“¿Era pedófilo Antonio Machado?” Me preguntó una alumna, al leer, en la Wikipedia, que se había casado con Leonor, una chica de 16 años, cuando él tenía 34.
La pregunta provocó un pequeño debate, en el que llegamos a la conclusión de que, aunque no es lo más frecuente, el amor puede existir entre personas de tan diferente edad. Por otra parte, la anécdota refleja el grado de sensibilización, que existe, hoy día, entre los jóvenes, sobre los abusos sexuales a niños.
“Si su primer libro se titula “Soledades” y nos has explicado que la razón está en que predomina el sentimiento de soledad en los poemas que lo integran, ¿cómo es posible que estuviera casado?”
El alumno que formulaba esta pregunta, aparentemente ingenua, pero llena de sentido, desconocía que este libro lo publicó Machado, antes de conocer a la que sería su mujer.
Así, se desarrolló la clase de ayer: los alumnos buscaban información en Internet sobre el autor de “Soledades”, del que ahora conmemoramos el 70 aniversario de su muerte, y la comentábamos en alto, a partir de las preguntas, que esta información suscitaba en ellos.
La clase había comenzado con la recitación por mi parte de dos poemas muy conocidos (“Recuerdo infantil” y “Pegasos, lindos pegasos”), donde Machado evoca recuerdos de su infancia. Para mi sorpresa, salvo alguna excepción, todos permanecieron en silencio, mientras me escuchaban. Cuando acabé la lectura, me confesaron que les había gustado. Pensé en proponerles que recitaran ellos mismos; pero finalmente no lo hice. Espero hacerlo el próximo jueves, porque hoy visitamos Aucorsa, para preparar un programa de radio.