Hay un cuento de Juan José Millás, en el que un hombre feo consigue moldear su rostro, ejercitando sus músculos faciales, hasta parecer atractivo. Durante los siete años, que dura el proceso de transformación, aprende a mantener en tensión los músculos de esta zona con una expresión que considera agradable.
Este hombre no se aceptaba sí mismo y quiso parecer más guapo de lo que era, como les sucede, actualmente, a un número cada vez mayor de personas, que se resisten a envejecer y tratan de detener el paso del tiempo.
Un reportaje, publicado hoy en el diario El País, aborda, precisamente, este tema de la sobrevaloración de la juventud y el culto al cuerpo. En un mundo, especialmente competitivo, como el que vivimos, es muy importante la imagen para conseguir un trabajo o para encontrar pareja. No queremos que se nos formen arrugas y, para ello, recurrimos a la cirugía estética, que nos aproxima a modelos de belleza, representados, sobre todo, por personajes del mundo del espectáculo. En concreto, España es el cuarto país en este tipo de operaciones, que se realizan cada vez a edades más tempranas.
Uno de los procedimientos más utilizados, según el citado reportaje, es el “botox”, que consiste en inyectarse un fármaco que paraliza temporalmente los músculos y elimina las arrugas, sobre todo del rostro. Sin embargo –como dice un de las pacientes que recibió el tratamiento- hay que tener cuidado con abusar del mismo, porque estás expuesto a que se te quede la misma cara cuando ríes, lloras o estás seria.
Evidentemente los que se operan o se inyectan “botox” lo hacen para estar más satisfechos consigo mismos y para mejorar su autoestima, en lo cual no hay nada reprochable. Pero, también, están renunciando a expresar, de modo natural, sus emociones y corren el riesgo de parecerse cada vez menos a quienes, realmente, son, como en la novela de Aldus Huxley “Un mundo feliz”, donde se tiende a regular las conductas de los personajes y a eliminar las diferencias, que existen entre ellos.
Las personas no nos encontramos agusto con nosotros mismos, porque nos importan mucho la opinión de los demás de como nos ven, el tiempo no se puede detener todos seremos ancianos algún dia no podemos ser eternamente jóvenes, inyectarse Botox lo veo absurdo porque como todo puede tener sus efectos secundarios y podemos quedar peor que antes, en conclusión hay que quererse a uno mismo por como es y no importarnos la opinión de los demás, cada uno de nosotros tiene algo especial que no podra tener nadie. «Dichosas las personas que se ríen de sí mismas porque son los más felices»
Hay muchas personas que no están contentas con su aspecto físico y buscan diversas maneras de mejorarlo, van a gimnasios, se hacen tratamientos de belleza, cuidan su alimentación, y otras muchas recurren a operaciones de estética. Esto es algo aceptable, ya que todos queremos gustarnos a nosotros mismos y gustar a los demás. Pero, cuando este deseo de estar siempre jóvenes se convierte en una obsesión, puede traernos muchos problemas, ya que hay personas que se hacen demasiadas operaciones y nunca se ven todo lo bien que desean, y llega un momento en que dejan de parecerse a la persona que eran antes, se ponen tan artificiales que parecen maniquíes. A mi parecer, todas esas personas que se operan tanto la cara parecen primas hermanas, sacadas todas de un mismo molde, sin expresión en el rostro.
Yo pienso que las operaciones hay que hacerlas cuando es estrictamente necesario, tenemos que aceptar que hay que envejecer, debemos cuidarnos, llevar una vida sana, ser felices con lo que tenemos y sobre todo aceptarnos como somos.
La eterna juventud, tan deseada por unos y tan infravalorada por otros ¿es acaso importante? Parecer ser que en el mundo en el que vivimos sí lo es, pero, desde luego, no lo es todo ni muchísimo menos…
Para mucha gente es muy importante el no envejecer, el estar siempre radiante, joven, como en la flor de la vida, un sueño banal, no es otra cosa, ¿acaso se puede ser eternamente joven? Por supuesto que no, y es en esa misma idea en la que radica el poder de las ciencias y los tratamientos de belleza rejuvenecedora. Todo el mundo sabe que nada ni nadie dura y vive eternamente por lo que se aferran con todas sus fuerzas a lo único que tienen, y ese único auxilio para su envejecimiento son las cirugías, las miles de cremas que hay en el mercado, las dietas y los cientos y cientos de tratamientos que prometen dar un aspecto de ti prácticamente perfecto y que no hacen sino mantener una efímera ilusión.
Es imposible, como he dicho, vivir eternamente, por no hablar de conservarse joven para siempre. Actualmente, como bien dices, Matías, las técnicas más populares y extendidas son aquellas en las que se emplea el famoso “botox”, a cuya acción se someten sobre todo personas del espectáculo, aunque por supuesto también gente normal y corriente y, principalmente, pero no siempre, mujeres.
Es un método bastante extendido y que lo único que consigue es paralizar algunas partes del cuerpo (faciales mayoritariamente) de manera que impide la formación de arrugas y demás, pero ¿es este método realmente bueno y beneficioso? Francamente, yo por mi parte digo que no. Las personas somos como somos, cada una con nuestros defectos y con nuestras virtudes, físicas e intelectuales, pero eso es así y no podemos hacer nada por remediarlo. Envejecemos, sí, pero es que eso es ley de vida, no podemos jugar a ser Dios e ir contra la voluntad de la naturaleza, todos, al igual que nacemos, morimos, y durante ese tiempo nuestro cuerpo se marchita sin remedio alguno ¿debemos impedirlo? No, debemos aceptarlo, aceptarlo como un hecho que tarde o temprano nos ocurrirá a todos por igual, como algo que ningún humano, por poder (social, económico, político…) que tenga, evitará, porque todos somos iguales nos guste o no.
Por otro lado, aunque el “botox” u otros procedimientos nos ayudaran a ganar por unos años distancia con el envejecimiento, sus posibles efectos secundarios no son para nada agradables. Pongo el caso del célebre actor Sylvester Stallone, protagonista de películas tan famosas, como Rambo o la saga de Rocky. Este actor se ha sometido a este proceso, o a uno parecido, y no hay nada más que ver los estragos que le han causado en la cara, y decidme si veis las fotos ¿lo veis mejor así que con algunas canas y unas arruguitas? No me podréis decir que sí, porque francamente, y sintiéndolo mucho, está horrible.
Para concluir, solo me gustaría decir que la vida es un don que se nos ha dado y que debemos aprovecharlo al máximo cada día, como si fuera el último. Si envejecemos, perfecto, eso solo significará que hemos tenido una vida larga y que hemos podido vivirla tranquilamente hasta el final, por ello, pienso que cada uno debería estar contento consigo mismo siendo tal y como es, porque ese es el primer paso a la felicidad…
Sinceramente, Matías, nunca he entendido, cómo una persona quiere ralentizar cada vez con más frecuencia los años que por ella pasan. A mí, cuando me dicen que hay personas que no quieren envejecer por cuestiones físicas, me parece un absurdo, puesto que, cuanto mayor eres, más feliz tienes que estar de durar más tiempo, y ¿qué necesidad para evitar las arrugas, las carnes flácidas o las barriguitas cerveceras de los hombres? Todo eso es un periodo de la época en la que vivimos. Según estudios realizados, la adolescencia es la época de la vida de una persona en la que más delgada va a estar. A medida que vamos creciendo, nuestro cuerpo va cambiando, va envejeciendo, y de eso nos tenemos que sentir orgullosos, es un periodo más de nuestra vida en el que hay que cambiar, ya que eso es lo bonito de vivir.
De siempre, se ha dicho, cuando se está enamorado: «quiero que envejezcas a mi lado». Eso es lo más bonito que se le puede decir a una persona, ya que estás dispuesto a estar con ella en el tiempo, independientemente de que su físico vaya cambiando, ya que es el interior de la persona en lo que uno se fija, en sus valores morales, no en si tiene una cara o un cuerpo bonito.
En la sociedad en la que vivimos, eso es muy importante, cuidarse físicamente, pero más de la mitad de la población, no lo hace por temas de salud, lo hace porque es el ideal de belleza establecido. Yo creo que eso es un absurdo, ya que siempre ha habido personas más llenitas que otras; unas con una cara menos agraciada que otras etc… pero cuidarse debe ir más ligado a la salud de la persona que es lo que verdaderamente importa.
Es cierto, y desgraciadamente es así, que a la hora de buscar trabajo, en muchos sitios se fijan primero en la foto del currículum más que en lo que puedes aportar en ese trabajo, porque se considera imprescindible el físico, cosa que no debería ser así, porque las personas, a la hora de trabajar, van a ofrecer sus cualidades no si son guapas o feas. Esto es una pena, por eso, va el mundo como va.
En cuando al botox y operaciones quirúrgicas para intentar ralentizar el envejecimiento, si nos paramos a pensar para qué lo hacen, yo no le encuentro explicación, ¿la van a querer más así, se verá mas guapa o guapo? Pues yo creo que no, que no son más guapos los que se inyectan botox, cuando vemos en la televisión a algunos famosos que emplean estos métodos, se nota un montón, ya que se le ve el cuello arrugado por la edad y la cara estirazada, y eso es aun más feo que ser natural, además, a la larga, la naturaleza va a causar su propio efecto y las arrugas volverán a salir.
Aunque suene un poco drástico, todas las personas tenemos que ser conscientes de que, a una determinada edad, el cuerpo va cambiando y es natural que así ocurra, así que yo quisiera decirle a aquellas personas, que se sienten frustradas al envejecer, que se animen y que se acepten tal y como son, que quienes las quieran las van a querer por su interior no por la fachada y que así siempre tendrán la certeza de que, si te quieren, es por lo que vales no por lo que tienes, ya que una pareja se tiene no solo por la belleza que se ve exteriormente en ella, pues cambia, no todo el mundo está guapo toda su vida, pero si eres guapo por dentro, eso nadie te lo va a quitar, ni siquiera la propia naturaleza, eso lo tienes tú.
Realmente ,todos quisiéramos ser los más guapos , los más atractivos etc , etc , pero debemos aceptarnos como somos, ni guapos ni feos , ni con arrugas ni sin arrugas, somos como somos y nuestro aspecto físico es sólo nuestro escaparate hacia los demás y no a todo el mundo tiene que gustarle. Si pretendemos caer a todo el mundo bien y llamar la atención de todo el mundo, seremos infelices , pues siempre habrá aquel que lo sea más , el hecho de intentar gustar a todos hace que seamos infelices y que lleguemos al punto de no apreciarnos, a quien le guste bien y a quien no , pues, que no mire.
Es muy cierto que la sociedad actual cada vez se rinde más el culto al cuerpo. Por una parte, creo que no implica querer gustar a los demás , me refiero al tema de los gimnasios , pues es una forma de sentirse bien con uno mismo , pues mejoras tus capacidades físicas, pero, por otro, es cierto que cada vez más están los típicos en los gimnasios que tienen mucho músculo y poco cerebro , intentando llamar la atención ,si lo hacen porque se sienten bien, pues, está muy bien , pero, si es sólo para llamar la atención , creo que se dan muy poco valor a sí mismos , pues están influenciados por las tendencias , y esto hace que tenga poca personalidad.
No quiero decir que los que van al gimnasio sean sólo para lucirse , no, el gimnasio no es sólo eso , pues te permite sentirte bien contigo mismo y llevar una vida más saludable. Decir que los que van al gimnasio sólo para lucirse es demagogia.
Por otra parte, y saliendo del ventajoso mundo de los gimnasios , quiero hablar de las técnicas como el bótox. Me parecen, en cierto punto, irrisorias , son muchos los famosos que quieren no tener arrugas , y no son capaces de aceptar el paso del tiempo , y, para ello, recurren a esta técnica , llegando a ser unos obsesionados, y se ponen la cara que parecen “muñecas repollo” , no sé cómo llegan a ser capaces de acumular kilos y kilos de bótox en la cara , y todo con el objetivo de dar una buena impresión a los demás , y lo que consiguen es todo lo contrario, “pobrecitos”.
Lo de entrar en un quirófano para ponerse más pecho , para ponerse unos labios más carnosos, no lo entiendo , pero no entendiéndolo comprendo que hay que respetarlos, pues cada uno es libre de lo que haga , pero sinceramente me parece “escandaloso”, es lo que pasa cuando sobra el dinero.
Creo que este tipo de técnicas están bien, cuando se trata de mejorar tu aspecto físico un poquito , pero ya obsesionarse e intentar “arreglarse” de todo me parece ridículo , muchas son las famosas adineradas que no son capaces de soportar que haya chicas más jóvenes que ellas y que se retocan tanto que parecen “barbies” y el resultado es de una cara que da miedo , y de rezar para que cuando se ría no le estallen los mofletes.
Por otra parte, creo que tampoco hay que reírse de estas personas , pues lo que en el fondo tienen es un problema grave , el de no aceptarse como son.
Finalmente, y para concluir, quiero decir que cada uno tiene que aceptarse como es , nuestro aspecto físico es sólo una parte que no es lo primordial , pues es más importante cómo somos por dentro , y que recurrir a técnicas para reducir un poquito las arrugas están bien , pero ya llegar al punto de obsesionarse me parece vergonzoso.
Desde aquí, me posiciono a favor de la arruguita que es símbolo de que vivimos y me opongo al abuso del bótox, aunque, volviéndolo a decir, cada uno es libre de hacer lo que quiera siempre que se respete a los demás.
——————-FERNANDO GÓMEZ AGUILAR———————-
Con respecto a este tema de la cirugía estética que está en estos últimos tiempos tan de moda, creo que se está llevando demasiado al límite, puesto que se trata de operaciones que no son necesarias. No comprendo cómo hay personas que pueden someterse a este tipo de tratamientos, exponiéndose siempre a un riesgo, solo por el mero hecho de no estar contentos con su físico.
Lo que más impacta es la temprana edad con la que muchas personas van a operarse. El físico no es algo perfecto, puesto que todas las personas tenemos algo con lo que estamos descontentos, ya que no existe la perfección en este mundo. El ejemplo más común de este tratamiento es, como se ha dicho, la inyección de “botox”. Hay personas que se ven obligadas a inyectarse dicho componente todos los meses e incluso semanas, cosa que, como he leído antes, conlleva una inexpresión del rostro, no llegando a diferenciar si se está contento o triste, por ejemplo. Estos son efectos para las personas adictas al “botox”.
La cirugía estética no es, para nada, algo malo o perjudicial. A muchas personas que realmente tienen un mal aspecto físico, debido por ejemplo a quemaduras en la cara, les beneficia y les ayuda a mejorar su aspecto en la medida de lo posible. Sin embargo, las personas que van a aumentarse el pecho, los labios o lo pómulos son personas que no se encuentran satisfechos consigo mismos y lo hacen como si de un capricho se tratara; Por ejemplo, se está poniendo muy de moda regalar operaciones de este tipo para cumpleaños, aniversarios…
Si realmente se está descontento con el físico, hay otras maneras de cuidarse mucho más sanas y recomendables: se puede mantener un perfecto físico alimentándose correctamente y practicando deporte diariamente, cosa que lleva a mejorar tu salud.
Siendo sensatos, a nadie nos atrae una persona fea y a todo el mundo nos gustaría tener una buena imagen, pero todo tiene un límite. Hay que tener en cuenta, como bien dices, que cada persona tiene libertad para hacer lo que quiera con su cuerpo, pero no podemos depender tanto de la opinión que puedan tener los demás de nosotros, vale que una se maquille, vaya a un gimnasio…, pero es exagerado inyectarse botox. El problema viene cuando todo esto se convierte en una obsesión, en una adicción, en que tengamos que estar perfectos siempre. Lo único que consigues con ello es, a lo largo del tiempo, con más y más operaciones y más y más botox, es alejarte cada vez más de tu verdadera imagen, seas guapo o feo. Finalmente crearemos unas personas totalmente superficiales, más o menos iguales físicamente, de las que sólo importa el exterior y que nos llevará a un mundo de ideales estéticos alejados de lo que realmente importa, la forma de ser de las personas, que es lo que las hace únicas.
Es un tema importante y actual, que esconde un problema de autoestima personal que hace que la persona se sienta mal continuamente, porque necesita cada vez más y en menor tiempo hacerse esos “retoques” y, que podría terminar en una enfermedad tan horrible como la anorexia o la bulimia. Todo esto se ve potenciado por lo que vemos en la calle, donde triunfan el más guapo, más delgado… y en los medios de comunicación, donde siempre vemos la imagen perfecta, el típico modelo. Recuerdo un anuncio de una crema hidratante (Dove) que se hizo con mujeres “normales”, para nada “perfectas”, y que llamó la atención por eso, por salir esas personas corrientes, en vez de sacar a la mejor modelo.
En vez de esto, tendríamos que aprender a aceptarnos tal y como somos y a saber vivir con ello, aprender a envejecer, a hacer oídos sordos a lo que piense la gente de ti; lo ideal sería que nos preocupáramos más de potenciar nuestros valores con los demás para, al final, encontrar nuestra belleza interior, que es lo que realmente importa.
Para terminar, este tema me recuerda mucho al libro que leo actualmente, “Traición”, de Scott Westerfeld, en el que existen dos mundos: uno de imperfectos, y otro de perfectos, y en el que todos, al alcanzar los 16 años, se someten a una operación en la que te regeneran totalmente la piel para fabricarte una nueva, lisa, perfecta, convirtiendo a toda la sociedad en obsesos de la perfección, ya que todos esperan ansiosamente dejar de ser feos para convertirse en seres perfectos. Aunque llevo poco leído, aparece un personaje, casi principal, que reivindica el ser distinto y se opone drásticamente a convertirse en un ideal más, aunque no le quede otra.
En mi opinión, el aspecto del físico es algo que está totalmente influenciado por la sociedad y las tendencias de belleza de cada momento, ya que no siempre los patrones de belleza han sido los mismos. En la Edad Media, por ejemplo, el ideal de belleza era el de una mujer de piel clara, cuanto más clara mejor, ya que significaba que era de familia adinerada y no trabajaba el campo. Por el contrario, la piel morena era sinónimo de clase baja y trabajos en el campo. Ahora es todo lo contrario: la piel morena significa que tiene poder económico y veranea en la playa o toma rayos UVA, mientras que la piel blanca significa que no puede pagarse las vacaciones.
La belleza del aspecto físico nos viene regulada por la sociedad actual. Solamente hay que encender el televisor y ver las mujeres que salen en anuncios, películas y programas varios. Todas iguales, como creadas en la misma fábrica. La televisión nos vende que sólo siendo guapo y perfecto se llega a algo en la vida, hasta el punto de ridiculizar a las personas que se salen un poco de ese patrón de belleza que te marcan. Incluso para entrar en la casa de Gran Hermano, el único mérito que debes demostrar es el de ser un musculitos, un tío cachas, o una chica con gran pecho y curvas explosivas.
El otro día, mientras leía una conocida revista del corazón, encontré unas páginas en las que se veía a una serie de mujeres famosas, que un día cualquiera salían a la calle en chándal, o simplemente llevaban un color de pelo que no se llevaba este año. Y la propia revista ridiculizaba por insignificancias como esas, por no estar en ese momento a la altura de la perfección, que significa vestirte con un traje de un conocido modisto, por no lucir un corte de pelo “a la moda”, o por no ir maquillada con los colores “que se llevan”. Me sorprendió muchísimo que la propia revista ridiculizara así a las mismas personas que en otras ocasiones mostraba como ejemplos.
Personalmente, creo que el físico no lo es todo, que en un alto porcentaje de casos es más importante que si alguien te quiere te acepta como realmente eres sin importarle tu aspecto; que por mucho “botox” que te pongas en la cara, con ochenta años, todo el mundo estará aproximadamente igual de arrugado, y que de aquí a cien años todos estaremos calvos.
También pienso que una persona no es guapa ni fea, sino que depende del gusto de cada uno. Y que lo que a ti te parece bonito, a otra persona le puede pareces feo. Y que en la variedad está el gusto. Para algunas tribus africanas, por ejemplo, la belleza depende de lo grandes que se tengan los labios. Para otras tribus la belleza se centra en el cuello largo. Para algunas personas, lo atractivo es el bello, y para otras la ausencia del mismo.
Por lo tanto, no le veo sentido a que cambiemos de aspecto, a no ser que nos encontremos muy mal con nosotros mismos, por enfermedad, o como en algunos casos en los que el aspecto físico sea causa de alguna enfermedad mental.
Bien, quiero decir, con respecto a este asunto, que estoy totalmente de acuerdo en que las personas de hoy en día se preocupen mucho por su físico, puesto que dependemos de él para muchas cosas, como por ejemplo, para obtener un puesto de trabajo, puesto que los jefes de una empresa, si tienen que decidir entre dos currícula, se quedaran con aquel cuya foto esté más favorecida, o simplemente para parecerle atractivo a alguien.
Con lo que sí estoy totalmente en contra, es con la cirugía, sí, esas operaciones que se hacen muchas personas con el fin de verse mas guapo/a, ya que yo creo que aquellas personas que se operan para parecer mas atractivas lo único que hacen es empeorar su aspecto, solo tienes que mirar muchos programas televisivos para darte cuenta de ello.
En definitiva, yo pienso que es mejor cuidarse día a día, aplicándote cremas, exfoliantes, y demás productos de estética, a tener que entrar en un quirófano para implantarte por ejemplo botox, lo cual veo como algo que conlleva un gran riesgo, ya que ello puede acarrear graves problemas para la salud.
En nuestra sociedad, existen personas que no asimilan como verdaderamente son. Es algo realmente triste , pero así ocurre.
Muchas veces nos hemos parado a mirarnos en el espejo y ha habido algo que no nos ha gustado de nosotros mismos, pero a pesar de eso nos debemos aceptar tal y como somos , pues como dice el dicho » Si no te quieres tú mismo, nadie te va querer».
Hay veces que debemos olvidar los defectos, ya que el ser humano no es perfecto por naturaleza.
El tratamiento del botox es cada vez mas utilizado por las personas que no se sienten cómodas con su aspecto por fuera.
Un ejemplo claro es el de la actriz australiana Nicole Kidman, que ha reconocido haber experimentado con botox para realzar sus facciones en su lucha contra el envejecimiento, aunque reniega ahora del preparado que se inyectan muchas mujeres en el rostro.
Esta mujer a pesar de no estar contenta con su imagen antes del tratamiento, ahora lo está mucho menos.
A la larga , este tratamiento nos puede traer malas consecuencias , como la nombrada anteriormente. que no sabemos qué sentimiento expresamos a través de nuestra cara, ya que nuestros músculos se inmovilizan.
Yo prefiero mucho antes poder expresarme y saber asimilar el paso del tiempo.
Para concluir, opino que recurriría al uso de la cirugía estética tan sólo cuando dependa de la salud.
Pues yo pienso que lo que ocurre en estos tiempo que corren es una locura lo que estamos haciendo, ya que sobrevaloramos mucho más el físico, que el interior de esa persona, ya que este mundo de hoy día es cada vez más materialista, y cada vez importa menos lo de dentro, ya que no se por qué intentamos parecernos cada vez mas al mundo americano, tanto con la comida tanto por su materialismo, etcétera
Yo creo que la gente, que usa unas técnicas revitalizantes, como el bottox u otras sustancias para aparentar “mas joven” se engaña a uno mismo, porque los años siguen pesando igual en uno mismo, y no te vas a quitar años por ponerte mas bottox, si acaso le encuentro un único de “utilidad” , es sentirte mejor contigo mismo, aunque ni así me convence, ya que el bottox, por ejemplo, es una sustancia “peligrosa” ya que lo que hace es paralizar los músculos, dejándolos inmóviles, y eso, en mucha cantidad podría ser hasta mortal.
Pero en fin, parece ser que estamos dispuestos a jugar con nuestras vidas “jugando” a la ruleta rusa, por estar guapos, y parecer que los años no pasan en “balde”, sinceramente creo que vivimos en una sociedad de hipócritas y de irresponsables.
La juventud, la belleza, la perfección, siempre han supuesto algo valioso para el ser humano, y la búsqueda de la eterna juventud como contrapunto al mayor temor del hombre (la muerte) ha sido el tema de de numerosas películas, novelas y experimentos.
Ya en Egipto o en Roma, los poderosos empleaban métodos o sustancias que los mantenían más jóvenes. No es de extrañar que con el paso del tiempo, este deseo de permanecer (parecer) joven más tiempo se haya extendido cada vez más entre la población. A la vez, “el mercado” ha ido acercando cada vez más esta posibilidad a todos los ciudadanos, mostrando cómo algo fácil, sin demasiado coste, se presenta como sólo con coste económico, ya no hay que vender el alma ¿o sí? Quizás, la persona que se somete con frecuencia a tratamientos de cirugía estética, piensa que sólo ha hecho una transacción económica, un dinero por un servicio, pero casi siempre ha iniciado un camino hacia la no aceptación de sí mismo, de su persona y de sus circunstancias personales.
Aceptarse a uno mismo, aunque nunca es fácil, es un ejercicio de autoafirmación.
Estoy de acuerdo en que en este asunto, tienen mucha responsabilidad las exigencias del mundo actual y el afán de establecer unos rigurosos parámetros, que eliminen las diferencias y que nos ajusten a todos dentro de lo estéticamente aceptable, lo malo es que esta estética que nos viene impuesta por la sociedad es la moneda, el pacto con el que “vendemos nuestra alma”, porque las personas que usan y abusan de cualquier medio persiguiendo la juventud eterna , no sólo muestran la no aceptación hacia ellos mismos, sino que a la vez rechazan en los demás esas muestras de lo que ellos consideran “decadencia”.
Lo cierto es que a veces vemos algunos famosos “jóvenes por fuera” que se rodean sólo de juventud en una especie de deseo de “contagiarse” y que sinceramente, parecen mucho más lamentables que aquellos que maduran, viven, ríen o lloran y no sienten ningún desprecio por las pruebas que deja sobre ellos todo lo vivido.
Pienso que la aceptación de uno mismo es el principio del respeto a los demás , y siempre que se intenten eliminar diferencias y establecer una “estética” socialmente aprobada , se están perdiendo en el camino valores importantes para las personas, de hecho, con la estética actual, algunos pintores como Rubens nunca habrían dejado obras como las que ahora disfrutamos.