La profesión de farero se extingue, pues los faros ya están todos automatizados. Esta noticia de la que se hizo eco ayer El País, me ha hecho recordar el poema “Soliloquio del farero”, en el que Luis Cernuda canta a la soledad que le ha acompañado desde niño y que él, en ocasiones, traicionó, pero con la que siempre se reencuentra. El poeta sevillano se imagina en un faro, contemplando el mar, guiando a los hombres, que, unas veces, cuando el mar está bravo, esperan una revolución ardiente y, otras, cuando está en calma, se sienten rendidos y dóciles:
(…)
Acodado al balcón miro insaciable el oleaje,
oigo sus oscuras imprecaciones,
contemplo sus blancas caricias;
y erguido desde cuna vigilante
soy en la noche un diamante que gira advirtiendo a los hombres,
por quienes vivo, aun cuando no los vea;
y así, lejos de ellos,
ya olvidados sus nombres, los amo en muchedumbres,
roncas y violentas como el mar, mi morada,
puras ante la espera de una revolución ardiente
o rendidas y dóciles, como el mar sabe serlo
cuando toca la hora de reposo que su fuerza conquista.
(…)
Cernuda expresa, a través de este elemento de la naturaleza, sus propios sentimientos y deseos. El mar cambiante activa todos los sentidos del poeta: la vista, con su insaciable oleaje; el oído, con el misterioso sonido que produce; el tacto, con sus suaves caricias sobre la piel.
La noticia de El País informaba también de que el gobierno está preparando una reforma de la ley para poder instalar hoteles y bares en los faros, con el fin de salvar del abandono los que aún quedan en España. Parece que la privatización es el sino de nuestro tiempo. Esperemos que no nos impida, como a Cernuda, disfrutar de la contemplación del mar.
Saludos. Puesto que éste es un blog cultural, les remito uno que quizás les interese, dedicado a un excelso coro de niños. Lo ven aquí.
Envío saludos a Ramón Sola, a quien conocí en Osuna. Es que hay un señor de ese nombre siguiendo mi otro blog y no sé si será él. En cualquier caso le recomiendo igualmente el blog del Tölzer Knabenchor porque él es gran melómano, adora a Harnoncourt, el historicismo, etc.
Un abrazo y gracias por la atención dispensada.