacerle caso a los comentarios ajenos.
Pienso que no tenemos por qué hablar de la vida de nadie ni cómo es esa persona , todos tenemos defectos y sean cuales sean no tenemos por qué criticarlos, porque no sabemos cómo se los van a tomar esa persona ni si le va a doler o molestar; hay personas que lo hacen por chinchar a esa persona y que todos le miren sus defectos y se rían de ella , y yo pienso qué más da lo que diga la gente, si eres feliz con tu físico o con tu forma de vestir , como si te quieres poner ropa retro , si a ti te gusta, no importa como sea, porque cada uno es libre de hacer lo que quiera y nadie tiene por qué meterse , si están aburridos o tienen ganas de chinchar, que piensen antes cómo se sentiría esa persona y ponerse en su lugar, que no todo es el físico , la ropa…
Yo pienso que cada uno es como es y que la gente no se tiene por qué meter en la vida de los demás, ya que todos tenemos defectos y virtudes.
La gente sobre todo los adolescentes están siempre pensando más en qué dirá la gente de ellos que cómo se sienten ellos mismos.
Yo soy de las que soy como soy y a quien no le guste pues la verdad es que me da igual.
Hay personas que se dejan llevar por lo que les dicen los demás, y hacen cosas que a lo mejor no les gustan, pero porque se lo ha dicho un amigo/a ya lo hace, ya que se piensa que es bueno para él o ella, y a lo mejor no lo es tanto.
También hay otro tipo de personas, que hacen lo que quieren realmente, sin importarles lo que piensen los demás de él o ella, ya que si te equivocas o no, la decisión de hacer eso la has tenido tú y no otras personas.
Yo siempre he hecho lo que pensaba que era lo correcto, aunque me he equivocado mucho, pero también hay que ver la parte buena de equivocarse y es que de los errores se aprende, que en la vida hay que caerse mil veces y mil una levantarse, porque no puedes depender de nadie, es tu vida y tu eliges lo que quieres y lo que no.