La invasión de las abreviaturas

Ayer por la tarde, mientras practicaba footing por el parque Cruz Conde, divisé al final de la recta más larga del circuito a una pareja, ya entrada en años, que avanzaba a paso ligero. Me llamó la atención la camiseta blanca que llevaba puesta el hombre, mejor dicho las letras inscritas en la parte de atrás: DESBRE, alcancé a leer. Lo primero que me vino a la cabeza es que esa palabra no existe en nuestra lengua; sin embargo, al acercarme, observé que entre las sílabas DES y BRE había una Q, que seguía sin aclararme nada, aunque deduje que probablemente la clave estaba en otras dos palabras, de tamaño más pequeño, que se encontraban justo debajo. Aceleré el paso; pero a la salida de una curva perdí a la pareja de vista; los dos desaparecieron como por arte de magia y me  quedaron con la intriga de saber qué decía el estampado de la camiseta. Continué corriendo, pero no hacía más que darle vueltas a la palabra DESQBRE, que me sonaba rarísima. Pensé si podía ser la marca de algún producto o si se trataba de alguna estrategia publicitaria, que pretendía despertar la curiosidad del receptor. Me encontraba abstraído en este pensamiento, cuando de pronto volví a ver a la pareja, ahora mucho más cerca, lo cual me permitió leer completo el mensaje:

DESQBRE

LA DUCHA

Aún tardé bastantes segundos en interpretarlo, porque la palabra “descubre” no se escribe con “q” sino con “c”. DESCUBRE LA DUCHA, decía. ¡Qué oportuno, en un lugar donde se practica la actividad física!, pensé. Sin duda es una estrategia publicitaria, que en mí ha funcionado, provocándome una expectativa: el deseo de resolver el significado del texto.

Pero lo que en verdad me preocupaba, en ese momento, es el tiempo que había tardado en interpretar el mensaje. Seguro que cualquiera de mis alumnos habría tardado mucho menos, pues están habituados al lenguaje desaliñado del Whatsapp o del SMS.

Según un estudio de tres universidades francesas, hace falta tener una buena capacidad cognitiva para dominar este tipo de lenguaje, propio de la escritura móvil. Por mi tiempo de reacción, es obvio que no lo domino y, por eso, me ha causado una cierto desasosiego. “No importa q este escrito asi” se titula el reportaje publicado ayer en el diario El País, que se hace eco del citado estudio. Las conclusiones a las que llega son que “los SMS no suponen un peligro en la escuela sino un aliado” y que “los alumnos de más nivel son los que más juegan con este lenguaje”.

Así pues, los profesores de Lengua Española no tenemos por qué preocuparnos, pues nuestros jóvenes estudiantes saben distinguir los dos registros: usan abreviaturas y juegos en los teléfonos móviles, para comunicarse entre ellos y como una forma de diferenciarse de los adultos; y respetan las normas de la RAE, cuando tienen que escribir una redacción o un examen.

Después de más de 30 años enseñando Lengua Española, puedo afirmar, a pesar de la opinión contraria de algunos compañeros, que no hay tanta diferencia, en lo que a la escritura se refiere, entre los alumnos de antes -me refiero a los que no estudiaron con la injustamente vilipendiada LOGSE- y los de ahora, o en todo caso, si la hay, se debe más al hecho de que la enseñanza sea obligatoria hasta la 16 años, un logro social extraordinario, se mire por donde se mire, que al uso de los móviles.

También se horrorizaba Dámaso Alonso en su poema “La invasión de las siglas” por la proliferación de este tipo de palabras en el siglo XX:

“Legión de monstruos que me agobia,

fríos andamiajes en tropel:

yo querría decir madre, amores, novia;

querría decir vino, pan, queso, miel.

¡Qué ansia de gritar

muero, amor, amar!

Y siempre avanza:

USA, URSS, OAS, UNESCO,

KAMPSA, KUMPSA, KIMPSA,

PETANZA, KUTANZA, FUTRANZA..

¡S.O.S., S.O.S., S.O.S.!”

Sin embargo, las siglas hoy día forman parte de nuestra vida, sin que a nadie  le llamen especialmente la atención, incluso algunas de ellas, como “ovni” o “láser” han sido incorporadas al diccionario de la RAE, es decir, se han lexicalizado.

Lo mismo puede suceder con las abreviaturas que emplean nuestros alumnos en los teléfonos móviles, pues es una forma natural de comunicarse, que no se debe estigmatizar. Según la investigadora francesa Bernicot, si insertamos esta forma de utilizar el lenguaje en nuestras prácticas pedagógicas, podríamos obtener resultados sorprendentes.

A quienes temen, como el lingüista Gómez Torrego, que todo este desaliño en el uso del lenguaje, sea perjudicial, sobre todo en el aprendizaje de la ortografía, se le puede contestar que precisamente la función de los profesores de Lengua Española en las aulas es explicar en qué tipo de contextos se debe utilizar uno u otro lenguaje.

Y a los que no estamos familiarizados con esta forma abreviada de comunicarse, que nos diferencia de los jóvenes, nos conviene hacerlo lo antes posible, si no queremos tener dudas sobre nuestra capacidad cognitiva, como me ocurrió a mí practicando footing.

 

11 pensamientos en “La invasión de las abreviaturas

  1. Nadie debe alertarse por esto, ni profesores, ni psicólogos ni nadie, este lenguaje que utilizamos los jóvenes simplemente es para abreviar y tardar menos en escribir. Antes cuando no existía Whatsapp y se enviaban SMS, se abreviaba para ahorrar el coste de estos, pero ahora con el whatsapp por lo menos yo intento escribir lo mejor posible.
    El cerebro se ejercita y desarrolla al intentar leer los mensajes así, en modo abreviado, y además es más cómodo..bueno parece que todo son ventajas y no le veo inconveniente alguno, bueno, espera, quizá sí que le veo uno, la etimología de las palabras, pues, al abreviar y usar palabras extranjeras, irán desapareciendo otras del castellano por no usarlas, en fin, hay cosas que no se pueden evitar creo yo

  2. Yo pienso que no es malo escribir abreviando, pero tampoco podemos escribirlo todo abreviando, porque muchas veces, cuando escribimos algo más serio que no es de chat o de mensajes, nos podemos equivocar, porque ya nos hemos acostumbrado a escribir así .

    Muchas veces escribimos abreviando, porque es más fácil y más cómodo porque no se tarda tanto. No hay que alarmarse por esto , lo importante es que a la hora de escribir un documento importante no abreviemos las palabras, porque tenemos que saber escribirlas bien y tomar con seriedad lo que estamos escribiendo, pensar que no estamos en un chat o un sms .

  3. Pienso que no pasa nada por poner abreviaturas, porque después a la hora de escribir lo hacemos bien, aunque tengamos faltas, no hay que darle mucha importancia, porque mientras sepas escribir un documento bien y sin ellas no pasa nada. Antes lo hacíamos, pero ahora, cuando en sms vamos a decir algo largo, para no marear a la otra persona con tantas palabras, abreviamos un poco.

  4. Desde mi punto de vista, las abreviaturas son una manera más cómoda y más fácil de comunicarnos a través de las redes sociales, ya que de esta forma podemos escribir más rápido. Pero también hay que saber separar cuando estás hablando con tus amigos con abreviaturas por el móvil y cuando estás haciendo las tareas o un examen. También es verdad que el fomento de las abreviaturas puede hacer que cometas más faltas de ortografía, sobre todo va a pasar en las nuevas generaciones, ya que cada vez los niños empiezan a tener móvil y a utilizar las redes sociales en edades más tempranas y puede ser que las nuevas generaciones tengan más faltas de ortografía o que con el paso del tiempo cambien las palabras y sean más abreviadas.

  5. Yo pienso que escribir abreviaturas no es nada malo ,ya que es una manera más cómoda de escribir y ahorrarnos tiempo.Lo único que hay que saber es cuándo usar las abreviaturas y cuándo no.

  6. Nosotros, los jóvenes de hoy en día, utilizamos muchas abreviaturas, más de las que nos podemos imaginar, ya que entre nosotros nos comunicamos por las redes sociales o por mensajes, y eso hace que, al querer contar las cosas más rápido o por falta de tiempo, acortemos las palabras, pero aunque hagamos esto, la mayoría de las personas entienden lo que escribimos. Esto no significa que a la hora de hacer un examen abreviemos también en él las palabras, ya que si lo hacemos cometeríamos faltas de ortografía y nos sancionarían por ello.
    Sabemos distinguir cuándo estamos hablando con algún amigo o familiar de forma informal, a cuando estamos rellenando un documento importante o un examen, que es formal.

  7. Las abreviaturas no me parecen una cosa que esté mal. Siempre y cuándo no nos hagan tener más faltas de ortografía de la cuenta y, no las tengamos en cuenta a la hora de rellenar un documento importante. Por lo demás me parece una manera fácil y rápida de comunicarnos con las personas a través de las redes sociales.

  8. Las abreviaturas son algo muy común entre los adolescentes, aunque ya no tanto entre los adolescentes, sino también entre los adultos. Yo la verdad es que no las veo mal, aunque sí pueden llegar a jugarte errores. Por ejemplo, las palabras «bien» y «buenas noches» se abrevian así: «bn». Si por algún casual la persona con la que hablas antes ha estado un poco borde contigo y le dices: ¿qué tal? y ella responde: «Bn» puedes llegar a pensar, que no quiere hablar contigo y esta enfadada. Esa es la única pega que yo le pondría a las abreviaturas. Por otra parte, se ahorra mucho tiempo, en escribir todo, aunque yo intento siempre escribir con todas las letras para acostumbrarme para cuando realizo trabajos a ordenador.

  9. Actualmente se usa mucho las abreviaturas, sobre todo los jóvenes en las redes sociales como twitter o whatsApp, por el simple hecho de escribir más rápido, yo pienso que no es malo, mientras no lo hagamos en los exámenes o papeles importantes donde no se pueden usar, también hay que saber usar las abreviaturas porque muchas veces lo escribes abreviado y ya se te queda esa palabra y sin darte cuenta en exámenes u otros documentos se nos pueden escapar como por “art.” de artículo o “D. – Dª” de Don o Doña, entre otras muchas.

  10. Eso de las abreviaturas lo veo feísimo, a no ser que sea un SMS por que cobran, pero por lo demás me parece horroroso y antiestético.
    En mi opinión, no hay un escrito bien presentable que unas palabras escritas con todas su letras, aunque sea para mandar un Whatsapp o escribir en Facebook.
    Aunque yo también haya escrito alguna vez mal, no ha sido por moda, sino que me daba pereza o porque no me daba cuenta, pero si pudiese cambiar eso, lo cambiaba porque una sola tilde, punto y/o coma, puede cambiar el sentido de la frase o la conversación lo cual puede crear conflicto con las personas.

  11. A mí no me parece mal que utilicemos las abreviaturas, ya que así tardamos menos en escribir y se entiende lo que quieres decir. Pero hay personas que escriben así por ignorancia, porque en realidad no saben ortografía, pero la mayoría está bien que use las abreviaturas, siempre y cuando en un documento importante se escriba bien y sin faltas. Hay gente que lo considera una falta de respeto el escribir así, como una tía mía, y hay otras que no les gusta simplemente, porque no lo entienden, pero yo suelo escribir abreviado por el móvil y luego en el instituto escribo bien.

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