Leyendo en clase de 4º de ESO a los escritores de la Generación del 50, y en concreto los poemas “Me queda la palabra” de Blas de Otero y “Palabras para Julia” de José Agustín Goytisolo, he recordado a los cantautores que pusieron música a estos textos. Eran los últimos años de la dictadura franquista y, en la Universidad de Extremadura, como en todas las del Estado Español, se organizaban manifestaciones a favor de la libertad y se aprovechaba cualquier acto público para reivindicarla. Los estudiantes universitarios vivimos con especial intensidad aquel tiempo, que intuíamos de transición de la dictadura a la democracia, y escuchábamos en nuestras casas los discos de vinilo o las cintas de radiocasete, grabadas y regrabadas, de cantautores como: Paco Ibáñez, Pablo Guerrero, Luis Pastor, Elisa Serna, Rosa León, Lluis Llach, Raimon y un largo etcétera.
Recuerdo, en particular, los dos poemas citados, a los que puso música Paco Ibáñez. Su doble elepé grabado en el teatro Olympia de París, se convirtió en nuestra música de cabecera, no sólo porque disfrutábamos escuchándolo, sino también por las largas y fructíferas conversaciones que suscitaban las letras de las canciones, escritas por los autores más importantes de la Literatura Española.
En Me queda la palabra, Blas de Otero viene a decir que, aunque el tiempo pasa y seguimos padeciendo los efectos perniciosos de la dictadura (“Si abrí los labios para ver el rostro / puro y terrible de mi patria, / si abrí los labios hasta desgarrármelos”), nos queda la palabra, por encima de todas las limitaciones, como instrumento para expresar esa pérdida y ese dolor, y para reivindicar un cambio.
Igualmente, Palabras para Julia de José Agustín Goytisolo contiene un mensaje positivo. El poeta se dirige a su hija para decirle que la vida sólo tiene un sentido y, por eso, debe mirar hacia adelante, por muy angustiosa que pueda llegar a ser la realidad. Añade que su destino –entendemos también que el nuestro- está en los demás, en luchar por aquellos a los que puede hacer feliz:
“Pero cuando te hablo a ti
cuando escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre tus canciones”
Cuando escuchábamos esta música, en aquella época oscura que nos tocó vivir, nuestro ánimo se levantaba y experimentábamos un deseo intenso de cambiar las cosas. Ahora, al escucharla vosotros, espero que reflexionéis sobre la capacidad de defender siempre aquello en lo que creéis, aunque las circunstancias a veces os sean desfavorables.
La dictadura que hubo tuvo que ser muy dura, no poder expresar con libertad lo que piensas tiene que llegar a ser muy frustrante. Con solo imaginarme que mataban por ser comunista u homosexual etc., se me pone el bello de punta, se hacían muchas crueldades.
Me parece muy inteligente que se intentara transmitir el deseo de libertad a través de la música, con la música puedes transmitir todo lo que quieras. Además, la música sirve para evadirte y cambiar tu estado de ánimo
Pienso que es normal, que en esa época del franquismo los estudiantes de las universidades españolas, escucharan a todas horas las canciones en las que se ponía de manifiesto la libertad, ya que era lo que les obsesionaba.
También pienso que los que ponían música a esos versos eran valientes, ya que se hacían barbaridades con las personas que estaban en contra de la dictadura y del general Francisco Franco.
Pienso que vivir en una dictadura como la que existió aquí en España es muy difícil de llevar. Es angustioso tener pensamientos distintos a los que te obligan tener, sobre todo si se trata de tu libertad. Nadie puede tener el derecho de quitarte lo más importante en tu persona, y eso es la libertad. Por eso algunos de los cantautores pusieron letra a esos poemas luchando por la libertad. Es cierto que escuchar estas canciones o cantarlas en público podía llegar a ocasionar un gran conflicto en aquella época y los que normalmente lo sufrían eran los adolescentes llenos de energía para luchar contra las injusticias del país y para proclamar su libertad.
Pienso que expresar tus sentimientos y pensamientos a través de la música es muy bonito, ya que la música y el cante hace evadirte de los problemas y pensar positivamente en que algún día las cosas cambiarán. Personalmente he tenido el placer de escuchar algunas canciones de Paco Ibáñez, ya que fue un gran artista para mi padre durante su adolescencia revolucionaria.
Mi clara opinión sobre el tema de los cantautores es que lo veo muy bien,porque era una forma de expresar lo que sentían en esos crueles momentos de dictadura.Todas las personas que se manifestaban tenían derecho a dar su opinión,pero, si se hacía pública de forma errónea, le podía crear malas consecuencias.Expresarse cantando es la mejor forma de transmitir sentimientos y pensamientos que algunas veces por unos motivos u otros no nos atrevemos a decir.