Me sumo al comentario elogioso de nuestro compañero Francisco Pérez Galisteo, en Ticágora, sobre la charla coloquio del profesor Ciro Milione, acerca de la Constitución Española. No creo que exagere en su apreciación ni que se haya dejado llevar por un entusiasmo injustificado. Al contrario, yo también me sentí seducido por las palabras del profesor de la universidad de Córdoba. En este caso, unas palabras acompañadas del gesto y de la técnica. Agradecimos que el conferenciante no permaneciera sentado, durante todo el tiempo, porque no sólo se comunica con la palabra hablada, sino también con los gestos de la cara, con los movimientos del cuerpo y de las manos, con los silencios. A través de este lenguaje no verbal pudimos percibir la pasión que ponía en su mensaje de que la constitución es tan importante para un país, como los cimientos para una casa. Todo aderezado, además, con imágenes divertidas proyectadas en la pantalla. Y de vez en cuando, como recuerda Paco en su comentario, una pregunta para que los que escuchábamos pensáramos en la respuesta: “¿tiene poder el rey?”. División de opiniones, que le sirvió al conferenciante, como buen republicano, para dar su opinión crítica sobre la monarquía, que no es elegida por el pueblo.
El mensaje final: la constitución es como una luz que nos guía en el camino, una utopía que da sentido a nuestra vida en sociedad y que nos permite elegir continuamente en libertad, es decir, ser personas.
Nuestra felicitación al profesor Ciro Milione, con el que disfrutamos por lo que dijo y por cómo lo dijo; al DACE, que se encargó de la organización de la actividad; al compañero Francisco Pérez Galisteo por su implicación en la misma; y al alumnado de 1º de Bachillerato por la atención y el respeto con el que siguieron la charla.