El pasado mes de junio, la iglesia católica incluyó la ordenación sacerdotal de las mujeres, entre los delitos más graves que se pueden cometer. Obviamente, se trata de una norma interna a la que sólo los que profesan esta religión se someten; pero no deja de ser un reflejo de la discriminación que tradicionalmente ha sufrido la mujer.
El propio nombre latino “femina”, que procede de “fides” (fe) y “minus” (menos) supone considerarla como un ser inferior, pues su significado es “persona que tiene menos fe”. Lo recordaba Juan Bedoya en su reportaje “Ella como pecado”, publicado recientemente en el periódico El País.
Si nos remontamos más atrás en el tiempo, a la época griega, el filósofo Aristóteles, que fue tomado como referente por los cristianos, consideraba a la mujer como un varón fallido o mutilado.
Según San Agustín, uno de los padres de la iglesia, “el marido ama a la mujer, porque es su esposa, pero la odia, porque es mujer” (…) “nada hay tan poderoso para envilecer al espíritu de un hombre que las caricias de una mujer”.
Santo Tomás de Aquino, teólogo y filósofo del siglo XIII, abundando en esta idea de la mujer, como producto secundario, escribió: “está sometida al marido como su amo y señor”, el cual es más inteligente y virtuoso. Y, refiriéndose a su posible sacerdocio, nos dejó la siguiente perla: “si el sacerdote fuera mujer, los fieles se excitarían al verla».
Cuando ayer nos reunimos un grupo de profesores, para planificar las actividades del Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres, cuyo objetivo principal es fomentar en el centro prácticas coeducativas, que nos permitan avanzar hacia la igualdad, pensaba yo en estos comentarios misóginos de filósofos, con gran influencia en la cultura europea; en el peso de la tradición, que, en mi opinión, representa uno de los principales obstáculos a los que nos enfrentamos, pues la mujer está tan habituada a vivir en situación de inferioridad con respecto al hombre, que este hecho casi se considera como algo normal.
Para empezar a hablar sobre este comentario,no hace falta ni decir que la iglesia es totalmente machista en todos los aspectos, y aún siendo cristiana, no comprendo que, si todos somos hijos de Dios, por qué una mujer no puede llegar a ser una figura importante en la religión cristiana, teniendo a la virgen como madre de Cristo y siendo la mujer que trajo a Jesús al mundo.
Dejando este tema en el cual no hay nada que hacer, quería recordar lo mal que quedan los filósofos como Aristóteles y
Santo Tomás de Aquino y cómo pueden quedar como personas deplorables o poco listas cuando hacen afirmaciones como que «la mujer esta para servir al hombre» o que » los hombre son más inteligente que la mujer», pero, en realidad, no creo que lo digan porque sean poco listos, sino lo contrario, creo que llegan a ser listos, ya que discriminan a la mujer, al verla como un ser muy inteligente y una gran enemiga para ellos y qué mejor forma de denigrar a una mujer que lo haga un filósofo considerado sabio y culto.
Mi pregunta es ¿por qué cuando hablamos de filosofía hablamos únicamente de hombres?, ¿y las grandes filósofas?,
yo este año estudio cinco filósofos diferentes y el año pasado nadie me dijo el nombre de alguna filósofa importante, ¿por qué?, porque es el reflejo del machismo que sigue habiendo actualmente.
De todas formas, no sirve de nada hablar en televisón, ni hacer debates, ni hacer talleres de Planes de Igualdad, ya que sigo oyendo insultos y gestos discriminatorios hacia chicas en el instituto y en otros lugares como la televisión y la calle. Yo creo que lo que hay que hacer es actuar;igualar sueldos, cargos y tratos hacia las mujeres.
Como conclusión, no creo para nada que la discriminación a la mujer sea algo normal, ni tradicional, sino algo repugnante y un aspecto envidioso por parte de los hombres.
Las diferencias existentes entre hombres y mujeres de hoy en día, es un tema que interesa mucho a la mayoría de nuestra población.
Cierto es que desde siempre la mujer ha tenido una menor aceptación dentro de nuestra sociedad, pero no por ello la mujer es más ni menos que un hombre.
Tanto el género masculino, como el femenino, son considerados personas y, por eso, los dos poseen los mismos derechos y deberes dentro de un grupo social.
Me parece totalmente discutible lo que dice San Agustín : “El marido ama a la mujer, porque es su esposa, pero la odia, porque es mujer”.
Si ese marido ama a su mujer de verdad, sobre todo debe aceptarla y respetarla tal y como es, no por ser mujer la tiene que despreciar o tratarla como un ser extraño o de más bajo nivel que un hombre.
Mi crítica hacia Santo Tomás de Aquino es aún mayor, al decir que una mujer no puede desempeñar ese papel en la iglesia, porque los fieles se excitarían con ella.
Los fieles, si son fieles y van a la Iglesia por su creencia, no se van a fijar en cómo es el sacerdote ni en cómo es nadie, que se encuentre en ese lugar, van porque creen en ese Dios y para practicar los rezos y asistir a las misas, con la intencionalidades que se suponen que tienen los creyentes.
También es verdad que esto se ha seguido por tradición, desde siempre la mujer se ha visto mal y hoy en día, aunque un poco menos, la triste realidad es que sigue así.
Pienso que la mayoría de la gente que se pare a informarse sobre este tema, lo reflexione y lo autovalore llegaría a la conclusión de que esto hay que cambiarlo, que nuestra sociedad avanza en ciertos aspectos, y esto, que es una de las cosas que mayor importancia requiere, sigue más o menos igual.
Espero que esto conmueva, aunque sea un poco, a la sociedad y que en un futuro se pueda planificar algo para que la discriminación de las mujeres solo por ser mujeres cambie. También quiero destacar que no tengo esta opinión, porque es alguien de mi mismo sexo, sino porque, como dije antes, todos somos personas y todos merecemos vivir con los mismos derechos y deberes.
Este tema es sin duda uno de los más interesantes que hay en este blog, pero no me refiero a las líneas que ha ocupado esta intervención, sino a la idea en sí, el hecho de que las mujeres han sido discriminadas desde el principio de los tiempos.
Muchas veces se ha hablado sobre esto en el blog ,y pese a que lo intentamos, los comentarios siempre son los mismos y eso se debe a que, por desgracia, después de tanto tiempo, esta situación no ha cambiado en absoluto. El mundo sigue sin comprender que la mujer juega un papel primordial en la vida, porque sin ellas simplemente no existiríamos; son, por así decirlo «las creadoras de la vida». Por desgracia, no se puede hacer frente a una idea que lleva en este mundo desde que los humanos tenemos uso de razón. Desde siempre, mucho antes que en Grecia, se trataba a las mujeres como animales, seres de compañía carentes de derecho alguno, que servían como esclavas para favores de todo tipo, aunque claro está, en aquellos tiempos, el mundo era aún muy joven. En la época griega, apareció un pequeño haz de luz con la obra de los filósofos que aportaban un poco de resplandor a este mundo de sombras, pero su grandes mentes sólo sabían solucionar problemas irreales, cuestiones matemáticas, o pensamientos, que, aunque elaborados de una manera brillante, no solucionaron problemas tan importantes como la discriminación.
Esto se debe a que pensaban, al igual que sus antepasados, que la mujer era un mero instrumento a cargo y servicio del hombre, y ya está. Pero, a fin de cuentas, ¿podemos reprochárselo?, yo creo que no. Su época estaba ya anclada en un estado primario en el que los avances del pensamiento eran abstractos y no se centraban en esta idea, que, aunque totalmente errónea, estaba ya arraigada en las mentes de todos, incluso de las mujeres que se veían a sí mismas como seres inferiores.
Todos, Aristóteles, Santo Tomás, San Agustín y muchos más estaban equivocados, pese a que ellos no se daban cuenta. Cada una de sus opiniones que tienen respecto a la mujer es cuestionable por nosotros, que hemos tenido la suerte de vivir en el mundo que nos ha tocado, pero en el suyo esto era una ley mayor que todos seguían y aceptaban como natural, por eso, no se lo podemos reprochar, aunque sí cuestionar. Sabemos que no es una ideología correcta ni una forma de actuar favorable, por eso, hemos luchado por cambiar esa situación hasta llevarla al nivel actual, pero aún queda mucho trabajo que hacer.
La mujer, al igual que el hombre, no ha de estar sometida ante nadie, sólo la ley puede someternos y, en ocasiones, ni siquiera esta es suficiente. El hombre es por naturaleza libre, al igual que la mujer, y no debemos cesar en la lucha de que esta idea se extienda por todo el mundo, donde aún, hoy en día, se dan actos tan deplorables como los de la antigua Grecia, los cuales debemos erradicar por completo.
Para concluir, solo me gustaría decir que debemos pensar en las mujeres, no hace falta que pienses en todas en general, sólo con que valores las que te rodean a ti, madres, hermanas, tías, abuelas, novias, nietas, sobrinas… aprenderás a valorar ese don que se nos ha otorgado y a todas las que forman parte de él. «Las mujeres son las que nos ayudan a levantar, cuando caemos, que nos dan la vida cuando la necesitamos y que hacen de este mundo un lugar tranquilo y apacible para vivir, son la madres que amamantan de sus pechos a la vida…”
Para empezar a hablar sobre este artículo, he de decir que, como por todos es sabido, la mujer siempre ha estado uno o varios «escalones» por debajo del hombre. Como bien se muestra en este artículo, muchos filósofos importantes nos expresan claramente el papel que ha representado la mujer a lo largo de los siglos; ya sea por el carácter misógino y machista de la sociedad, por la influencia católica o por distintas circunstancias, pero siempre se ha considerado a la mujer como que “está sometida al marido como su amo y señor” como decía Santo Tomás de Aquino, filósofo del siglo XIII.
En cuanto a la posición que mantiene la iglesia afirmando que uno de los mayores delitos que se pueden cometer es ordenar a una mujer sacerdotisa, pienso que es sorprendente que en el siglo XXI, cuando poco a poco se esta consiguiendo una mínima igualdad, mediante una dura lucha durante años y años, la iglesia, después de que afirme una y otra vez que todos somos hijos de Dios y por tanto iguales ante Él, prohiba la ordenación de mujeres sacerdotisas y, en la practica de su religión, sigan teniendo a las mujeres discriminadas, manteniendolas siempre muy por debajo de los hombres, a pesar de que habitualmente afirmen lo contrario.
Dejando a un lado la Iglesia Católica y la discriminación que ha sufrido la mujer durante siglos, creo que todos somos personas, debemos tener los mismos derechos y disfrutar de la misma igualdad, y que actualmente podemos conseguirlo.
Está claro que este tipo de discriminación no es ninguna novedad. De hecho, está tan a la orden del día, que ni siquiera nos damos cuenta de la cantidad de actos machistas que suceden a nuestro alrededor, y cuando digo alrededor, no me refiero a algún país musulmán o a una religión estancada, sino al sentido más figurado de la palabra.
Nos echamos las manos a la cabeza, si aparece en un periódico o telediario que en un país vecino prohíben a las mujeres el ascenso a puestos superiores o si una religión tan cercana como la católica, únicamente permite a la mujer un tipo de escalón dentro de su «profesión», pero, ¿nadie ve que todo esto está justo delante de nosotros? Sí, no hace falta irse muy lejos, simplemente coger el autobús un par de paradas y podremos ver una clara representación de este tipo de discriminación; ¿por qué en «El Corte Inglés» hay tantas mujeres trabajando de empleadas y, sin embargo, todos los que llevan chaqueta son hombres? Los que llevan chaqueta y se pasean con soltura y altivez por los pasillos de estos grandes almacenes, son los jefes de planta o de departamento y. curiosamente, siempre son hombres. Llevo años y años viendo a la misma dependienta en la planta 3, con la rebeca de uniforme y sus turnos. Sin embargo, los hombres duran bastante poco junto a las cajas registradoras, ya que rápidamente ascienden a posiciones superiores. ¿No están las mujeres cualificadas para un puesto que no sea cajera? Pues claro que sí, al igual que también pueden estarlo para ser sacerdotisas, sólo que, al estar día a día delante de nosotros, no es noticia, y no nos escandalizamos al verlo.
La batalla de las mujeres contra los tópicos y prejuicios no se libra en un día o año, ni siquiera en un siglo, como podemos comprobar. Quizá sea por una confianza ciega en la humanidad o por un optimismo propio de mi edad, pero creo que los pasos más grandes ya están dados, sólo faltan matices por mejorar, que apuesto a que las generaciones que se avecinan podrán afrontar con soltura.
Yo pienso, en cuanto al tema de la discriminación de la mujer, que por suerte actualmente en nuestro país ya no es considerada un ser inferior, pero en otros paises aún lo es, por desgracia.
Centrándome en la discriminación que le supone a la mujer no poder ejercer el sacerdocio, considero que es injusto que un grupo de machistas, como son los altos cargos eclesiásticos, impidan este derecho a las mujeres, y que consideren ésto como un delito muy grave, me parece vergonzoso.
Yo no sabía que «femina» significa «menos fe», pero ahora que lo sé, creo que soy más femina todavía, porque con los criterios que tienen la mayoria de las religiones sobre la mujer, incluida la católica, se le quitan a una las ganas de tener fe en la religión.
Filósofos y teólogos, como Santo Tomás de Aquino o San Agustín, son el fiel reflejo del machismo al que estaba sometida la mujer de aquella época.
Dejémonos de hipocresía, tanto el hombre como la mujer son capaces de alcanzar cualquier meta que se propongan, y ya es hora de que ésto sea así en todos los ámbitos, incluida la iglesia.
Para ser sincero, yo no estoy del lado de los machistas, ni del lado de las feministas, pero si estoy del lado de la igualdad en todos los aspectos de la vida.
La mujer y el hombre, más allá de las diferencias físicas, son exactamente iguales y tienen por lo tanto, los mismos derechos y obligaciones, aunque en la realidad no es así y la competencia para que la mujer no llegue a ocupar puestos hasta hoy reservados para hombres es muy fuerte y muchas veces muy desleal.
Incluso a la mujer se la discrimina mucho en trabajos, por ser madre y lo que ello implica, pues en la cultura tradicional machista, la madre es la única que se debe de ocupar de los hijos.
Yo personalmente creo que esto es muy difícil de remediar por completo,ya que como en casi todo en la vida no existe lo «perfecto», siempre hay algo que falla. Pero creo que en la sociedad de hoy en día la discriminacion hacia la mujer ha mejorado considerablemente,aunque no podamos evitar los miles de maltratos que existen.Para remediar algo más esto, el gobierno y la sociedad en sí deberian reaccionar e inculcar a los niños que todos somos iguales.
Por último, quiero decir que el cambio en la actitud del hombre con respecto a la mujer espero vivirlo y, así, saber que las cosas,al menos en este país, se están haciendo bien.
Como se ha comentado anteriormente, la discriminación no es nada nuevo, sino que se ha llevado a cabo durante el transcurso de la historia. En cambio, no en todas las sociedades las mujeres han sido tan infravaloradas, por ejemplo, en la cultura maya accedían a posiciones elevadas en la ciudad. Pero como ésta, sólo existían en un mínimo porcentaje, en todas las demás se llevaba a cabo un desprecio hacia la mujer.
Antiguamente, esta discriminación se veía natural, cosa que en la actualidad y en nuestro país se mira desde un punto de vista cruel. Pero incluso en el tiempo en el que vivimos encontramos culturas en las que este tema predomina en sus creencias, como en el caso de la sociedad musulmana. En esta las mujeres no tienen derecho a nada e incluso visten según las exigencias de los hombres, o en el caso de China, donde las niñas tienen un valor insignificante.
Como he citado antes, en nuestro país, este menosprecio no está bien visto, pero, ¿es en realidad un paso en contra de esta discriminación, o es simplemente una forma hipócrita de hacernos sentir mejor?
En el ámbito de la educación que se nos ofrece, se intenta inculcar que hechos como la segregación de la mujer en el trabajo, el maltrato… no se lleven a cabo. En cambio, esto es algo que sucede en la realidad y que es muy complicado de controlar. Pero por desgracia, la discriminación no es sólo desprecio hacia la mujer, sino que en muchas ocasiones se llega al maltrato e incluso a la muerte. Se alcanzan extremos en los que hermanos, maridos e incluso padres, llegan a desempeñar estos terribles sucesos.
En mi opinión, este tema no es algo que podamos zanjar tan fácilmente, ya que esto ocurre y ocurrirá durante mucho tiempo, pero lo que debemos proponernos es, que cada persona aporte un poco para que disminuyan este tipo de actos. Lo más importante que debemos tener en cuenta es que no sólo tienen que luchar las personas afectadas por esto, sino todos, ya que sin saberlo, esta situación la podemos tener más cerca de lo que imaginamos.
Respecto a este tema, todo está dicho, es decir las mujeres han sido siempre objeto de acciones discriminatorias y han sido tratadas como algo ajeno al hombre, el cual ha sido icono de perfección y pureza, mientras que la mujer ha sido considerada en muchas culturas como la figura que le roba esa pureza al hombre haciéndolo pasar de un ser impecable a una persona vil.
Pues bien, sobra decir que, en todas las culturas existentes en todas las épocas de la humanidad, la figura de la mujer ha sido inferior a la del hombre; pero lo triste es que no hay que remontarse tan lejos para apreciar esta marginación, pues en estos momentos existen, en muchas familias de la India , por poner un ejemplo, muchísimas niñas que están entrenadas para la resignación y el sometimiento, a las cuales se les obliga a quedarse en el hogar para cuidar a los hermanos menores, para ayudar en las labores domésticas ,privándoles del derecho a su propia educación, pues los padres prefieren que el varón sea el que represente a la familia y si para ello tiene que someter a una hermana mayor ,no hay ningún problema.
Pues bien, aunque esto parezca fuerte, que lo es, hay ocasiones en las que las mujeres son tratadas como objetos, peores que a animales domésticos. Por ejemplo , no hay que remontarse tan atrás hacia la Grecia Clásica, durante toda la Edad Media , las mujeres vivían de acuerdo a la conveniencia de sus padres, es decir , estos elegían con quién casar a su hija , sin que esta tuviera ni voz ni voto , y que no se le ocurriera negarse, pues las consecuencias podían ser fatales . La mujer por desgracia ha sido marginada en todas las épocas, y yo creo que éste es uno de los grandes problemas de la humanidad ¿Por qué no se erradica de una vez la discriminación a la mujer? ¿Por qué ha perdurado desde hace miles de años hasta nuestros días?
Bajo mi punto de vista, la discriminación a la mujer persiste debido a que durante siglos anteriores han estado sometidas a sus maridos los cuales le han arrebatado toda posibilidad de confiar en ellas mismas , le han ido minando la moral hasta el punto de llegar a creerse inferiores. Por suerte, durante el último siglo, las generaciones de mujeres de países desarrollados han ido rompiendo esos muros que le impedían ver la realidad por sí mismas, y han ido manifestándose por sus derechos, sabiéndose en igualdad de condiciones que los hombres, y aunque digo en el último siglo no me refiero a un pasado lejano, pues hace setenta años durante tiempos de la Dictadura, en España, la discriminación a la mujer estaba a la orden del día. Las mujeres no podían ir solas por la calle, pues debían ir acompañadas de sus maridos; las mujeres no podían comprar algo sin el consentimiento previo de una figura masculina, llámese hermano, marido o padre.
Por tanto, y dejando al margen todos los casos anteriormente expuestos en los que la mujer ha sido marginada, sólo me cabe hacer una pregunta ¿No se siguen inculcando, en la actualidad, unos ideales que, a mi parecer, sirven de hilo conductor para que la discriminación de la mujer siga latente? ¿No deberíamos erradicar por completo esta forma de actuar para así acabar de una vez por todas con este condenado problema?
Respecto a estos ideales, me refiero a: campañas publicitarias en las que se observan mujeres que se consideran como objetos, eliminándole todo matiz humano; a comportamientos empresariales en los que una mujer embarazada es despedida o no es capaz de conseguir empleo; a enseñar ( no quiero parecer extremista) a las niñas de primera hora a jugar con muñecas y «cocinitas…
Pues bien, yo creo que en nuestra sociedad en la que, por suerte, no existe la discriminación que existía en otras épocas, o la que por desgracia sigue existiendo en países no desarrollados, continúa habiendo esa sombra de discriminación, debido a estas pequeñas cosas que, aunque se consideran normales o no se les da la importancia que debe, son las causantes de que se siga hablando de discriminación a la mujer en nuestra sociedad.
Por tanto, creo que, aunque la mayor parte ya se ha hecho, estos ideales habría que eliminarlos por completo, así como comentarios totalmente obscenos que en ocasiones son pronunciados por gente estúpida, y que no ayudan nada. Pues la mujer durante los últimos tiempos ha estado luchando mucho por la búsqueda de su igualdad y merece ser tratada como el hombre, pues es un ser divino sin el cual el hombre no sería nada y sin el que la vida no existiría y sin el que nadie de los presentes viviríamos; lo malo es que todavía no sabemos cómo eliminar estos pequeños matices, para así acabar por completo con esta estúpida diferencia, pues todos somos IGUALES.
————————-FERNANDO————————-
Respecto a este tema, me he quedado bastante sorprendida con el texto, aunque no es ninguna novedad que haya muchas mentes que piensen que la mujer es aún inferior al hombre.
No porque sea mujer opino de esta manera, pero creo que la mujer es un refuerzo de vida en el hombre, ya que, sin ella, no podría vivir, ya sea como esposa, por su belleza, por afecto familiar, amistad o lo que sea, ya que en la cultura es así inexplicablemente, a la vez que también creo que el hombre es muy importante en la vida de la mujer.
También, aunque soy cristiana católica, pienso que el relato bíblico del génesis donde se cuenta de forma mítica la creación del hombre y la mujer, que ella nació de barro y una costilla del hombre me parece nefasto, ya que eso implica afirmar que estamos en el mundo gracias al hombre y por eso mismo estamos sometidas a él.
Esos filósofos tan importantes de hace tanto tiempo serían muy inteligentes, pero decir que la mujer es menos inteligente y virtuosa que él y que además hay que rendir homenaje a su señor, refiriéndose al hombre como dueño de la mujer, es desprestigiar a una persona que, al fin y al cabo , tiene capacidades muy aptas para muchas cosas y la misma capacidad intelectual que ellos; lo que pasa es que en su época no salió a resurgir esto, porque no interesó.
Respecto al tema de ordenar sacerdote a una mujer, que es un pecado muy grave, según la iglesia, no entiendo el porqué, puede hacerlo tan bien como lo han estado haciendo hasta hoy en día los hombres, ya que yo opino que están igual de cualificadas. Muchos dicen que atraerían a los hombres, y mi pregunta es:si los creyentes van a misa a practicar la religión ¿de qué tiene la mujer culpa en ese aspecto, si cuando se va a la iglesia es para escuchar las oraciones y sentirse en paz? Todavía espero la respuesta de eso. Además también hay sacerdotes que pueden atraer a las mujeres, pero eso, no se ha valorado porque se resalta al hombre como el que tiene atracciones más fuertes, y eso hoy por hoy está comprobado que no es así, que las mujeres también pueden sentirse atraídas por ellos. Es más, conozco a un cura que, impartiendo cursillos prematrimoniales, la futura esposa le dijo que se había enamorado de él.
Yo opino que se ha exagerado mucho aquello de que la mujer, al tener menos fuerza física que el hombre, es más débil y por tanto inferior y aun hoy desgraciadamente se sigue haciendo notar.
Así que mi conclusión es que, si estamos en el siglo XXI con tantos avances como los que hemos logrado hacer, debería también desarrollarse aún más la manera de pensar de estas personas, que aún creen que la mujer es inferior al hombre, porque en esta vida, tanto ellos como nosotras, somos exactamente iguales.
Siempre ha existido la discriminación hacia la mujer, aunque poco a poco eso ha ido cambiando. Ahora las mujeres estamos con la misma igualdad que los hombres en muchos aspectos. Aunque, bueno, siempre habrá hombres que sean machistas y que piensen que las mujeres trabajan porque quieren, ellas son amas de casa, el dinero lo controlan los hombres, entre otras cosas; pero eso ya está anticuado y ahora se piensa de otra manera.
Aqui, en nuestro país, el tema de la discriminación hacia la mujer cada vez es menor. Aunque a veces, se ven hechos propios de hombres machistas, como matar a su mujer tras una separación para que no sea feliz con otra persona, porque estos hombres creen que no tienen derecho a ello o cosas parecidas, pero a veces las mujeres que vemos estos sucesos pensamos ¿ por qué no se matan ellos mismos? El maltrato y la violencia de género es uno de los casos más comunes respecto a la dicriminación. Estos temas deberian ser castigados más duramente por parte de la justicia, y parece ser que eso es lo qe intentan hacer, por eso, el porcentaje ha disminuido durante estos últimos años.
En otros países, a la mujer se le considera como objeto para manipular al antojo del hombre y de la propia religión o creencias que parecen estar de acuerdo con esa crueldad hacia las mujeres.
Ahora, en el ámbito laboral, la mayoría de los puestos de trabajo ya no tienen género y tanto la mujer como el hombre los pueden ejercer. En este ámbito, la discriminación ya no tiene lugar, excepto en alguna empresa que si habrá que no sea así, aunque ya en la mayoría esto no tiene importancia.
Finalmente, queria comentar que ya se sabe que la discriminación nunca se va a quitar del todo y que por tanto, somos todas las personas, pero, sobre todo las mujeres, las que debemos apoyar y manifestar todos los derechos e igualdades hacia nosotras para que los machistas que queden se enteren que ahora la mujer es valorada socialmente y que sus pensamientos han sido invalidados.
El tema de la discriminación hacia la mujer es uno de los temas más actuales, aunque no más nuevo, ya que, como se puede ver, las mujeres son discriminadas como seres inferiores durente muchísimos siglos.
En cuanto a la iglesia, es ilógico que, considerando a María como la virgen, siendo ella la madre de Jesús mujer, cÓmo la iglesia discrimina a la mujer, y como han considerado a estas como el origen de todos los males, viendo a las mujeres como un pecado, algo maligno.
Aparte de la iglesia, la mujer siempre ha sido discriminada, por el simple hecho de ser mujer, sin contar su opinion para nada, pero a mí esto me hace pensar que los hombres han visto en las mujeres como una amenaza, porque realmente pueden ser igual de buenas o incluso mejor en ciertos campos.
Actualmente, en los paises más desarrollados cada vez es menor la discriminacion hacia la mujer, ya que la mayoría de los trabajos no tienen género pero siempre hay excepciones, ya que un empresario puede escoger antes a un hombre menos cualificado que a una mujer para un puesto de trabajo, ya que para ese empresasio ser mujer puede significar una mayor implicacion con sus hijos, por lo tanto faltar al trabajo.
Por ultimo, hay que tener en cuenta que la discriminacion es cada vez menor, y solamente hay algunas exepciones, las cuales yo creo que con forme va avanzando la socieda, la mujer va adquiriendo mas respeto por parte de lhombre.
En mi opinión, aun en los siglos que corren y por muy desarrollados y libres que nos creamos, es la triste y cruda realidad, que en muchos ámbitos, como por ejemplo en ciertos trabajos o en este caso la iglesia, sigue habiendo machismo por parte de mucha gente, y como hombre que soy, creo que es un atraso y vergüenza debería darle a la gente de hacer eso, porque a la mujer creo que se le debe un gran respeto en todos los sentidos y, si se me permite llevarme este ejemplo a un día cotidiano, la gran mayoría de las mujeres trabajadoras, está comprobado que trabajan el doble: el trabajo fuera de casa, y el trabajo dentro de casa, pues, aunque el hombre «arrime» un poco el hombro dentro de casa, la mujer siempre hace la gran mayoría, y eso, como hombres, también debería avergonzarnos, porque ellas también trabajan fuera de casa y están lo mismo de cansadas que nosotros, pero, en fin, por desgracia, esto es así, y seguirá siendo, en la mayoría de la gente, por mucha rabia que nos dé.
Y para acabar con el tema, porque podríamos estar bastante rato hablando sobre ello, los hombres deberíamos callarnos, agachar la cabeza y admirar un poco mas el trabajo que hacen ellas que, aunque parezca que es una cosa que » no luce», después bien que nos gusta encontrarnos toda nuestra ropa limpia y bien planchada en el armario o, cuando venimos de trabajar, también nos gusta encontrarnos el plato de comida en la mesa, y así un largo etcétera de cosas que no sabemos apreciar en esta vida.
Como se puede apreciar en este artículo, la mujer ha vivido siempre en una gran inferioridad con respecto al hombre, y esta inferioridad se sigue viendo reflejada en la Iglesia Católica.
Filósofos de los más cultos que ha habido en la historia, como Santo Tomás de Aquino o Aristóteles, desvalorizan a la mujer de una forma tan radical que la hacen sentirse prácticamente inútil, y eso no se puede consentir.
Pero, poco a poco y con mucho esfuerzo, la mujer ha ido adquiriendo una serie de derechos, a lo largo de la historia, que la han hecho sentirse más igual que nunca, y, aún así, hoy en día, la Iglesia la sigue situando por debajo del hombre.
Yo pienso que lo suyo sería que la Iglesia meditase sobre este tema, y plantease una serie de reformas en las cuales pusieran a la mujer en el lugar que le corresponde, en el mismo peldaño que el hombre.
El tema de este artículo es un tema que le interesa a mucha gente y a mí, personalmente, me resulta de mucho interés, ya que soy creyente en Dios pero, por cosas de este tipo, estoy empezando a dejar de creer en la iglesia.
La iglesia, ya que se considera tan Santa, debería saber rectificar en muchísimos problemas que tiene, como por ejemplo éste, el de la discriminación a la mujer.
Uno de los grandes interrogantes que ronda por mi cabeza es el de ¿Por qué una mujer no puede ser Pontífice? O la de ¿Por qué las mujeres no pueden ser sacerdotes? Si tan iguales proclaman que somos ¿las mujeres no pueden hacer las mismas cosas que los hombres?
Por cosas como estas, me estoy replanteando mi fe en la iglesia, ya que considero que tiene muchos problemas que debería solucionar y no hacen nada para solucionarlos.
Además de esto, me parece vergonzante que personas como Aristóteles o San Agustín, que se consideran personas importantes no solo para la iglesia sino para todo el mundo, piensen y digan frases de este tipo tan machista. Aunque hagamos o digamos lo que queramos, creo que no cambiarán mucho las cosas, ya que es muy complicado que personas con la mente tan retrógrada cambien de opinión.
Sobre este tema yo creo que la iglesia no está en disposición de discriminar de esta manera a las mujeres, ya que está perdiendo mucho poder.La iglesia antes era el centro de la vida de la sociedad hasta llegar al punto de intervenir en las leyes.
Yo estoy a favor de la igualdad entre hombres y mujeres, aunque desde pequeños se nos van inculcando modelos de vida diferentes para niños y niñas, empezando por la televisión, los anuncios y los padres,abuelos, etc… Y cuando alguien rompe estos modelos de vida la gente le mirará mal.
La discriminación hacia las mujeres está en nuestro entorno mas cercano, en la escritura por ejemplo, cuando nos referimos a algo en general siempre utilizamos los masculinos, nunca los femeninos; y también la podemos encontrar en nuestras casas, en nuestros abuelos, por ejemplo, que han vivido en una época donde la diferencia entre hombres y mujeres era mayor. Seguro que nuestros padres lo han notado en tonterías como los horarios de salida: nuestros padres seguro que estarían hasta mucho más tarde que nuestras madres. Y también en las relaciones: cuando un chico tiene novia, esto es un orgullo para el padre, mientras que si es la hija la que tiene novio el padre la tendrá mas controlada y mirará mal al novio…etc (esto,aunque sea una vergüenza, sigue ocurriendo en esta sociedad tan «moderna» de ahora).
En conclusión, yo creo que la iglesia debería ir adaptándose al desarrollo de la sociedad (si no quiere perder todavía más poder), y con esto me refiero a que poco a poco vaya dejando atrás esa discriminación a las mujeres, aunque a mí(y espero que nadie se ofenda con esto porque es una opinión personal) me daría igual si la iglesia desapareciera.
Aunque actualmente creo que hay menos discriminación hacia la mujer que antiguamente, es evidente que sigue habiéndola en distintos aspectos:
-En el ámbito laboral, como por ejemplo el caso de la Iglesia que no deja ejercer el sacerdocio a las mujeres.
-En el ámbito doméstico, se sigue viendo cómo, trabajando la mujer y el hombre fuera de casa, al llegar a casa, normalmente la mujer sigue trabajando mucho más que el hombre.
-En el ámbito social, se acepta más que el hombre tenga varias relaciones a que la mujer las tenga.
Aparte de esto, la Iglesia, en vez de dar ejemplo de igualdad en este caso, lo que hace es aceptar esta discriminación e incluso aumentarla.
Lo que es indignante es lo que sucede en otros países árabes, como la lapidación, donde apedrean a las mujeres por adulterio y, sin embargo, permiten la poligamia en los hombres, claro ejemplo de discriminación.
En cuanto al tema de los filósofos, si son tan sabios, no comprendo que frases como la de Tomás de Aquino «si el sacerdote fuera mujer, los fieles se excitarían al verla» tuvieran sentido. Si el hombre se excita al ver a una mujer, ¿no pueden excitarse las mujeres al ver a un sacerdote. O la de San Agustín “el marido ama a la mujer, porque es su esposa, pero la odia, porque es mujer” el hecho de que una mujer sea mujer, ¿significa tener que ser odiada? Menudas frases tan absurdas para un sabio.
Concluyendo, la discriminación de la mujer es un tema que ha existido desde siempre. Acordémonos por ejemplo, del antiguo sufragio masculino, donde sólo podían votar los hombres, o cómo, desde siempre, se ha visto a la mujer como una figura de sumisión del hombre, y tantos otros ejemplos de la antigua sociedad que veía a la mujer como un objeto más que, como mucho, servía para tener hijos simplemente hacer las tareas del hogar.
mas a quienes padecen el mal. por eso,debemos cambiar de actitud,la estupida discriminación sigue existiendo,debemos pensar,solo pensar. anda a mierda. ahora tengo a un problemas a vos..okis..
¿QUÉ VERGÜENZA QUE LA MUJER HAYA SIDO MARGINADO Y LO SIGA ESTANDO A LO LARGO DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD, la mitad o más de la población humana es decir las mujeres hemos estado maltratadas por las instituciones y sobre todo por la Iglesia que en vez de fomentar el respeto hacia la mujer «la pareja, el matrimonio», fomentar la convivencia el respeto del hombre hacia la mujer y viceversa ha hecho de ésta una fiel y sumisa servidora, sólo hay que ver el famoso librito que no hace tantos años daban a la mujer cuando esta se casaba para que tuviera claro cuales serian sus obligaciones para con el marido. Ya pueden decir que eran sabios personajes como Aristóteles, San Agustín, etc., si despreciaban a la mujer como ser humano para mí poca cosa eran, las mujeres tenemos que reivindicar siempre y no bajar la guardia en lo que respecta a todos nuestros derechos «COMO SERES HUMANOS QUE SOMOS Y POR DESCONTADO IGUAL QUE LOS HOMBRES».
Las mujeres debemos rechazar toda religión que nos discrimine. Apostatemos de la iglesia, no bauticemos a nuestros hijos. Denunciemos públicamente a esta institución nefasta.