En un reportaje publicado hoy en El País he podido leer que el 95 % del patrimonio cultural africano está fuera del continente, después de ser robado, expoliado o, algunas veces, comprado por las grandes potencias coloniales.
Desconocía el dato exacto, pero en los dos últimos viajes que he realizado, a Londres y a diferentes ciudades italianas, he podido comprobar que, en efecto, gran parte de las obras artísticas que se exhiben en sus museos son producto del expolio llevado a cabo por las potencias coloniales, especialmente, en África y Asia.
Al caminar por las salas del Museo Británico dedicadas a Egipto y Mesopotamia, a la belleza y al valor cultural e histórico de las piezas que allí se mostraban, se antepuso mi indignación por la certeza de que todo aquello (los frisos del Partenón, los bajorrelieves asirios, las momias egipcias…) había sido robado.
Me consta que los países de origen de muchas de estas piezas han reclamado su devolución, aunque estas reclamaciones no tengan base legal, si no se demuestra que ha habido tráfico ilícito reciente.
En mi opinión, las obras de arte expoliadas a los países más pobres deben ser devueltas, porque, de lo contrario, a la humillación que sufrieron en la época colonial, habrá que sumar otra: la de privarles de su legítimo patrimonio cultural.
Ejemplos de restitución los hay, como el obelisco de Aksum robado por las tropas fascistas italianas a Etiopía, en 1937, que ha sido devuelto recientemente, o las más de 300 piezas arqueológicas de Machu Picchu, restituidas por la universidad norteamericana de Yale a Perú, su legítimo dueño, después de haberle sido arrebatadas, a principios del siglo pasado.
No obstante, el problema de las devoluciones –como se dice en el reportaje de El País- no se podrá resolver hasta que los países de origen garanticen que pueden conservar su patrimonio y no sucedan casos como el de la destrucción de los Budas gigantes de Afganistán, hace 8 años.
Antes de nada, debo reconocer que no entendía eso que has escrito sobre los budas gigantes de Afganistán. Como siempre que desconozco algo, me he ido a Internet y lo he comprendido. Voy a resumir lo que he encontrado, para que aquellos que también desconocen esta historia y lean este comentario puedan entender a lo que te referías:
Tal como habían previsto las autoridades talibanesas, los dos Budas gigantes de Bamiyán, esculpidos en arenisca durante los siglos III y IV, y situados a unos 130 kilómetros de Kabul, la capital de Afganistán, fueron destruidos utilizando para ello poderosos explosivos y pólvora. La destrucción había sido decretada días antes, pero se había suspendido con motivo de la Eid al-Adh, que es la fiesta islámica del sacrificio del cordero. Para evitarla se habían reunido el secretario general de la ONU, Kofi Annan y el ministro de Asuntos Exteriores talibán, Wakil Ahmad Muttawakil; pero la reunión acabó en fracaso. Tampoco las presiones diplomáticas de muchos países del mundo dieron resultados positivos, ni tampoco la petición de la UNESCO. Así pues el día 9 de marzo pasará, tristemente, a la historia como el día que se destruyeron los Budas de Bamiyán, los más grandes del mundo con sus 55 y 36’5 metros de altura, respectivamente Además de los dos colosos, los talibánes han destruido también miles de figuras arqueológicas consideradas como ídolos. Con su destrucción se pretende, tal como dijo el líder religioso “evitar la adoración a ídolos falsos”. Una vez conocida a nivel oficial la destrucción de los Budas gigantes, la opinión internacional, incluidos muchos países islámicos, ha mostrado su indignación y se han pedido a la ONU medidas sancionadoras.
Creo que esta explicación ha quedado clara, así que me toca ahora dar mi opinión respecto a lo que planteas.
Yo también he visto cómo los museos más importantes de Londres y París están llenos del patrimonio cultural de otros países, en su mayoría pobres y que habían sido colonizados anteriormente.
Este acto de sabotaje lo considero injusto, pero lo que no llego a entender del todo es cómo se le podrían devolver a estos países su patrimonio, qué mecanismos legales se podrían usar para dar paso a su devolución, y en caso de ser devuelto, cómo se podría hacer para asegurar un buen mantenimiento de los mismos.
Cuando he leído esta entrada, me he acordado de un libro que leí hace tiempo en el que un personaje entra en el Museo Británico y, mientras observa la famosa piedra Rosetta y las estatuas egipcias, dice sarcásticamente que el robo es el deporte nacional de los ingleses, por eso, lo que se dice en esta noticia no me pilla por sorpresa.
Sin embargo, aunque no me extraña que en la época de la colonización, los soldados no tuvieran escrúpulos en llevarse montones de monumentos y de objetos artísticos, me sorprende que los países expoliados hayan pedido la devolución de los objetos y los países en posesión de los monumentos se hayan negado. La verdad es que me desagrada que Londres actúe como un niño consentido que quiere quedarse con lo que no es suyo, además los países que reclaman el patrimonio robado no pueden hacer otra cosa, ya que, mientras no haya pruebas de que haya sido robo y no compra legal, una petición más imperiosa de estos tesoros históricos podría ocasionar un conflicto entre ambos países.
Sin embargo, no conocía el caso de los Budas gigantes que se mencionan en el texto y me resulta indignante conocer esto: que fueron atacados por los talibanes con misiles, tanques y dinamita porque, según ellos, exponer imágenes preislámicas iba contra los principios de la fe musulmana. Esto no es más que otra prueba que demuestra lo dañino que es el sector más radical del islamismo.
Supongo que este incidente se usará como excusa para no devolver el patrimonio robado, pero estoy seguro que sólo es eso, una excusa. No una preocupación verdadera por el arte sino más bien una preocupación económica de que los objetos históricos permanezcan bien guardados en los museos de estos países para ayudar a aumentar las ya engordadas arcas de dichas ciudades.
Yo personalmente he visto cómo en algunos museos de países importantes como París, Londres, Estados Unidos…, hay obras artísticas, restos,… expuestos de gran valor histórico, además muy caros que son procedentes de países pobres y poco adinerados como, por ejemplo África, el principal país.
Estos son robados por los países con dineros para exponerlos y llevarse ellos los beneficios que les aporta.
Además, yo no tengo mucha información sobre este tema, pero puede ser que estos países tan pobres los envíen ellos mismos allí para sacarse algo de dinero y poder beneficiarse de algo.
Para resumir, este gesto lo considero injusto, y pienso que esos países no van a recuperar su patrimonio perdido por mucho que digan ni reclamen aora en este momento.
Qué razón tiene la noticia y, aunque en principio nadie llega a planteárselo (o al menos ese ha sido mi caso), es sumamente irónico visitar las relíquias de un imperio o una civilización en lugares que no comparten siquiera una misma transcendencia histórica. Imperios como el británico, el francés, el alemán y el americano cometían la continua osadía de sabotear todo lo que podían a su paso, y con el conocimiento de su valor, se lo llevaban a sus paises para su venta. Este hecho puede verse en que en estos países se encuentran los museos mas visitados y mas remitidos por los libros de historia (tomando aparte el museo de El Cairo).
Pero en este sentido, el imperio español no se queda atrás. Además de las explotaciones de recursos, también se cometieron grandes saqueos de templos precolombinos.
Sin embargo, lo más grave, desde el punto de vista actual, no son las acciones que se cometieron en ese tiempo, sino las que no se quieren emprender hoy día, pues si algo parece justo, es que los propios atenienses muestren las piezas de un templo que un día fue el centro espiritual de su ciudad, o que los egipcios muestren las tumbas de sus antiguos faraones.
Y por si fuera poco, a la descortesía de los gobiernos actuales de estos países, se suman la arrogancia de algunos de sus ciudadanos, pues no contentos con la obra de sus antecesores, imitan sus actos, continuando los robos de reliquias.
No nos toca muy de lejos este tema, pues todos podemos recordar la denuncia impuesta por el Ayutamiento de Córdoba, seguida por la del Gobierno español, de apropiacion indebida a una casa de subastas londinense. El material supuestamente robado era cinco vigas de madera de la Mezquita de Córdoba. La casa de subastas alegaba que el material fue legalmente comprando, sin embargo, desde Córdoba se afirmaba con rotundidad que nunca fue vendido dicho material. El asunto acabó con la incertidumbre y la negación por parte del Ministerio de Cultura de España a comprar las vigas citadas.
Es así, a pesar de las excusas que se puedan formar con hechos pasados, como es el caso de los Budas gigantes, citados en el periódico El País, es obvio que la finalidad no es proteger las reliquias que ostentan y no le pertenecen, sino seguir poseyendolas.
Hay multitud de cosas que han sido expoliadas por los grandes países en la época colonial, porque yo no he visitado el museo de Londres, pero sí el Louvre de París y allí también hay salas mesopotámicas y egipcias. Como la mayoría de mis compañeros, no veo bien que se hayan llevado esas cosas por la cara y que se beneficien de ellas con el turismo que acarrean. Por supuesto, estaría completamente de acuerdo en que las devolvieran a los países de los que provienen y que, el que quiera verlas (donde me incluyo), viaje a esos países, que sacarían beneficios para poder desarrollarse. Pero hay un problema: los países de los que provienen las obras expoliadas son países pobres de África o Asia, y, ¿qué ocurre en esos países? No tengo mucho conocimiento del tema, pero creo saber que más del 90% de las riquezas de esos países se concentran en muy poca población, que es la que «maneja» el país, aunque realmente son mangoneados por las grandes potencias, principalmente EE.UU., por lo que si se les devuelven las obras, al final los beneficios irán a parar a las manos de siempre y no serviría para nada. Creo que la solución sería devolver las obras, pero asegurándose de que los beneficios van a parar a algún fin bueno para todo el país y que no se lo lleven los cuatro ricachones de siempre.
Esta entrada me ha parecido interesante, puesto que pienso que todo esto debe ser devuelto, como dices. Pienso que no deberían apropiarse de esculturas, monumentos, etc., que son propios de otros países.
Los monumentos que pertenecen a otro país distinto del que se encuentran no merecen ser valorados tanto como si estuvieran en su país de origen. Esto es un ‘robo’, toda la popularidad de esos monumentos se la está llevando un país que no la merece. Creo que todos estos monumentos deberían ser llevados al lugar del que proceden.
Aunque en estos monumentos(digo monumentos, aunque también hay otros tipos de construcciones), se haga alusión al país del que proceden, no deben ser considerados como tales,si no están en su país actual. Es un mal momento para reclamar lo que es ‘suyo’, puesto que ya están vendidos a otro país. Quizás esto debería haberse reclamado antes, porque ya es tarde.
No es justo que otros países se apropien de monumentos que no son suyos y quiten popularidad a su país de origen.
En conclusión, aunque no he sabido mucho sobre este tema, me ha impresionado porque me parece injusto lo dicho anteriormente.
pero existen imagenes de esa maravila de los budas gigantes antes de que esos salvajes ignorantes de los talibanes me cago yo en el puto islam destruir un a maravilla semejante no entiendo com las grandes potencias permitieron cometer esa atrocidad sobre todo los estados unidos esos son los que tienen el poder y no hicieron nada