Estudio sobre un cancionero infantil de la Andalucía Oriental

de Federico Abad

 

 

Dicen de García Lorca que en el viejo Pleyel de la Residencia de Estudiantes de Madrid solía tocar, rodeado de amigos que le escuchaban, no sólo a sus músicos preferidos (Chopin, Mozart, Beethoven…), sino también las tonadillas del Siglo XVIII y XIX y las canciones populares de Andalucía. Me he acordado de esta faceta tan alabada del escritor granadino, al leer el libro-disco “Estudio sobre un cancionero infantil de la Andalucía Oriental” de Federico Abad, que tiene su origen en las canciones populares recogidas por la profesora Dolores Belmonte en las provincias de Granada y Almería.  

El libro consta de una parte teórica y otra práctica con las transcripciones de las 24 canciones. La primera tiene dos apartados: uno general donde se analizan los valores de la canción infantil tradicional y se ofrece un modelo de clasificación; y otro centrado en el cancionero de Dolores Belmonte, que se  estudia desde el punto de vista literario y musical.  

Me ha interesado especialmente el análisis métrico y temático de los textos, minucioso y, al mismo tiempo, claro, lo cual sin duda agradecerán los lectores profanos en la materia.

Predomina en estas canciones populares el tema amoroso, que aparece, a veces, en forma de piropo: 

“Ese cuerpo y ese talle,

y ese bonito meneo,

y ese cuerpo saleroso

que vale tanto dinero” 

También, la autoalusión al propio juego o baile: 

“Daremos la media vuelta,

daremos la vuelta entera,

daremos un pasito atrás

y haremos la reverencia” 

En fin, una delicia de textos, sencillos, pero llenos de ritmo, gracias a los recursos basados en la repetición: anáforas y paralelismos, fundamentalmente.  

Se completa este apartado con un estudio, también concienzudo y minucioso, de las fuentes, variantes y coreografías del cancionero. 

El CD que acompaña al libro contiene la grabación original de las canciones, lo cual constituye un acierto, porque la frescura y espontaneidad que tiene el grupo de mujeres, recordándolas e interpretándolas, sin ayuda de instrumento musical alguno y con las dudas y las risas propias de una improvisación, nos acerca más a la transmisión oral de este tipo de canciones tradicionales, que si todo se hubiera hecho en un estudio de grabación. 

En suma, un estudio muy completo y ordenado, que contribuirá a recuperar y dignificar el legado musical de Andalucía, el cual, como dice Federico Abad en el prólogo, “la sociedad de consumo ha condenado a la extinción”

Podéis encontrar más información sobre este libro-disco, en la página Web de  su autor:

http://www.federicoabad.com/index_archivos/Publicaciones.htm

Mayo de 1968 fue un movimiento de protesta contra el poder establecido, protagonizado por jóvenes universitarios y obreros, que no sólo se dio en París y en otras ciudades de Occidente, sino también en Egipto, Polonia, Checoslovaquia… Según el pensador francés Edgar Morin, en los países capitalistas occidentales, la protesta se dirigió contra la autoridad de los padres, de los catedráticos de Universidad y del Estado; en la Europa del Este, contra la dictadura del partido. Fue producto de una insatisfacción profunda, ocasionada por la sociedad capitalista desarrollada que no había resuelto el problema de la pobreza y de las desigualdades sociales, y también por el sistema comunista que había surgido con la promesa de crear una sociedad más justa y solidaria.

Hubo, igualmente, en Mayo del 68, una liberalización de las costumbres, en lo referente al sexo –“Haz el amor y no la guerra” fue una de las consignas más repetidas por los jóvenes universitarios- y en las relaciones familiares entre padres e hijos. También supuso un paso importante en la igualación de los derechos de la mujer y el hombre, así como en la aceptación de las diferentes maneras de vivir la sexualidad.

Algunos de los profesores que os damos clase somos, en cierto modo, hijos de Mayo del 68, pues, aunque no lo vivimos directamente, por razones de edad, sí disfrutamos, en nuestro periodo universitario, de los vientos favorables provenientes de París: una nueva forma de entender la vida y las relaciones de pareja, un concepto de la educación basado en la libertad y el respeto al alumno, etc.

Nos podríamos preguntar si actualmente queda algo de ese movimiento: si la sociedad capitalista en la que vivimos ha resuelto los problemas de la pobreza y la injusticia social; si hemos avanzado lo suficiente en el respeto a las minorías; si la mujer ha alcanzado realmente los mismos derechos que el hombre; etc.

DOS REGALOS INESPERADOS

Sucede, a veces, que, contra tu costumbre, has subido al autobús de Aucorsa, estás rodeado de gente desconocida y, al desplegarse la puerta en la primera parada, aparece ante tus ojos, como por un acto de magia: 

NUESTRO AMOR 

Es simple nuestro amor

sin estallidos

como una de esas casas

con helechos

y alguna que otra rana

intempestiva. 

Es un poema simple, como el amor del que habla; pero se queda prendido de ti, sin estallidos, mientras el autobús te lleva a tu destino. 

El segundo regalo tiene forma de libro: “Un claro tiempo de versos. Cosmoantología poética 2004-2007”. Un libro que llega a tí, también de forma inesperada y donde puedes leer: 

QUIERO SER TODO EN EL AMOR 

Quiero ser todo en el amor

el amante

la amada

el vértigo

la brisa

el agua que refleja

y esa nube blanca

vaporosa

indecisa

que nos cubre un instante. 

Repites para ti mismo “Quiero ser todo en el amor”, mientras caminas de regreso a tu casa, y piensas que no está nada mal que te regalen poemas inesperados.  

Gracias a Claribel Alegría y a Cosmopoética.

¿CREAR CON DOLOR?

Hace unas semanas, en una actividad celebrada en el centro, Benito Vaquero afirmaba que la creación, en su caso, estaba ligada al dolor y a la infelicidad. Este sábado pasado, Richard Ford, que acaba de publicar en español su novela “Acción de gracias”, cuenta en una entrevista: “Un día mi mujer me dijo ¿por qué no escribes sobre alguien que sea feliz? Y yo me pregunté: ¿Cómo demonios se escribe eso?”

Nuestro compañero Benito y el escritor norteamericano coinciden en sus planteamientos: a los creadores les motiva sobre todo la infelicidad, las situaciones de injusticia, como a los autores naturalistas del siglo XIX, que ponían sus ojos en los personajes más degradados de la sociedad, en vidas arruinadas por el alcoholismo o la prostitución, e indagaban en las posibles causas de estas desgracias.

Recientemente, en clase de 2º de Bachillerato, al estudiar a los poetas del 27 o, antes, a Juan Ramón Jiménez o Antonio Machado, también hemos podido comprobar que sus voces alcanzan mayor altura poética, cuando crean bajo los efectos del dolor o la tristeza. Un ejemplo de lo que decimos es el “Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías” de Lorca, considerado por la mayoría de los críticos y lectores como la cima de su producción en verso.

Entonces, me planteo y os planteo algunas preguntas: ¿La inspiración llega más fácilmente en las situaciones dolorosas? ¿Por qué? ¿Quizá como una forma de desahogo? ¿Por qué la infelicidad nos afecta más a las personas que la felicidad?

HOMOFOBIA, MACHISMO

He aquí dos perlas, recién salidas de la concha, que ponen de manifiesto los resabios de homofobia y machismo que aún perduran en nuestra sociedad: una de un “académico de la Lengua Castellana” y otra del futuro “Jefe de Gobierno de Italia”.

“A Zapatero no se le ha ocurrido hacer a Pedro Zerolo ministro de defensa. ¡Qué fallo! Hubiera resultado más provocador, más progresista, más ingenioso que el nombramiento de la simpática guapita treintañera” (…)

“Sobre todo porque Zerolo, que esperaba con zozobra la designación, tenía pensado nombrar a su ilustre marido subsecretario del ministerio y Jefe del Estado Mayor de la Defensa”

Luis María Ansón (El Mundo, 15 de abril de 2008)

“Creo que el Gobierno de Zapatero es demasiado rosa. ¡Nueve mujeres! ¡Él se lo ha buscado! Le costará dominarlas.”

Silvio Berlusconi (El País, 16 de abril de 2008)

Lo paradójico de todo esto es que los autores de estas declaraciones han sido elegidos democráticamente: uno, Silvio Berlusconi, por los ciudadanos italianos; otro, Luis María Ansón, por los miembros de la Real Academia Española.

LA ACTUALIDAD DE «LA CELESTINA»

“Libro, a mi entender divino, si encubriera más lo humano” dijo Cervantes sobre La Celestina, criticando la excesiva presencia de las pasiones de los hombres y las mujeres en esta obra, que estamos analizando en clase.

Paradójicamente, una de las razones por las que hoy día tiene actualidad La Celestina es porque sus personajes están llenos de vitalidad; son seres que tienen un excesivo aprecio por sí mismos, lo cual les hace atender desmedidamente a su propio interés, sin preocuparse de los demás. Esto explica el trágico final de la mayor parte de ellos: Celestina muere a manos de Pármeno y Sempronio por su avaricia; éstos, después, son detenidos a causa del crimen, juzgados y ajusticiados; Melibea se suicida, al ver muerto a su amado Calisto.

¿Estáis de acuerdo con esta valoración? ¿En nuestra sociedad hay personas que únicamente se guían por su propio interés, como los protagonistas de La Celestina? ¿Siguen existiendo viejas o amigas que medien entre los enamorados? ¿Tiene vigencia la estrategia del rechazo inicial de Melibea a Calisto para incrementar la pasión de éste? ¿Hay suicidios a causa del infortunio amoroso?

AMORÍOS DE ESPERPENTO

POR LOS ALUMNOS DE 4º CURSO DE LA ESCUELA SUPERIOR DE ARTE DRAMÁTICO DE CÓRDOBA

El esperpento es una forma distinta de ver la realidad, en la que se exageran, con intención paródica, diferentes aspectos de ésta. Y es a través de los personajes como mejor se consigue esta distorsión de la realidad. Quizá por esta razón, en el montaje que vimos ayer de dos obras de Valle-Inclán (“La cabeza del Bautista” y “Ligazón”) y una de Francisco Nieva (“Combate de Opalos y Tasia”) todo estaba enfocado hacia la caracterización de los personajes: la escenografía sobria, con un lienzo que cruzaba el escenario de parte a parte y servía de elemento de separación a los dos niveles en que se desarrollaba la acción: uno inferior que coincidía con la escena y otro superior empleado para acentuar los rasgos caricaturescos de los personajes; la iluminación con continuos juegos de luces y de sombras; la música, sobre todo la interpretada en directo por los propios actores con instrumentos populares, como el acordeón.

Pero, como decíamos, lo que sobresalió por encima de todo fue la caracterización de los personajes, desde el primer momento que entraban en escena, como debe suceder en el buen teatro. Así por poner algunos ejemplos: la Pepona de “La cabeza del Bautista” con sus gestos y movimientos lascivos e insinuantes; la sombra siniestra de los fantoches de esta misma obra; las figuras encorvadas de las brujas de “Ligazón” con su monserga en gallego.

Otro de los aspectos destacados, que añadió plasticidad al montaje de las dos obras de Valle-Inclán, además de facilitar la comprensión de las mismas por los jóvenes espectadores, fue la incorporación de las acotaciones al montaje, como si hubieran sido creadas para ser dichas. Un acierto, sin duda, porque las acotaciones del escritor gallego tienen la misma calidad literaria y dramática o más que los propios diálogos y forman parte de esa estética sistemáticamente deformada que denominamos esperpento.

A todo esto, además, contribuyó el ritmo, los hábiles enlaces entre escena y escena, a veces a través de las acotaciones a las que nos hemos recibido, de unas obras cuyo argumento es tan simple que por sí mismas apenas hubieran enganchado a los espectadores.

En conjunto, nuestra valoración es muy positiva, pues asistimos a una auténtica lección de interpretación por los alumnos de 4º de la Escuela Superior de Arte Dramático de Córdoba. Que nos convenciera menos, probablemente por lo disparatado de su argumento, “Combate de Ópalos y Tasia”, pieza escrita, recién finalizada la dictadura del general Franco, con una clara intención provocadora,  es secundario. Montajes como el que vimos ayer, crean afición. Nuestra felicitación a los actores, al director, Francisco García Torrado, y a la Delegación de Educación del Ayuntamiento que ha promovido la actividad.

¿ES RECOMENDABLE LA TELE EN EL DORMITORIO?

Un estudio reciente de la Universidad de Minesota, en Estados Unidos, relaciona los malos hábitos de los jóvenes con el hecho de que tengan una televisión en su cuarto. En concreto, en una encuesta que se hizo a 781 adolescentes de entre 15 y 18 años, el 62 % dijo tenerla. Éstos, además de pasar más horas diarias frente a la tele, obtienen peores calificaciones en los estudios, siguen hábitos alimenticios menos sanos (comen menos verduras, beben más refrescos azucarados, comen con su familia con menos frecuencia, etc.).

Reproduzco esta información, porque la semana pasada propuse a mis alumnos de 3º de ESO que describieran su habitación, como una actividad complementaria del estudio de este tipo de texto y también como una buena forma de que se conocieran y les conociéramos mejor. En la descripción debían seleccionar: lo que llamaba la atención nada más entrar sus cuartos; lo que se descubre sólo si se permanece más tiempo; y las cosas que sólo se conocen si ellos lo cuentan.

Entre los objetos mencionados por bastantes alumnos, se encontraba la televisión, lo cual me ha llevado a plantearme y a plantearos algunas preguntas:

¿Serían trasladable los resultados de la encuesta de la Universidad de Minesota a nuestros alumnos? ¿Es recomendable que adolescentes de entre 15 y 18 años tengan un televisor en su cuarto? ¿Qué opináis vosotros?

Así, viví la mesa redonda del lunes pasado sobre la creación artística. La anécdota de la alumna que había aprendido de memoria un poema de Federico despertó en mí un sentimiento de ternura, como el amor a la familia, a la naturaleza y a la cocina, que está en el germen del libro de Juan Carlos. El trabajo concienzudo, meticuloso y lleno de imaginación, reflejado en el protagonista de la obra â??Novecentoâ?, dirigida por José Antonio, vino a demostrarnos que la inspiración está lejos de ser algo involuntario que recibe el artista, sin un entendimiento cabal de lo que le está sucediendo. El ritmo de Soul Crack; la voz y los gestos de Benito, como la proa de un barco que señala el rumbo a seguir; los movimientos armoniosos de Manolo en la batería, consiguieron emocionarnos y establecer con los que asistimos a la actividad una complicidad, que se apreciaba en el silencio respetuoso con que escuchábamos las canciones, un silencio que se transformaba en risa, cuando la cámara los enfocaba de cerca, y que finalmente derivó en aclamación sincera y espontánea.

Así, viví dos horas, que se pasaron volando, dos horas plenas de autenticidad, porque si algo nos quedó claro a los que estábamos allí es que, detrás del arte hay vida; detrás de una canción, de un poema o de una receta, hay un hombre o una mujer que siente, y un esfuerzo por expresar este sentimiento, a través de los sonidos, de las palabras, de los movimientos.

Los alumnos asistentes disfrutaron con todo esto y al descubrir un lado oculto de sus profesores, una imagen distinta, quizá más auténtica de la que mostramos diariamente en nuestras clases.

Deseamos, a pesar de los tiempos de zozobra que se avecinan, que continúen organizándose actividades como ésta, que propician la comunicación libre y espontánea entre los alumnos y los profesores; actividades en las que tanto unos como otros nos quitamos los disfraces del día a día, y crecemos como personas.

IMPROVISACIONES SOBRE LIBROS

POR «NUMERELE IMPARE»Â 

Todos vestidos de negro, para acentuar los gestos y los movimientos, para realzar los colores; todos sentados en el borde del escenario, nerviosos e inquietos, antes de empezar la actuación; mientras, Lúa, la monitora que los dirige, les da los últimos consejos. 

â??Noche de baile en el infiernoâ? es el título del primer libro. Una vez oído, los jóvenes actores y actrices disponen de tres minutos para preparar la improvisación. Transcurrido este tiempo, salen a escena y la desarrollan. Aún se notan los nervios en el temblor de la voz, en los movimientos inseguros, en algún choque inoportuno.  

Pero, poco a poco, y a medida que se suceden las pequeñas historias (â??El capitán Alatristeâ?, â??Las mil y una nochesâ?, â??Manolito Gafotasâ?â?¦), vamos reconociendo en el grupo â??Numerele Impareâ? aspectos fundamentales para improvisar: la confianza en sí mismos, que se contagian unos a otros con su alegría y sus ganas de actuar; la capacidad para concentrarse en una situación, que evita un defecto que en teatro de improvisación puede ser mortal de necesidad: la dispersión; y sobre todo saber escuchar al compañero, para que la improvisación crezca por sí misma, adquiera vida propia, como si se tratase de cualquier obra escrita.  

En las improvisaciones no tienen en cuenta el contenido de los libros, sólo su título, que señala el tema a seguir; pero, en ocasiones, los jóvenes actores se centraron demasiado en éste, pensando que con repetirlo era suficiente, y olvidando lo más importante que es vivirlo y sentirlo. De hecho, cuando consiguieron esto último, como, por ejemplo, en â??La sombra del vientoâ?, con la que cerraron el espectáculo y en la que participó todo el grupo, la improvisación se desarrolló fluida y con ritmo; y los intérpretes brillaron con luz propia. Igual sucedió en la titulada â??Lazarillo de Tormesâ?, donde recrearon con gran sentido del humor el episodio del toro de piedra, en el que el ciego le da la primera lección a Lázaro. Además, el acierto en la improvisación se vio reforzado por un uso eficaz y creativo  de los escasos útiles y complementos que les sirvieron de decoración y vestuario (mesa, sillas, peluca, gafas, pañuelosâ?¦)  

Sin duda, el espectáculo de â??Numerele Impareâ? fue a más y tiene mucho mérito, porque la improvisación es una técnica teatral difícil, que, aunque parezca una contradicción, requiere mucho ensayo. Me refiero a que es necesario realizar antes una serie de actividades que desarrollen capacidades como: la concentración, la confianza, la escucha, la imaginaciónâ?¦Â 

Entre improvisación e improvisación, Lúa leyó cuentos breves, que comentaba con los alumnos asistentes a la representación. Me quedo con la moraleja de uno de ellos: aprender a decir no, especialmente saludable en una sociedad en la que estamos empeñados en caer siempre bien, y en resultar amables y tolerantes. 

Pero nosotros decimos sí a â??Numerele Impareâ? por la ilusión y alegría que ponen en sus actuaciones, porque cada vez están más formados como actores y porque constituye un satisfacción para los amantes del teatro tener en nuestro centro un grupo como ellos.Â