Hoy se publica en el diario El País un artículo titulado “Giro hacia el autoritarismo”, en el que el escritor y premio Nobel de literatura, Orhan Pamuk, ofrece su interpretación sobre los hechos ocurridos en Estambul, ciudad donde miles de personas protestan por la decisión del gobierno autoritario de Erdogan de talar los árboles de la plaza Taksim para construir un centro comercial.
En su opinión no existe una sola persona residente en Estambul que no guarde un recuerdo relacionado, de alguna forma, con esta plaza, que es la última zona verde que queda en el centro de la ciudad y donde todos los partidos políticos han celebrado mítines en los últimos años.
Por eso, le llena de esperanza que sus habitantes no renuncien “ni a su derecho a organizar manifestaciones políticas en la plaza Taksim, ni a sus recuerdos, sin luchar primero”.
Es el mismo espíritu de lucha que demostró Rafa Nadal, el pasado viernes, en el partido de semifinales del torneo de tenis Roland Garros contra Novak Djokovic, número uno del mundo. Iba perdiendo por 4-2, en el quinto y definitivo set, pero no se vino abajo, al contrario, con la perseverancia del que cree ciegamente en sus objetivos, remontó el marcador y acabó ganando el partido.
Qué dos buenos ejemplos para nuestro alumnado: el del pueblo de Estambul luchando por sus derechos, frente a un régimen autoritario; y el de Rafa Nadal, de no rendirse jamás ante la adversidad. Además, en el caso de este último, cuando le preguntan por todos los éxitos deportivos que ha logrado, siempre responde que no intenta ser mejor que nadie, sino esforzarse cada día para mejorar él.